Astillero Ť Julio Hernández López

El de ayer fue un grito desesperado en la selva. En otras visitas se exigía el rompimiento de un silencio que ya deshecho no ha sido entendido. Ahora se reclama el inicio inmediato de un diálogo que ya está sujeto a otros relojes, a otros tiempos, entre ellos, inclusive, los de la encubierta mediación internacional que Kofi Annan dejó sembrada a cambio de algunas bonitas frases protocolarias y diplomáticas de utilería.

Para todo hay tiempos. Hoy, nadie tiene las condiciones para exigir que se instalen diálogos escenográficos que frenen el imparable asomo de legítimas instancias externas a los asuntos que en lo doméstico no se han podido resolver. Otros tiempos hubo, sí. Pero esos tiempos pasaron. Elevar el tono de voz y usar expresiones conminatorias revela simplemente desesperación. No es cierto, como ahora quiere creerse, que el que se enoja gana. No se puede obligar a dialogar a quien ya fue traicionado en acuerdos anteriores. Antes no, pero ahora menos.

Y bien que asume su sentido profundo la subpregunta: Dialogar, ¿para qué? ¿Más ceremonias de instalación de comisiones y reuniones y papeles y fotografías y puntos de acuerdo y corchetes y firmas y simplemente todo para nada?

Roto ese silencio que tanta inquietud causaba, también rota está la incertidumbre: se ha trazado una estrategia y se ha expresado un plan. La hora de la sociedad civil, de los partidos políticos, del Congreso y de la Cocopa. La hora de las definiciones. Y la consulta nacional, municipio por municipio, con delegaciones propias a cada lugar, para saber qué opinan los mexicanos respecto de la iniciativa de reformas constitucionales elaborada por la Comisión de Concordia y Pacificación y sobre el fin de la guerra de exterminio.

Ruptura de silencio y difusión de planes en la víspera del arribo del señor Annan, que vino a México para recibir los desaires y los cabildeos del supremo gobierno. Y doña Rosario, que antes presumía de gran amistad con él y que ahora ni lo recibió al pie del avión ni lo trató adecuadamente, considerándolo como una especie de ilustrísimo observador extranjero al que no se le podría sacar la tarjeta roja, pero sí componerle la agenda para que recibiera a las ONG hasta el último momento y para que emitiera las palabras de presunto apoyo y aval que la maquinaria de difusión del régimen elevó y magnificó, y que Felipe Calderón calificó con exactitud como el comportamiento diplomático de un diplomático.

Ese diplomático amable y sonriente (que no vino a pelear verbalmente con el gobierno) les dejó a sus anfitriones oficiales unas palabras canjeables en el estanquillo de las inserciones pagadas por un holograma que dice ``aval'' y que junto con diez tapones de plástico de alguna bebida de cola sirven para conseguir una fotografía autografiada de Roberto Albores y diez kilogramos de sus más recientes discursos.

Pero, a cambio de tan interesantes regalos, el ghanés abrió camino cuando menos para la visita de un relator especial, para la instalación de una oficina de derechos humanos en Chiapas, para la próxima llegada de la irlandesa Mary Robinson (alta comisionada de la ONU para Derechos Humanos) y para una asistencia técnica en la materia.

¿Todo eso a cambio de unas palabritas dulces? Venga. Así sea.

¿Cómo conjurar lo inminente? Pues sentando a los rebeldes a la mesa de diálogo. Que haya cámaras y micrófonos difundiendo el histórico momento. ¿Que no se han cumplido los anteriores acuerdos ni se ha honrado la iniciativa de la Cocopa? No importa. Lancemos un llamado urgente a reanudar el diálogo y, si los susodichos no responden, demostrado quede que ellos son los intolerantes, los obcecados, los deseosos de la guerra que sólo existe en la mente de esos ``300'' y de las decenas de miles de soldados instalados en la zona.

Por ello, en esta visita, se ha lanzado el VI grito desesperado en la Selva Lacandona.

Un triunfo de Samuel del Villar

La abundancia de noticias importantes ha impedido valorar a cabalidad el triunfo de Samuel del Villar en el caso de los daños infligidos por la IBM a la Procuraduría capitalina de Justicia, en la instalación de un sistema para el control administrativo de procesos y de averiguaciones previas.

No debe regatearse mérito a la investigación realizada por la dependencia ni a la rectitud mostrada por Del Villar. De haber fracasado en este riesgoso lance, el temperamental abogado perredista habría colocado sobre su cabeza una doble guillotina, formada por una opinión pública molesta por las increíbles pifias detectadas en la conformación de su equipo de trabajo, y por la vengativa fuerza de una trasnacional que, por lo general, es intocada o que cuando es enfrentada a procesos como el abierto por Del Villar suele evadirlos por las vías de la presión o el arreglo subterráneo.

Obligar a la IBM a restituir al patrimonio capitalino, en efectivo y en bienes y servicios, 37 millones y medio de dólares, es un logro extraordinario. Doblegar el espíritu altivo de una trasnacional acostumbrada a avasallar, y dejar constancia clara de que esa empresa, en colusión con funcionarios mexicanos corruptos, estuvo a punto de causar tan oneroso daño a la procuración de justicia de la capital del país, es un dato relevante que no debe omitirse ni dejarse pasar de largo en momentos como los actuales, tan llenos de malas noticias (algunas de ellas provenientes justamente del funcionamiento de la citada Procuraduría capitalina).

Astillas: Se ha asegurado a esta columna, y así se hace saber a los lectores, que todos los periodistas acreditados por sus empresas para cubrir la información del Partido Revolucionario Institucional (PRI) son plenamente respetados en el ejercicio de sus derechos y que a nadie se agrede ni se reprende por su comportamiento profesional... Don Víctor Cervera Pacheco no acudirá este domingo al Congreso yucateco a presentar su tercer informe de gobierno. Despechado porque le obligaron a regresarle al Partido de la Revolución Democrática una curul que ya sus personeros habían otorgado al tricolor, el mandatario se abstendrá de cumplir con la obligación que le impone el párrafo segundo del artículo 76 de la Ley Orgánica del Poder Legislativo del Estado de Yucatán, que establece que ``deberá comparecer'' a rendir un informe por escrito de lo hecho durante un año. En cambio, don Víctor se organiza un magno homenaje priísta ese mismo día en la Plaza Grande de Mérida... ¡Ah, don Leonardo Rodríguez Alcaine, el ínclito defensor de los trabajadores y perenne cuñado de los periodistas! Don Leonardo y sus siempre memorables declaraciones. Ahora dijo que los líderes sindicales (como lo es él mismo, precisión que Astillero hace por cortesía proletaria) son ``una yunta de bueyes, pero jaladores''... Gerardo Sosa Castelán ha decidido renunciar a la rectoría de la Universidad Autónoma de Hidalgo (UAH) para buscar la candidatura a gobernador por el PRI. Jefe máximo de la llamada Sosa Nostra, el virtual ex rector buscará enturbiar lo suficiente las de por sí enrarecidas aguas hidalguenses para tratar de ofrecerse como la opción dura frente a la eventualidad de la candidatura común, panista y perredista, del periodista Miguel Angel Granados Chapa... En Monterrey sigue la batalla de los dineros: el gobernador Fernando Canales Clariond y el ex mandatario Sócrates Rizzo son los personajes con los que panistas y priístas juegan a las tapaderas y los destapes...

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