La Jornada 16 de julio de 1998

Querella de la SRE contra avícola de EU por explotar a mexicanos

David Aponte Ť La cancillería presentó una demanda civil y laboral ante una corte federal de Estados Unidos en contra de la empresa avícola De Coster, ubicada en el estado de Maine, por explotación y discriminación de trabajadores mexicanos. La compañía mantiene bajo condiciones ``infrahumanas'', cercanas a la esclavitud, a un centenar de migrantes y con salarios inferiores a los que paga a los empleados de origen estadunidense.

Por primera vez, el gobierno de México entabló un juicio en los tribunales estadunidenses con la figura legal denominada parens patriae por daños a unos 2 mil migrantes mexicanos que han sufrido explotación en esa compañía --la productora de huevo más importante de Estados Unidos-- durante los últimos 20 años, dio a conocer el cónsul de México en Boston, Héctor Vasconcelos.

La demanda podría llevar a la indemnización de seis millones de dólares, producto de perjuicios en la salud de los empleados y de los salarios no pagados por la empresa a los migrantes mexicanos, todos ellos con documentos migratorios en regla, precisó.

Los trabajadores mexicanos viven en condiciones de hacinamiento. Cerca de 17 connacionales habitan cada uno de los tráileres provistos por la granja, los cuales no tienen servicios sanitarios y son fabricados para una capacidad de cuatro personas. Por sin fuera poco, tienen jornadas laborales de entre 80 y 100 horas a la semana, sin el goce de pagos extras, explicó.

La empresa paga a los migrantes mexicanos 5.25 dólares por hora de trabajo -el salario mínimo en Estados Unidos- y a los empleados de origen estadunidense les entrega 6.25 dólares la hora. Obviamente, este es un caso de ``discriminación racial'', agregó.

En conferencia de prensa, el cónsul Vasconcelos y el director de Protección y Asuntos Consulares de la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE), Rubén Beltrán, explicaron que la demanda del gobierno mexicano está acompañada de 17 connacionales que laboran en la granja, quienes fueron contratados en el estado de Texas y, posteriormente, trasladados al estado de Maine, ubicado en el noreste de Estados Unidos.

A manera de ``gancho'', la empresa avícola promete a los empleados asumir los costos del traslado y el pago salarial por horas. Sin embargo, la realidad es otra. Una vez instalados en la granja, los connacionales reciben la noticia de que el pasaje les será descontado y que no tienen derecho a percepciones por las horas extras, mencionó Vasconcelos.

Los 14 (doce hombres y dos mujeres) demandantes afirmaron a las autoridades consulares mexicanas que el propietario de la empresa, el señor De Coster, ha violado los derechos laborales, civiles y humanos de cientos de migrantes en los últimos 20 años. El productor de huevo ha mantenido bajo condiciones precarias de trabajo y de vida a los connacionales. Incluso, capataces del empleador han ejercido violencia física en contra los mexicanos, y les han impedido el contacto con personas fuera de los límites de la granja, expusieron los funcionarios.

El patrón tampoco ha permitido la posibilidad de que los empleados, todos ellos con documentación migratoria en regla, formen una organización sindical. Cualquier intento de esta naturaleza culmina con el despido de los migrantes, agregaron.

El cónsul Vasconcelos explicó que por primera ocasión el gobierno de México, a través de la SRE, entró en un litigio en contra de una empresa que ha incumplido con sus promesas de pago y que ha mantenido en condiciones ``infrahumanas'' a los migrantes mexicanos. La demanda fue interpuesta el 18 de mayo pasado.