PRIMER VUELO CHARTER EU-CUBA EN DOS AÑOS
Afp, Reuters y Dpa, La Habana, 15 de julio Ť Estados Unidos y Cuba reanudaron hoy vuelos directos fletados de pasajeros, 26 meses después de haber sido suspendidos por el gobierno de Bill Clinton tras el derribo de dos avionetas estadunidenses de un grupo anticastrista con sede en Miami.
El vuelo de este miércoles coincidió con la decisión de Estados Unidos de declarar ``zona de seguridad'' casi toda la costa del estado de Florida, ante la inminente organización de una flotilla anticastrista.
Según la medida, la Guardia Costera de Estados Unidos exigirá que embarcaciones privadas de menos de 50 metros de eslora que zarpen de cualquier punto de Florida obtengan permiso antes de entrar a aguas territoriales cubanas.
``Es una respuesta a lo que trató de hacer (Ramón Raúl) Sánchez'', dijo el capitán de la Guardia Costera, Marcus Woodring, al referirse al intento del dirigente del Movimiento Democracia, con sede en Miami, de organizar una nueva flotilla el próximo sábado. En anteriores ocasiones, Sánchez se negó a prometer que respetaría las aguas territoriales cubanas.
El legislador republicano Lincoln Díaz-Balart, de Florida, dijo que la decisión es ``atroz e inconstitucional'', y añadió que es ``obvio que el gobierno de Clinton está tratando de hacer todo por prolongar una dictadura'', en alusión al gobierno de Fidel Castro.
El portavoz del Departamento de Estado, James Rubin, explicó que la medida se tomó ``para asegurar que las embarcaciones no traten de evitar regulaciones anteriores; no se trata de obstaculizar protestas legítimas contra el gobierno cubano''. También advirtió que quienes ingresen al espacio aéreo cubano sin autorización del gobierno de Cuba, ``se colocan en serio peligro'', al tiempo que pidió a La Habana ``evitar el uso de la fuerza y mantener la mayor moderación''.
Rubin señaló además que el reinicio de los vuelos directos entre ambos países es ``parte de la política (de Clinton) de aumentar el contacto con el pueblo cubano, y darle mayor oportunidad de crear mecanismos para avanzar hacia una transición democrática''.
Unas 200 personas llegaron este miércoles a La Habana a bordo de un avión de United Airlines, contratado por la empresa ABC Charters, en el primer vuelo de pasajeros de Estados Unidos a Cuba desde 1996.
Clinton prohibió estos vuelos luego que cazas cubanos derribaron dos avionetas de la organización de Miami Hermanos al Rescate, lo que causó la muerte de sus cuatro tripulantes. En marzo pasado levantó la medida, pero mantiene en vigencia el bloqueo económico de 37 años contra la isla y su refuerzo por la ley Helms-Burton, promulgada en 1996.
Unas 300 personas esperaban hoy el vuelo en el aeropuerto de La Habana, que fue escenario de reencuentros, entre abrazos y sollozos, de familiares que viven a ambos lados del estrecho de Florida. Hasta la tripulación se contagió del ambiente y posó para una foto conmemorativa en la escalerilla del avión. El embargo prohíbe a los estadunidenses viajar a Cuba, con la excepción de los cubano-estadunidenses en visita humanitaria, académicos en proyectos de investigación y periodistas con permisos especiales.
En otro orden, el gobierno de Cuba recibió hoy nuevas peticiones para que sean liberados cuatro disidentes, en la víspera del primer aniversario de su encarcelamiento, tras la publicación de un documento en el que pedían cambios democráticos en la isla.
La ilegal pero tolerada Comisión Cubana de Derechos Humanos y Reconciliación, dirigida por Elizardo Sánchez, pidió hoy la libertad de Martha Roque, Félix Bonne, René Gómez y Vladimiro Roca, como ``una generosa y adecuada respuesta del Estado a la comunidad internacional''. A su vez, la Unión Europea recordó hoy las reiteradas gestiones de ese bloque en favor de los presos políticos, en especial de los cuatro del Grupo de Trabajo de la Disidencia Interna, que aún no han sido sometidos a juicio.
En una declaración entregada a la prensa por su esposa, Vladimiro Roca, nieto de un ex fundador del Partido Comunista de Cuba, solicitó ``un juicio justo y público'' y aclaró que no pretende ``un desafío a las autoridades ni buscar enfrentamiento, pues mi posición sigue siendo la reconciliación''.