El Correo Ilustrado

La Jornada domingo 26 de julio de 1998

Pidió ampliación de beca y Conacyt aún no le responde

Señora directora: Mucho agradeceré publicar la siguiente.

A Carlos Bazdresch Parada, director de Conacyt; Ignacio Loyola, gobernador del estado de Querétaro; Alfredo Zepeda, rector de la Universidad Autónoma de Querétaro; Ingeniero Sánchez Cázares, delegado de Conacyt en Querétaro:

Tres meses transcurridos, tres archivos de documentación misteriosamente extraviados que fueron entregados a mano y sellados de recibido, insistentes telefonemas y correos electrónicos no son suficientes. No obstante las repetidas declaraciones concernientes a la supuesta descentralización de Conacyt dirigida por Carlos Bazdresch Parada, mi caso es una prueba fehaciente de la política paleolítica, burocracia y patente discriminación administrativa existente en el órgano máximo de investigación de nuestro país.

Fui asignada beca de doctorado con duración de 34 meses y supongo que Claudia González Barbilla, directora de Planeación y Operación de Becas, piensa que durante los meses en que escribo mi tesis no tengo que pagar renta ni comer. Otros becarios que conozco (y quienes han accedido a que mencione sus nombres si es necesario) han recibido becas por 40 meses. ¿Por qué? ¿A partir de qué criterios y con base en qué normatividad se realiza la asignación de becas de posgrado en el extranjero?

Después de 60 días sigue sin respuesta a mi petición de extensión de beca. Ante la incapacidad de respuesta de mi Delegación Regional he tenido que emplear mis escasos recursos económicos para enviar mi representante legal hasta la ciudad de México, donde fue rebotado desde la Subdirección de Becas (licenciado Intriago) hasta la misma Dirección General (licenciada Catarina Rock). Evidentemente mi cumplimiento puntual de obligaciones y compromisos con Conacyt, así como mis repetidas peticiones y súplicas no son suficientes para hacer oír mi voz. Por favor, déjense ya de discursos y concéntrense en los hechos. Finalmente, sólo espero que mi atrevimiento no sea excusa para castigarme a mi regreso a México negándome el acceso a su Programa de Repatriación.

M. en A. Mayella Almazán Arreola, catedrática becaria Universidad Autónoma de Queretaro-Conacyt, doctorante en la Universidad de Essex, Reino Unido.


Su hijo fue hostigado sexualmente en un campamento de YMCA

Señora directora: Soy una madre que pasó por una experiencia terrible. La intención de estas líneas es evitar que esto le ocurra a otras personas que, como yo, buscan dar un sano entretenimiento a sus pequeños durante estas vacaciones de verano.

Inscribí a mi hijo de 8 años en un campamento de los que ofrece la Asociación Cristiana de Jóvenes, mejor conocida como ``la Guay o el Ymca'' en sus instalaciones de Camhomila, en Morelos. A su regreso, mi hijo se mostró retraído y molesto: no le agradó el campamento, pero además comenzó a hacer preguntas relacionadas con el sexo y terminó por describir cómo mientras todos estaban desnudos fue hostigado en los baños por un par de adolescentes de 12 y 13 años.

Acudí a reclamar y a saber toda la verdad de los hechos ante las autoridades de la Asociación. En actitud defensiva, los responsables de los campamentos y de la institución se negaron a aceptar el descuido, la falta de supervisión, el error de juntar en las mismas cabañas a niños de tan diversas edades e inclusive acostar, contra el reglamento, a niños y adolescentes en la misma cama. Para ellos lo único importante parece ser cobrar la cuota de mil 200 pesos por la excursión y no recabar antecedentes de los inscritos ni conversar previamente con los padres de familia.

Aunque la institución y los padres de los adolescentes que intentaron violar al más pequeño de los inscritos en el campamento afirman que el asunto ``no pasó a mayores'' y que se trata de ``juegos normales'' entre niños; yo desconfío de sus versiones y quiero presentar una pública protesta ante las autoridades y ante sus lectores.

A partir del momento en que mi hijo me confió lo sucedido, mi existencia dejó de ser la de todos los días y ahora vivo vigilando cada una de sus reacciones con el temor de que la agresión sufrida le genere secuelas indeseables.

Quiero que esta amarga experiencia sirva para advertir a los padres sobre los peligros de confiar a nuestros hijos a una institución que se ostenta cristiana, pero no muestra ese espíritu antes, durante ni después de una estadía que, en el caso de mi pequeño hijo, resultó traumática. Por mi parte, jamás volveré a inscribir a nadie en esos campamentos que tanta publicidad reciben y en donde cualquier cosa puede ocurrir. Tal pareciera que en estos cursos de verano domina el interés económico, el extremo descuido y la nula responsabilidad de la Asociación, que todo lo quiere justificar con un ``nunca nos había pasado algo así'' y que es ``imposible cuidar'' a cada uno de los niños.

Atentamente

Una madre desesperada y ofendida.


Propone se instaure el servicio público de banca y crédito

Señora directora: Para que pueda romperse el círculo vicioso en el que metieron a la banca los gobiernos neoliberales desde hace 15 años y ésta cumpla de una vez por todas con su función socioeconómica, es preciso que las organizaciones sociales y los miembros de la sociedad civil nos manifestemos por:

1. La instauración en México del servicio público de banca y crédito, en estricto apego a lo que establece la ley.

2. La asignación a ciudadanos técnicamente aptos, experimentados; de probada honorabilidad y sentido de beneficio colectivo, de las funciones bancarias y financieras, que tienen un claro interés público.

3. El cumplimiento de la función de intermediación de la banca, en el sentido de que los recursos que capte del público, vía ahorro interno, los canalice a las actividades productivas del país, a través de las diversas modalidades del crédito.

4. La reactivación de la planta productiva --históricamente la mayor generadora de empleo--, mediante el enlace de los eslabones de las cadenas productivas nunca antes integradas o rotas como consecuencia de las crisis económicas recurrentes y de la precipitada apertura comercial.

5. El cobro a los deudores de la banca --personas y organismos sociales-- de tasas de interés justas por los créditos concedidos para diversos fines, mediante amortizaciones que se negocien a plazos razonables.

6. La inversión extranjera productiva, que en forma complementaria contribuya al desarrollo económico de México y a la generación de fuentes de empleo, ligadas con el interés nacional.

7. El otorgamiento de capacitación y adiestramiento a los empleados bancarios, a fin de que obtengan una preparación óptima en sus correspondientes campos de actividad; adopten una actitud de servicio ante el público usuario, y puedan aspirar a puestos de mayor responsabilidad y mejores salarios, con la conciencia de que deben servir al interés de México.

8. La instrumentación en las instituciones bancarias de sistemas administrativos que permitan una mayor participación de los trabajadores en la definición de funciones, planes de trabajo y en la toma de decisiones.

9. La capacitación de los funcionarios bancarios en la aplicación de dichos sistemas administrativos, para que no continuén haciendo víctimas de su improvisación a los subordinados, al echar mano de la ley del menor esfuerzo: los despidos masivos.

10. La constitución de una asociación pro derechos de los empleados bancarios, dada la ilegitimidad de la federación de sindicatos del sector y de las organizaciones que agrupa, cuyos representantes han abandonado a su suerte a los sindicados en el proceso de fusiones que viene llevándose al cabo entre las instituciones bancarias nacionales, para que bancos extranjeros asuman el control del accionariado de los grupos financieros del país.

Atentamente

Juan José Oseguera Goytortúa.