LA FORTUNA SE INCLINO HACIA BRASIL
Marlene Santos A., enviada, Marsella, 7 de julio Ť Noche con viento frío. La mirada de Claudio Taffarel está fija en el esférico en medio de un expectante silencio. El portero flexiona las piernas --calzadas con botines en color verde y amarillo--, un silbatazo detiene el corazón y el veterano arquero salta en un lance felino hacia su derecha, sus manos desvían el balón mientras el holandés Ronald de Boer se derrumba en llanto...¡Y estalló la locura desde Marsella hasta Sudamérica!
Los jugadores brasileños corren hacia Taffarel, lo abrazan, lo besan, lo envuelven; los de la banca se suman al festejo. La afición del equipo tetracampeón se sacude el sufrimiento y festeja con más alegría que nunca; ellos corren hasta ubicarse enfrente y lanzan besosÉ Brasil, con un desempeño irregular, está ya a un paso del quinto título mundial con su Ronaldo convertido en la máxima figura del certamen.
En el eterno contraste, con lágrimas en los ojos, se despidió el equipo que brindó el mejor futbol del Mundial Francia 98: Holanda, que fue una aplanadora durante los primeros 45 minutos de juego, pero que hoy fue incapaz de reflejar su dominio en el tablero.
Tuvo que llegar el angustioso drama de los penalties para definir al primer finalista de la Copa del Mundo, donde los jugadores de la selección verdeamarelha acertaron cuatro tiros desde los 11 metros, mientras que Taffarel tocó la gloria y se convirtió en el héroe del partido al desviar los disparos de Philip Cocu y Ronald de Boer.
Durante los tiempos extras prevaleció el empate 1-1, con goles anotados por Ronaldo, quien tuvo un brillante desempeño (minuto 46) y de Patrick Kluivert (al 87). El marcador global final fue de 5-3.
En el primer tiempo Brasil fue una caricatura de equipo, mientras que la Naranja Mecánica impuso un ritmo vertiginoso al ataque, tuvo una excelente aplicación y velocidad para recuperar balones y bloquear cualquier intento ofensivo de los tetracampeones.
La descomposición en el conjunto verdeamarelho se puso en evidencia. Brasil no tuvo variantes al ataque y el pressing de los holandeses lo obligó a pases retrasados que pusieron en apuros al portero Taffarel y que les hizo cosechar una fuerte silbatina.
El equipo sudamericano solamente buscó la salida por el lado izquierdo, al darle juego a Roberto Carlos, mientras que en el lado derecho Ze Carlos casi fue un hombre menos con un accionar errático que dejó ese carril libre para las llegadas de los anaranjados.
La figura del crack Ronaldo apareció demoledora, emprendió un veloz sprint, se sacudió la marcación de Cocu y fusiló al portero Van der Sar al inicio del complemento para poner el 1-0. El segundo tiempo fue más equilibrado, Holanda con mejor juego de conjunto no renunció al ataque y sorteó un par de nuevos destellos de Ronaldinho, mientras que el atacante holandés, Patrick Kluivert, se cansó de fallar, hasta que al minuto 87 conectó con la cabeza un centro, su remate picado fue incontenible para Taffarel.
Los estrategas de ambos equipos hicieron cambios poco antes de los tiempos extras, que se agotaron sin que llegara el gol de oro, pero que dejaron imágenes plenas de emoción, como la del minuto 102 donde Kluivert dejó ir el triunfo con remate ligeramente desviado. O la del minuto 106, con un nuevo arribo de Ronaldo, quien se puso a un gol de distancia de los ya eliminados Gabriel Batistuta y Christian Vieri, ambos con cinco tantos, y que tiene la opción de igualarlos o superarlos en la gran final, el día 12.
Alinearon por Brasil: Taffarel, Aldair, Junior Baiano, Roberto Carlos, Ze Carlos, César Sampaio, Dunga, Rivaldo Leonardo (Emerson, minuto 85), Ronaldo, Bebeto (Denilson, 70). Por Holanda: Edwin Van der Sar, Michael Reiziger (Aron Winter, al minuto 56), Jaap Stam, Frank de Boer, Win Jonk (Clarence Seedorf, minuto 111), Ronald de Boer, Philip Cocu, Dennis Bergkamp, Patrick Kluivert y Boudewijn Zenden (Pierre Van Hooijdonk, 75).
Ap, Marsella, 7 de julio Ť Brasil jugará su sexta final de una Copa Mundial y, si los antecedentes son válidos, la ganará.
Los brasileños triunfaron en las cuatro finales que jugaron en tierra ajena. Su único revés fue el Maracanazo de 1950 como local, cuando cayeron sorpresivamente 2-1 ante un Uruguay que, en los papeles, era un equipo mucho más débil.
