Advierte GB que no levantará el veto a marchas protestantes en el Ulster
Afp, Ap, Dpa y Reuters, Londres, 9 de julio Ť El primer ministro británico, Tony Blair, advirtió hoy a líderes de la poderosa cofradía protestante de la Orden de Orange que es imposible levantar la prohibición de que el próximo desfile de la organización cruce por barrios católicos norirlandeses.
Poco después, tres policías resultaron heridos durante la noche del jueves al viernes en los enfrentamientos que se registraron entre fuerzas del orden y manifestantes unionistas que intentaban franquear las barreras instaladas el pasado domingo delante de Portadown para impedirles que desfilaran por el barrio católico de esa localidad del Ulster.
Los miembros de las fuerzas del orden fueron alcanzados por la explosión de un artefacto artesanal arrojado por los manifestantes, pero sus vidas no corren peligro, indicaron fuentes policiales.
Alentados por una multitud de curiosos, una veintena de personas intentaron romper una alambrada de púas, ante lo cual la policía disparó balas de goma.
Varios centenares de personas y una columna de orangistas se sumaron luego a los manifestantes, en tanto que los enfrentamientos terminaron después de que la policía recibiera refuerzos.
Los protestantes han causado disturbios en numerosas ciudades de Irlanda del Norte desde el domingo pasado, día en que se realizó el primer desfile orangista de la temporada.
Dos mil soldados británicos erigieron barricadas de metal, concreto y alambre de púas en torno a los barrios católicos que forman parte de la ruta tradicional del desfile de la orden de la ciudad de Drumcree a la de Portadown.
Durante la marcha, en sí, no se registraron incidentes, pero por la noche jóvenes en varias localidades norirlandesas realizaron actos de vandalismo y atacaron a las fuerzas de seguridad británicas en disturbios que continuaban todavía hoy.
La semana anterior, desconocidos prendieron fuego a 10 templos católicos en respuesta a que la Comisión de Desfiles del Ulster prohibió el recorrido de los orangistas por las zonas católicas.
Hace unos días, la comisión intentó revocar la prohibición, ante la violenta reacción de los protestantes, pero el gobierno británico dijo que la prohibición debía mantenerse para evitar mayores tensiones.
Blair se reunió este jueves durante 90 minutos con líderes orangistas en la sede del gobierno en Londres.
En dicho encuentro, celebrado a instancias de la Orden de Orange, los líderes de esta organización reiteraron que continuarán sus protestas y su llamado a la desobediencia civil hasta que se les permita recorrer las calles del barrio católico de Garvaghy Road, como lo han hecho en los últimos 200 años.
Asimismo, afirmaron que la prohibición de la ruta tradicional del desfile sólo prolongará la existencia de lo llamaron ``el apartheid cultural de Irlanda del Norte''.
Voceros de Tony Blair dijeron que ``el primer ministro está decidido a seguir hablando para promover el diálogo en lo referente a esta difícil situación, pero el gobierno no puede anular la decisión de la prohibición''.
En años anteriores los desfiles de la Orden de Orange desencadenaron violentos enfrentamientos con la comunidad católica, pues con dichas marchas los protestantes conmemoran la victoria del rey protestante Guillermo de Orange sobre los católicos, en 1690, por lo que éstos lo consideran una provocación.
La temporada de desfiles de los orangistas dura cuatro meses.
Pero ahora disturbios de este tipo pon-drían en peligro los acuerdos de paz anglo-irlandeses suscritos el pasado 10 de abril y ratificados por la población de la República de Irlanda y del Ulster en un referéndum celebrado el pasado 22 de mayo.
El recién nombrado primer ministro de Irlanda del Norte, David Trimble, líder del principal partido protestante de la provincia y miembro de la Orden de Orange, advirtió este jueves que habrá ``pavorosas'' consecuencias si la polémica en torno a los desfiles no se resuelve pronto.
Trimble llamó a los ciudadanos del Ulster a ``conservar la calma y respetar la paz'', independientemente de las tensiones y lo que pueda ocurrir durante el próximo fin de semana.
Las fuerzas de seguridad británicas continuaban hoy apostadas en torno al barrio de Garvaghy Road y sufrieron algunos ataques con piedras y bombas incendiarias por parte de jóvenes protestantes.
En Belfast, la policía se enfrentó a grupos de jóvenes en el enclave protestante de Sandy Row, cerca del centro de la ciudad.