DF: hasta mil litros de agua per cápita, consumo a diario en zonas exclusivas
Elia Baltazar Ť Mientras las familias de altos ingresos consumen entre 800 y mil litros de agua diarios por persona, en los asentamientos irregulares el consumo por habitante apenas alcanza los 20 litros diarios, aun cuando el Banco Mundial establece un mínimo de 50 litros para evitar problemas de salud y la Organización Mundial de la Salud propone 150 litros para las ciudades de los países en vías de desarrollo.
Así lo establecen estudios sobre el agua en la ciudad de México realizado por las academias de la Investigación Científica y Nacional de Ingeniería, así como el Centro de Ecología y Desarrollo de la Universidad Autónoma Metropolitana que apuntan que en el Valle de México el consumo por habitante es uno de los más altos del mundo al alcanzar los 324 litros al día por persona.
No obstante, el promedio más elevado se registró en 1994 cuando la cifra se elevó a 337 litros. Los números toman en cuenta las pérdidas y fugas en el sistema de abastecimiento.
Los informes establecen que la sobrexplotación de los mantos acuíferos para abastecer el consumo de agua, que supera incluso a ciudades como Tokio, considerada la más grande del mundo, ha provocado que en un lapso de 30 años la ciudad de México presentara hundimientos de hasta 5 metros.
Apuntan los estudios que entre 1950 y 1980 la zona central del Distrito Federal se hundió 5 metros, mientras el área lacustre del sur y el Ejido de San Gregorio, ubicado entre el Canal de Chalco y Xochimilco, hubo en el mismo periodo un hundimiento de 4 metros.
En tanto, entre 1983 y 1992 se registraron hundimientos anuales de entre 15 y 25 centímetros alrededor del Aeropuerto Internacional; de 10 centímetros en el Centro Histórico, y de entre 10 y 15 en Xochimilco y Tláhuac. Así, el hundimiento anual promedio en el Centro Histórico ha sido de 10 centímetros, de 15 en Xochimilco y de entre 20 y 25 en el Aeropuerto.
La parte más afectada por este fenómeno ha sido la zona de la Catedral Metropolitana, la cual se ha hundido 12.5 metros desde su construcción a finales del siglo XVI, de los cuales siete y medio se presentaron durante este siglo.
Sobresale el hecho de que de los 910 pozos profundos con que cuenta el Distrito Federal se extrae el mismo volumen de agua que de los mil 530 que hay en el estado de México. Entre las principales consecuencias que padece la ciudad, a consecuencia de la extracción continua del agua y el consecuente hundimiento del subsuelo están el desnivel del drenaje general de la capital, respecto del Gran Canal, uno de sus desagües más importantes, y la pérdida de pendiente de éste, lo que significa que el agua de drenaje que salía por gravedad utilizando la pendiente original se está regresando a la ciudad.
Los análisis advierten además sobre los daños en las estructuras de edificios, monumentos y el propio suelo de la ciudad, así como las fracturas en las tuberías de drenajes domiciliarios.