Todas las demás finales que disputó las ganó: 5-2 a Suecia en 1958, en Suecia; 3-1 a Checoslovaquia en 1962, en Chile; 4-1 a Italia en 1970, en México, y por penales nuevamente a Italia en 1994, en Estados Unidos, tras empatar 0-0.
En dos de las finales que ganó, Brasil tuvo que remontar marcadores adversos, ante Suecia y ante Checoslovaquia, dato que podría augurar otra final emotiva el domingo ante el ganador del encuentro de mañana entre Francia y Croacia.
Brasil es ya el único equipo que se adjudicó la Copa dos veces seguidas. Otro triunfo el domingo lo convertiría en el primero que logra esa hazaña en dos oportunidades.
Marlene Santos A., enviada, Marsella, 7 de julio Ť ``No he sido yo, ha sido Dios'', dijo emocionado el portero Claudio Taffarel, al ser rodeado por micrófonos y grabadoras, cuando apenas salía de la cancha del estadio Velodrome, que fue el punto de partida de un improvisado sambódromo que se extendió por las principales calles de esta ciudad, al finalizar el partido contra Holanda.
El guardameta, quien junto con el capitán Dunga tiene el récord de mayor número de partidos mundialistas jugados con la selección al sumar 17 por 16 del goleador Jairzinho, mantuvo la serenidad mientras a un lado el técnico Mario Lobo Zagallo lloraba de alegría, aunque alcanzó a explicar: ``No lloré por mí, lloré por todos los brasileños, los que estuvieron aquí y los que están en Brasil, que sufrieron mucho con este partido difícil, mucho más difícil que el encuentro contra Dinamarca''.
``No se ganó nada, ganamos sólo una batalla muy dura, donde Brasil demostró que está preparado para ser pentacampeón. Falta un partido para hacer la gran fiesta'', apuntó el veterano guardameta.
En la conferencia de prensa posterior al cotejo, Zagallo admitió que vivió su partido más difícil de esta Copa del Mundo, muy por encima del también exigente juego ante Dinamarca. ``Los holandeses fueron muy superiores durante el primer tiempo, organizaron bien sus ataques y controlaron el balón y mostraron una defensa muy fuerte, y sólo a cuatro minutos del final (minuto 86), Holanda pudo vencer a nuestra zaga''.
El entrenador de 66 años agregó que en el complemento los brasileños ``jugaron soberbiamente, tanto desde el punto de vista físico como técnico. En el segundo tiempo pudimos anotar rápidamente. Luego entró Denilson y tuvimos dos o tres oportunidades que desafortunadamente no concretamos'', señaló.
Sin dar tregua para nuevas preguntas, el técnico comentó que antes de los tiempos extras habló con sus jugadores: ``Les dije que era todo o nada. El equipo practicó un juego instintivo en la recuperación del balón, y hoy, como en 1994, fueron los tiros de penal los que nos dieron la victoria''. Reconoció que el juego fue de una tensión ``por momentos insoportable, pero siempre tuve una gran confianza en mis jugadores''.
En cuanto a la actuación del portero, señaló: ``Taffarel ha parado dos penales, pero no se trata de una victoria personal. Pienso que es la victoria de todos. Nosotros queremos ganar, representar bien a nuestro país, donde se prepara una gran fiesta y ya todo el mundo está celebrando, pero nosotros debemos esperar un poco, para preparar el partido final.
``Para mí una final Brasil-Francia sería magnífico y hay muchas posibilidades. Sería un bello espectáculo para todo el mundo y la verdadera fiesta del futbol'', declaró Zagallo.
Por su parte, Rivaldo confesó: ``Hubo momentos en los que tuvimos miedo y Holanda también. Por eso se llegó a los penales''.
En tanto, Guus Hiddink indicó que la serie de tiros penales ``es una lotería. Yo ya había escogido a mis tiradores antes del partido... El resumen es que hemos hecho un excelente torneo y perder de este modo es muy decepcionante, sobre todo porque para mí Brasil no es un equipo invencible, aunque tiene jugadores de gran talento''. Asimismo, comentó que las ausencias de Overmars, Bogarde y Numan pudieron cambiar el destino de esta noche, ``aunque esto no debe entenderse como una excusa''.
Ronald de Boer, uno de los jugadores que fallaron su tiro de penal, se inconformó con el arbitraje, pues estimó que durante el juego no se marcó una pena máxima por una falta sobre Pierre Van Hooijdonk. ``La final estuvo a nuestras puertas... Me siento muy triste, en el tiro penal me precipité y no me interesa mucho lo que pueda pasar en el partido por el tercer lugar'', indicó.
Por su parte, Pelé consideró que fue justo el triunfo de su equipo y dijo que ``durante la prórroga jugamos mucho mejor, tuvimos mucha más garra'', mientras en Brasil Romario alabó al técnico Zagallo, quien ``transmitió confianza y entusiasmo a los jugadores, lo mismo que hizo con nosotros en el Mundial de 1994''.