La Jornada 14 de julio de 1998

De haber ampliado el déficit público, presión a mercados: Werner

Alonso Urrutia Ť El subsecretario de Hacienda, Martín Werner, sostuvo que si en lugar del tercer recorte al gasto se hubiera ampliado el déficit público ello habría generado una ``sobrepresión'' en los mercados financieros que hubiera perjudicado los factores de crecimiento económico: inversión privada, consumo y exportaciones. ``Habría sido como darnos un tiro en el pie'' y generar inestabilidad económica.

En el coloquio internacional El Poder Legislativo y la política de finanzas públicas también habló el subsecretario de Egresos de la SHCP, Santiago Levy, quien cuestionó la viabilidad de algunas propuestas de la oposición para revisar el marco jurídico del presupuesto. La denominada ``reconducción económica'' --aplicar la misma estructura presupuestal del año anterior cuando no haya acuerdo político-- implicaría divorciar las políticas de ingresos y egresos y aislarlas de las nuevas variables económicas.

Por su parte, el presidente de la Comisión de Presupuesto y Cuenta Pública de la Cámara de Diputados, Ricardo García Sáinz, insistió en que es necesario revisar el marco jurídico y anticipar la entrega del presupuesto para eliminar criterios discrecionales en su aplicación. De igual forma, reiteró el rechazo del PRD a la propuesta gubernamental para aprobar la conversión de pasivos del Fobaproa porque ello implicaría un alto costo fiscal y elevar la deuda interna.

Werner dio a conocer que, en general, el ritmo de crecimiento se mantuvo, aunque reconoció que el sector primario cayó seis por ciento debido a factores climatológicos. En el desglose de cifras destacó que la inversión privada aumentó 22.9 por ciento en términos reales durante el primer trimestre; en tanto que el consumo creció ocho por ciento y las exportaciones diez por ciento.

El funcionario destacó que en ese mismo lapso se redujo casi 50 por ciento el déficit en la balanza comercial, que a junio era de 300 millones de dólares, en parte por los ``beneficios'' del sistema de flotación cambiaria.

Consideró que pese al difícil entorno internacional, las principales metas como el abatimiento de la inflación y el crecimiento de la economía y del empleo se mantendrán dentro de los márgenes previstos.

Por ello, dijo, no era prudente la alternativa de ampliar el déficit público, pues hubiera aumentado el endeudamiento y disminuido las posibilidades de financiamiento de la iniciativa privada.

Explicó que los incrementos del déficit pueden financiarse con deuda interna o externa, pero esto presiona las tasas de interés al alza e incrementa los montos que se destinan a pagar el servicio de la deuda.

El funcionario consideró que el financiamiento mediante emisiones de deuda interna sólo aplaza los problemas, además de que ``un mayor déficit público disminuye el ahorro nacional y nos hace más susceptibles a un deterioro de la cuenta corriente''.

Por la tarde, el subsecretario de Egresos, Santiago Levy, comentó que la transformación democrática de las instituciones ha llegado hasta la discusión del presupuesto; sin embargo, destacó que es necesario adecuar el marco jurídico para garantizar la aprobación del presupuesto y evitar una ``parálisis''.

Sobre la propuesta de la oposición para implantar la figura de la ``reconducción económica'', dijo que existen algunas variantes como la reconducción transitoria, que implicaría comenzar a aplicar el presupuesto del año anterior y mantener la discusión sobre el nuevo, que entraría en vigor luego de que se lograra un acuerdo. Otra opción es la reconducción definitiva: si a la fecha legal de aprobación del presupuesto no hay acuerdo, entra en vigor la estructura del presupuesto del año anterior.

Levy dejó entrever que estas figuras suelen ser inconvenientes para aprobar el presupuesto porque implican mantener inercias de ingresos y gasto, independientemente del nuevo entorno económico. Esto podría elevar el déficit público, pues no se atenderían las condiciones reales de la economía.

Por su parte, García Sáinz dijo que los escenarios macroeconómicos del gobierno ocultan una realidad sustentada en la privatización y extranjerización como única vía de desarrollo, a contracorriente de los países industrializados, donde el gasto público equivale a 50 por ciento del PIB.