Dispositivos de placer
tragados
espasmo
antifenomenológico.
Extienden sus alas
noches sin estrellas,
bañadas de
intenciones
cuerpos abandonados,
espíritus
deshabitados.
Ahí donde no es, existe...
¿A quién miran sus ojos
en-el-espejo?
¿quién la mira a través de-él?
El; paráfrasis de
la alteridad
arcaico pentagrama de la piel.
Quizá por boca de la soledad, las
lunas digan
azules y
violetas
de un cuerpo en la oscuridad.
Gentiles libélulas
Acarician el quiosco del edén.
Con este espléndido epistolario de Salvador Rocha --psicoanalista ortodoxo y médico de la Clínica de Anorexia nerviosa del Hospital de Enfermedades de la Nutrición, publicado en la revista Espectros del psicoanálisis, número dedicado al cuerpo- desliza un difícil trabajo deconstructivo sobre la anorexia al rastrear los orígenes del ser. Esta concepción lo lleva a entender esta patología como una creación humana que no puede encasillarse entre los límites de los conceptos de salud y enfermedad, al estudiar los orígenes de lo humano desde el psicoanálisis.
La reflexión de Rocha, de fuerte influencia heideggeriana, habla de una búsqueda, inacabada, sobre la comprensión del ser; y referiéndose a la anorexia, de una pasión del cuerpo. Esta óptica del problema se torna una dura crítica a las explicaciones en boga que tienden a ver a la enfermedad, como un efecto de la publicidad de la sociedad de consumo, o la aceptación machista de la belleza.
Rocha juega con Alicia en el país de la anorexia, y los espectros de Freud y Lewis Carroll trazan signos en la piel de la mujer. La anorexia y la bulimia son tomadas como pretexto para pensar sobre la mujer y lo femenino en sentido ontológico.
El trabajo se pliega sobre sí --porque no termina-- con una ``tarjeta postal'' escriturada sobre la piel de la mujer a la manera de un libro de cabecera que es la epístola con la que se inicia este artículo. O bien la intuición poética de Octavio Paz en Mariposa de obsidiana, ``Itzpapalotl... yo soy la herida que no cicatriza, la pequeña piedra solar, si me rozas el mundo se incendia''... ``Al fin abrirás mi cuerpo en dos, para leer las letras del destino''.
Rocha, Salvador. Espectros de psicoanálisis. No. 2, julio 1998, México, editorial La tinta en el diván.