La Jornada 8 de julio de 1998

Francia y Croacia van hoy por su pase a la gran final

Agencias, París, 7 de julio Ť La Copa del Mundo puede deparar una explosión de orgullo nacional o un impactante silencio de sueños destrozados, cuando Francia enfrente a Croacia este miércoles. De cualquier manera, la semifinal hará historia en el futbol.

El Estadio de Francia podría retumbar con celebraciones sin precedentes si los anfitriones --uno de los 13 países que participaron en el primer Mundial en 1930-- llegan a su primera final después de fracasar en tres ocasiones anteriores. O el público podría quedar mudo si Croacia, que tiene en sus filas a algunos de los mejores jugadores de Europa, se convierte en la primera selección en 64 años que llega a la final en su debut en la Copa del Mundo y en los primeros finalistas del este de Europa desde 1962, cuando Checoslovaquia perdió ante Brasil.

Los franceses, considerados como favoritos, comenzaron impresionando por su arrolladora ofensiva, pero una mezcla de lesiones e ineficacia les hizo perder el camino a la red de manera alarmante. No han podido anotar dentro de los 90 minutos reglamentarios desde que convirtieron un total de nueve goles en la primera ronda. En la siguiente etapa, necesitaron un alargue para deshacerse de Paraguay con un 1-0, y luego una definición por penales para superar el 0-0 ante Italia.

Aparte de sus astros como Zinedine Zidane y Youri Djorkaeff, los franceses tienen la ventaja de jugar en casa, aunque ningún anfitrión del Mundial se ha coronado desde que Argentina lo hizo en 1978.

Croacia, por su parte, coquetea con la gloria en medio de una polémica sobre si su actuación es milagro o el peso de una tradición. La victoria de 3-0 sobre Alemania dejó boquiabierto a más de un experto, aunque hurgando en la historia se llegará a la conclusión de que el pequeño país, de 4 millones 780 mil habitantes, es toda una potencia deportiva víctima de los problemas políticos históricos de la región balcánica. La mayoría de los medallistas olímpicos yugoslavos eran de origen croata.

A diferencia de Francia, los croatas tienen artillería pesada en Suker, el astro del Real Madrid, bien complementado por Boban. Suker tiene un aliciente adicional para buscar el gol: con cuatro tantos, está pisando los talones al argentino Gabriel Batistuta y al italiano Christian Vieri en la disputa por el cetro de goleador del Mundial. Ambos tienen cinco goles, pero sus equipos ya están eliminados.

Croacia, llamada El Brasil de los Balcanes, demostró en Francia 98 una mezcla de experiencia y juventud, aunque es el equipo más viejo de los cuatro semifinalistas con un promedio de edad de 27 años y seis meses, un mes más que Francia, cinco y medio más que Holanda y seis más que Brasil.

Con un sistema de juego 3-5-2, que convierten a ratos en 3-6-1, similar al que usaron en la Eurocopa de Inglaterra 96, los discípulos del técnico Miroslav Blazevic saben tratar bien la pelota, cambiar las variantes de juego, poseen capacidad de remate y habilidades individuales. Pero lo más interesante de Croacia y donde inclina la balanza a su favor es en el amor a la camiseta y el pundonor con que juegan, allí está su clave de victoria.