Manipularon información privilegiada: reporte legislativo
Roberto González Amador Ť Los bancos mexicanos recibieron información anticipada con la que tomaron la decisión de transferir al Fondo Bancario de Protección al Ahorro (Fobaproa) pérdidas generadas por la emisión de bonos carreteros, luego de que se admitió el fracaso del programa de autopistas privadas, según información de la subcomisión legislativa que investiga el rescate bancario.
Cuando el gobierno anunció, en el sexenio pasado, que empresas privadas recibirían la concesión para construir y operar autopistas, los bancos emitieron bonos carreteros que se colocarían en el mercado de dinero para financiar esos proyectos.
Las carreteras recibieron sólo 30 por ciento del aforo calculado; los bonos dejaron de ser atractivos en el mercado de dinero y se depreciaron, lo que produjo pérdidas a los emisores de esos documentos.
Estos bonos estaban en poder de los bancos, que los negociaban en el mercado de dinero a través de sus sociedades de inversión. Los grupos financieros, señala el reporte, recibieron información anticipada de que el gobierno rescataría los bonos carreteros. ``En cuanto recibieron la información, las sociedades de inversión propiedad de las instituciones de crédito que habían invertido en los bonos carreteros trasladaron todas las pérdidas al banco y luego éstos las pasaron al Fobaproa'', explican los informes entregados a este diario.
Sin embargo, en ese lapso las sociedades de inversión de los bancos pudieron obtener mayores ganancias.
Una vez que los bancos transfirieron al Fobaproa las pérdidas de los bonos carreteros, las mesas de dinero de esas instituciones recompraron los documentos un valor bajo, pues ya sabían que el gobierno iba a rescatar esos instrumentos.
Una vez que se anunció el rescate carretero, a mediados del año pasado, el valor de esos bonos se incrementó y los bancos capitalizaron esas ganancias.
Los reportes, que forman parte de una investigación en la que participa la diputada perredista Dolores Padierna, detallan que la deuda generada por el rescate carretero es casi tres veces superior a la reconocida oficialmente por el gobierno, que la calcula en 18 mil 800 millones de pesos.
El gobierno salvó a empresas como Triturados Basálticos (Tribasa), propiedad de David Peñaloza; Ingenieros Civiles Asociados (ICA), la principal constructora del país, dirigida por Bernardo Quintana, y Grupo Mexicano de Desarrollo, entidad que el viernes fue obligada por las autoridades a suspender la cotización de sus acciones en la Bolsa Mexicana de Valores.
Según la investigación de la diputada Padierna, el rescate carretero por 18 mil 800 millones de pesos no se hizo con dinero líquido, sino con unos bonos emitidos por el gobierno y avalados por el Banco de México llamados PIC-FARAC, (Pagarés de Indemnización Carretera-Fideicomiso de Apoyo para el Rescate de Autopistas Concesionadas).
El Banco de México, agrega el informe, creó el FARAC para que los Pagarés de Indemnización Carretera tuvieran el aval del gobierno federal y se negociaran en el país.
Estos pagarés se cotizan en la Bolsa Mexicana de Valores con las siglas PIC-FARAC, ``pero son deuda contingente que el gobierno ha decidido mantener oculta'', pues no ha informado de ella al Congreso.
Los bonos PIC-FARAC pagan una tasa de interés equivalente a la de los Certificados de la Tesorería de la Federación (Cetes) más 5.625 puntos y vencen cada 185 días hasta completar un plazo de diez años.
Así, señala la diputada perredista, el gobierno recibió los activos carreteros con un valor de 18 mil 800 millones de pesos, pero el solo pago de los intereses generados por los bonos PIC-FARAC ha elevado la deuda por el rescate de las autopistas a 69 mil 740 millones de pesos.