La Jornada 26 de julio de 1998

Especuladores con bonos del gobierno, salvados por Fobaproa

Roberto González Amador Ť Por lo menos cinco casas de bolsa y tres bancos transfirieron a los fondos Bancario de Protección al Ahorro (Fobaproa) y de Apoyo al Mercado de Valores (Fameval) las pérdidas generadas por operaciones especulativas con instrumentos públicos y privados, sin que las autoridades hayan requerido a esos intermediarios la reposición del capital que ahora forma parte de la deuda del rescate al sistema financiero, indican informes en poder del Congreso.

En los informes se indica que Probursa, propiedad de José Madariaga; Banco Internacional encabezado por Antonio del Valle; Nacional Financiera, dirigida entonces por Oscar Espinosa Villarreal, y Banco Anáhuac, transfirieron al Fobaproa pérdidas millonarias generadas por la compra de Bonos Ajustables del Gobierno Federal (Ajustabonos). Indican también que un crédito contratado por el empresario jalisciense Eduardo Creel Cobián para adquirir la casa de bolsa Bursamex, no fue pagado y lo absorbió el Fobaproa.

Investigaciones realizadas por diputados de la subcomisión legislativa que investiga el Fobaproa encontraron que los bancos Probursa, Internacional y Anáhuac, así como Nafin, tuvieron fuertes pérdidas entre 1992 y 1994 con la adquisición de Ajustabonos y el quebranto derivado de estas operaciones fue asumido por el gobierno a través del Fobaproa y del Fameval, un fideicomiso constituido en 1982 para proteger al público inversionista en el mercado de valores contra cualquier pérdida provocada por alguna casa de bolsa.

De acuerdo con la diputada perredista Dolores Padierna, integrante de la subcomisión legislativa del Fobaproa, todas las casas de bolsa adquirieron Ajustabonos. La operación consistió en que estos intermediarios, además de algunos bancos e instituciones de desarrollo, utilizaron el ahorro del público para adquirir esos bonos, cuyo valor se deteriora mientras más largo es el plazo de vencimiento, además de que son muy sensibles a la variación en las tasas de interés.

La expectativa de los intermediarios era que durante 1993 y 1994 las tasas de interés pasivas tenderían a bajar, lo que les permitiría obtener mayores dividendos por la compra de los Ajustabonos.

Sin embargo, el asesinato del candidato presidencial priísta Luis Donaldo Colosio, en marzo de 1994, provocó un aumento de las tasas de interés, que pasaron de alrededor de 15 a 90 por ciento ese año, lo que derivó ``en una pérdida enorme a los intermediarios poseedores de los Ajustabonos'', señala la información.

``Como había sido el entonces secretario de Hacienda, Pedro Aspe, quien metió al negocio de los Ajustabonos a los dueños de casas de bolsa y bancos, los reclamos de los intermediarios financieros se tradujeron en una negociación para pasar las pérdidas a las sociedades de inversión que se manejaban en la Bolsa de Valores. Ya en el gobierno del presidente Ernesto Zedillo se tomó la decisión de transferir estas pérdidas al Fobaproa y al Fameval'', explica la información en poder de este diario.

Rescate de casas de bolsa

Los informes en poder de la subcomisión legislativa dicen que propietarios de casas de bolsa recibieron apoyo del gobierno a través del Fameval para cubrir pérdidas y créditos personales, que ahora engrosan el costo del rescate bancario.

El primer caso contenido en los reportes es el de Bursamex, Casa de Bolsa, con apoyos de Fameval por 4 mil 763 millones de pesos. ``El origen del crédito se ubica en 1993, cuando Eduardo Creel Cobián adquiere la casa de bolsa y forma el Grupo Financiero del Sureste, apoyado en un crédito. Para solventar el adeudo, Creel y su casa de bolsa invierten recursos en valores de tasa real a largo plazo con la intención de que la baja de las tasas de interés esperada para los años 1993 y 1994 generara utilidades suficientes para cubrir el saldo deudor''.

Agrega que con la inestabilidad financiera de 1994 las ganancias esperadas se convirtieron en pérdidas, que hasta enero de 1998 ascendían a 4 mil 763 millones de pesos. ``No se conoce que la autoridad haya hecho algún requerimiento a Creel Cobián sobre esa deuda, que ahora esta en poder del Fameval'', dicen los documentos legislativos.

Menciona otro caso: en la Casa de Bolsa Arka se generó una descapitalización provocada porque sus propietarios, los hermanos Lobo Morales, retiraron recursos de la intermediaria a principios de 1992 para canalizarlos a distintas sociedades de inversión.

Los reportes agregan que pretendió cubrirse la falta de liquidez con la adquisición de instrumentos de tasa real a largo plazo, denominados Guada-Col (certificados de participación del proyecto carretero Guadalajara-Colima), colocados por Banobras a 12 años con un premio real de 4.35 por ciento.

Con estos certificados, señalan los informes, los accionistas pensaban que podrían recuperar fácilmente el capital dispuesto e inclusive pensaron en vender la casa de bolsa a Carlos Cabal Peniche.

Sin embargo, agregan, no lograron vender la casa de bolsa y las tasas de interés aumentaron en junio de 1992, lo que provocó a la intermediaria un quebranto, en ese momento, de 62 millones de pesos, ``el cual fue solapado por la autoridad, que no efectuó ningún movimiento preventivo hasta noviembre de 1993, fecha en la que un nuevo aumento de las tasas provocó que la casa de bolsa se quedara sin liquidez para respaldar varios cheques emitidos, que después fueron avalados por el Banco de México''. Según los informes, esas pérdidas, que a enero pasado ascendían a 173 millones de pesos, fueron absorbidas por el Fameval.

Tercer caso: la casa de bolsa Estrategia Bursátil tomaba prestados papeles de deuda en el mercado mexicano para venderlos en Estados Unidos, pero los movimientos de las bolsas en ambos países provocaron que los títulos quedaran sin colocarse, lo que hasta noviembre de 1993 habría generado pérdidas por 93 millones de pesos. ``A la fecha no se sabe de ninguna petición de la autoridad para solicitar a los accionistas que repongan esa deuda''. Hasta enero, esta intermediaria había recibido apoyos del Fameval por 660 millones de pesos.

El cuarto caso documentado es el de Mexival Casa de Bolsa, que hasta enero de 1998 había recibido del Fameval apoyos por 389 millones de pesos. El adeudo de esta intermediaria, explican los informes, ``se refiere a supuestas obligaciones generadas por rendimientos garantizados a los clientes con obligaciones convertibles del grupo financiero, que no fueron cubiertas''.

Por último, Valores Bursátiles de México tuvo en 1994 pérdidas por 48 millones de pesos derivadas de la especulación con Certificados de la Tesorería de la Federación (Cetes). A la fecha no ha cubierto la deuda, pero sí ha recibido apoyos de Fameval por 857 millones de pesos.