Referéndum del Congreso sobre la ley indígena, plantea Camacho
Elena Gallegos Ť La vía de la guerra perdió ya en Chiapas, sostiene el ex comisionado para la Paz, Manuel Camacho Solís. Luego y al referirse al llamado que hiciera ayer en aquella entidad el presidente Zedillo, comenta que el diálogo directo e inmediato entre el gobierno federal y el EZLN en este momento es imposible ``después de tres años de ambigüedades e incumplimientos, y de seis meses de línea dura''.
En entrevista con La Jornada, el fundador del Partido del Centro Democrático --en proceso de registro-- señala que si el jefe del Ejecutivo habla con sinceridad y realmente quiere rectificar su posición e ir al diálogo, ``está en sus manos alcanzarlo''.
``¿Cómo?'' --se pregunta él mismo para responderse: ``Con dos decisiones. La primera, iniciar la distensión con un reposicionamiento de tropas y el desarme de los paramilitares, cuidando desde ahora las consecuencias de la próxima elección (en octubre los electores chiapanecos acudirán a las urnas a renovar ayuntamientos y el congreso local).
``La otra, evitando que el PRI bloquee en el Congreso de la Unión, la posibilidad de que sea ese el poder que pueda llevar a cabo la consulta sobre la reforma constitucional a los derechos indígenas y facilitando que se realicen las reformas necesarias para que el proyecto de la Cocopa y el del gobierno, sean sometidos a un referéndum nacional organizado por el IFE''.
Y remata con un: ``El Ejecutivo ya no puede ser la única instancia de diálogo. El Congreso tiene que asumir su responsabilidad''
--El presidente Zedillo acaba de decir en el Ejido Quiringuícharo en la zona de Marqués de Comillas (Chiapas) que no hay guerra en esa entidad, ¿la hay o no?
--En Chiapas hay violencia, un conflicto social agudo y una guerra política --contesta Camacho, quien fue el primer representante del gobierno que se sentara a la mesa con el EZLN, en marzo de 1994, en lo que se conoció como los diálogos de la Catedral de San Cristóbal.
--¿Cree que el discurso oficial es beligerante?
--Hay que hacer un alto en el camino porque las circunstancias de hoy no son las mismas de hace quince días. Hay nuevos elementos que requieren ser analizados en profundidad: los posicionamientos del EZLN, los discursos del gobierno, las posturas en el exterior y también las nuevas posiciones en la opinión pública nacional.
``Si la línea dura no puede ganar --dice quien fuera también regente de la ciudad y canciller durante el sexenio pasado--, entonces, ¿para qué seguir exponiendo al país a que pueda haber más muertes indígenas o de soldados en Chiapas? ¿Para qué propiciar que se dé una mayor radicalización política en el país? La pregunta hoy no es si la solución política es mejor que la dura, sino cómo organizar la solución política''.
--¿Cuáles serían las posibilidades y los riesgos?
--La posibilidad es que el EZLN propone que haya una consulta sobre el proyecto de reforma constitucional de la Cocopa. Esto, junto con la desmilitarización, sería el primer escalón para la reconstrucción del proceso de paz. El principal riesgo es que hay elecciones en octubre y que con el actual gobierno estatal, con el control de ese gobierno sobre la elección y las tensiones que existen, los comicios serán un factor adicional de confrontación y violencia''.
--¿Cómo definiría la política del presidente Zedillo hacia Chiapas? ¿Cree que seguimos en el mismo punto?
--No seguimos en el mismo punto, ¡estamos peor! De acuerdo con el secretario de Gobernación, la situación en enero de 1998 era más grave que en enero de 1994 y de Acteal para acá lo es mucho más aún.
``La política de los últimos seis meses --enfatiza-- es de una clara línea dura. No ha cambiado con las últimas declaraciones. Persistir a lo único que llevaría es aumentar costos. Aún con la mayor de las victorias, la línea dura está derrotada políticamente''.
De nueva cuenta Camacho pregunta: ``¿Cómo se reducen los riesgos de los comicios de octubre en Chiapas? Tendría que haber una nueva elección de gobernador. Es decir, una convocatoria a elecciones organizada directamente por el IFE, con la facultad que establece el artículo 119 de la Constitución. Ello crearía una autoridad imparcial ''.
--En síntesis, ¿hay que pasar por la consulta propuesta por el EZLN?
--Hay una gran oportunidad de hacerla. El Congreso puede organizarla.
--¿Pero el PRI en la Permanente argumentó que no dejará en manos del EZLN su función de legislar?
--¿Para qué están los diputados y los senadores? No es para que el EZLN determine, pero si es para que los legisladores ejerzan sus atribuciones entre las que estarían organizarla.
``Hay dos proyectos --expone--. Uno es el de la Cocopa, que no es del EZLN, sino de diputados y senadores que lo elaboraron a partir de los acuerdos de San Andrés. El otro es del Ejecutivo. Podría haber un proceso de consultas donde participaría muchísima gente, incluyendo al EZLN. Si ellos creen en el proyecto de la Cocopa que lo defiendan, independientemente de si después van a ser o no un partido político''.
--¿Cree que realmente el gobierno tome la propuesta de la consulta?
--Si no lo hace se va a volver a equivocar. Hoy es menos lo que tendrían que ceder que dentro de algunos meses o años. Insisto, al final, aunque hubiese una victoria militar, que desde luego se puede alcanzar, se tendrá que llegar a una negociación política
``Si a pesar de todo, el EZLN está abriendo la puerta de la consulta, hay que tomarle la palabra, que se rehaga la posibilidad de la política para salirnos del carril de la confrontación'', considera.
--¿Qué le parecieron los señalamientos de Kofi Annan sobre Chiapas?
--Yo coincido. Si no hay diálogo sincero y honesto, la paz no va a caminar. En el diálogo tienen que entrar las dos partes, pero también las otras instituciones y la sociedad civil nacional. Ya no hay que dejar sólo al gobierno manejar los tiempos y las decisiones, según le vaya conviniendo.
--¿Cree que son pertinentes las propuestas de mediación internacional?
--Perdona que ahora sí hable de lo que hicimos en 94 (los diálogos de la Catedral). La preocupación más importante era que estábamos totalmente en contra de que hubiera un reconocimiento del EZLN como fuerza beligerante. Esto es, estábamos en contra de una intervención extranjera y a favor de que los mexicanos resolviéramos el conflicto. Se lo comuniqué al EZLN, éste aceptó y el proceso se encauzó por las vías nacionales.
``La política actual -termina la entrevista-- es la que por su ineficacia ha provocado que otros gobiernos declaren, opinen, y que otras fuerzas llamen a la participación del exterior ¡Esto es lo increíble: la política contradice el discurso! Si el gobierno tiene de verdad una convicción nacionalista y patriótica, tiene la obligación de dialogar''.