Preveía el manual Muro 98 desde inducción hasta doblaje de actas
Elena Gallegos Ť Conocida como Muro 98, la estrategia que el PRI armó para ganar los comicios de este año incluye lo mismo la inducción del voto mediante ``declaraciones públicas'' de dirigentes empresariales y autoridades eclesiásticas ``afines'' a ese partido, que el ``trabajo de campo poselectoral donde así se requiera''. Este consiste en ``doblar'' (sustituir) las actas de escrutinio durante el tiempo de traslado de las urnas y la documentación a las sedes de los órganos electorales.
En el manual hecho llegar a sus ``operadores'', la Secretaría de Elecciones del PRI -cuyo titular es Carlos Armando Biebrich- se precisa que las casillas ``susceptibles de tratamiento'' deben ubicarse en los municipios donde ``la principal oposición'' no presente candidatos a ayuntamientos, y en las zonas en las que el envío de la documentación electoral implique desplazamientos de más de 30 minutos.
Además, instruye claramente dónde hacer ``el tratamiento'' a las urnas. ``Se mantienen los criterios de selección: casillas de nula, escasa o baja acreditación de representantes de la oposición'' y que estén ``preferentemente en zonas de alto analfabetismo, rurales, semiurbanas y mixtas''.
El documento obtenido -La Jornada confirmó su autenticidad- es un resumen ejecutivo de la Secretaría de Elecciones denominado Muro 98, Capítulo Zacatecas, y en él se desmenuzan las proyecciones que el PRI había hecho 10 días antes de los comicios del 5 de julio, las cuales adelantaban que la intención del voto por ese partido era de 33 por ciento.
De una lista nominal de 754 mil 952, los priístas esperaban 70 por ciento de participación (unos 530 mil ciudadanos acudirían a las urnas), por lo que necesitaban asegurarse ``48 mil votos'' para incrementar su porcentaje de 33 a 42 puntos -de 175 mil a 223 mil sufragios- y voltear la elección a favor de su candidato.
En el resumen ejecutivo, fechado el 25 de junio, se advierte que si bien en mayo los ``votos de seguridad'' que requerían para triunfar eran 10 mil, ``de acuerdo con los últimos análisis de prospectiva'' era indispensable ``ampliar la banda de seguridad a 8 mil votos adicionales''.
La mira: ``trabajar'' en 15 por ciento de las 2 mil 95 casillas que se instalarían en la entidad el día de los comicios. En esas 320 casillas los priístas tenían la encomienda de ``asegurar'' una cuota de 150 votos por cada una, y obtener los 48 mil sufragios que les faltaban para superar al PRD.
Para ello, los militantes del tricolor recibieron la orden de actualizar no sólo las metas de movilización de simpatizantes el 5 de julio (el documento alude al Programa de Promoción del Voto), sino también el trabajo directo de campo en las casillas y las acciones de información y propaganda especial después de los cierres de campaña y el día de la elección.
La Secretaría de Elecciones clasificó en seis las medidas en lo que se refiere a la propaganda para el proceso:
1. Concluido el periodo legal para hacer campañas de proselitismo, del 2 al 4 de julio se reforzaría la distribución de folletos, videos, libros y engomados de cuestionamiento al principal candidato opositor (Ricardo Monreal) en las cabeceras de los 10 municipios seleccionados, a través de los canales informales acordados.
2. En ese mismo periodo, la Secretaría General de Gobierno (SGG) del estado confirmaría (sic) la inducción de declaraciones públicas de directivos empresariales, autoridades eclesiásticas y dirigentes afines de organizaciones de profesionales, exigiendo responsabilidad, seriedad y madurez a la ciudadanía en el momento de votar.
3. El día de la elección, las encuestas de salida y conteos rápidos estarían a cargo de Berumen Asociados, Quantum Comunicaciones o Consultores del Golfo, en ese orden de preferencia.
``La clave será armar el diseño muestral con un porcentaje representativo de las 320 casillas trabajadas y de las ubicadas en secciones electorales probadamente priístas.''
4. Se recomendó que el noticiario dominical de Tv Azteca -así dice el resumen ejecutivo, lo cual no implica que eso haya ocurrido- difundiera las encuestas de salida y los conteos rápidos, reconociendo las primeras tendencias favorables al PRI el 5 de julio por la noche. Puntualiza: ``Se requiere negociación especial y superior con los directivos''.
5. Se sugerían negociaciones (aquí también) ``especiales y superiores'' para que los candidatos del PAN, Florencio Quezada, o del PT, José Narro Céspedes, reconocieran que las tendencias favorables al PRI de las encuestas y conteos anteriores coincidían, en lo sustancial, con las primeras informaciones recibidas por ellos. (Aunque el manual priísta lo señale, eso no sucedió).
6. De acuerdo con las circunstancias, el candidato del PRI podría comparecer después de las 22 horas del domingo 5 ante los medios para reconocer su ventaja ``irreversible'', subrayando que serían las autoridades del Instituto Estatal Electoral de Zacatecas (IEEZ) las que difundirían los resultados oficiales.
Olvera no dio conferencia de prensa, como instruía el CEN, pero en la ciudad de México el secretario de Elecciones sí enfrentó a los medios para señalar que ellos iban dos puntos arriba, y el PRI estatal emitió un comunicado para aclarar a la Fundación Rosenblueth que en sus conteos de salida daba ventaja al PRD. El priísmo sostuvo que las tendencias le favorecían.
No a los zapatos, sí a la comida especial
Después de abundar en las maneras de seleccionar las casillas para su ``tratamiento'', el manual del PRI informaba a sus ``operadores'' que el 28 de junio se tendría ``el perfil de los presidentes de casilla y los representantes acreditados de la oposición'' en las 320 casillas seleccionadas, con el fin de comenzar la labor de ``sensibilización e inducción''. La relación se haría de acuerdo con los registros del IEEZ y el perfil de las personas indicadas lo proporcionaría la SGG del estado.
Respecto al trabajo de ``sensibilización'' -en el resumen no se especifica en qué consiste-, éste se haría en los tres días previos a la elección.
Enseguida, una nota especial: ``Se amplía a 80 el número de operadores, siendo responsable cada uno de cuatro casillas, y se mantiene el presupuesto original de gastos operativos (300 pesos promedio por documento o firma de documentación electoral doblada)''.
Tanto los operadores como sus respectivos auxiliares estarían acreditados como ``asistentes electorales'', contando con protección jurídica, por lo que podrían ``participar en el traslado de las urnas después de la votación, facilitándose el trabajo de campo poselectoral'' donde así se requiriera.
Más adelante, se reconfirmaba ``la instrucción de no dejar en ceros la votación de la oposición en el proceso de doblaje de las actas o documentos electorales, para evitar las impugnaciones por casillas zapato''.
Y por si fuera poco, los priístas tenían una táctica para mantener alejados a los representantes de los partidos adversarios al cierre de la jornada. En el apartado G del instructivo se detalla:
``Las comandas especiales (se infiere que alude a la comida) serán distribuidas solamente en las casillas de la periferia urbana de Zacatecas, Fresnillo y Guadalupe; en las zonas rurales se repartirán conforme al programa original. Se estima que serán suficientes para que los representantes de la oposición no regresen por la tarde...'' Cualquiera puede adivinar la intención de tal medida.
Esa es ``la otra estrategia'' del PRI para ganar las elecciones. Este documento sólo habla de lo que se hizo en Zacatecas. Fuentes del PRD señalaron que ellos detectaron a tiempo el plan y por eso pudieron neutralizar algunos de sus puntos.