Suspenden a 63 agentes por dopaje; cuatro, mandos medios
Humberto Ortiz Moreno Ť Dos comandantes y dos subdelegados de la Policía Judicial del Distrito Federal (PJDF) fueron separados de sus funciones al comprobarse que tenían antecedentes penales o bien que eran adictos a la cocaína.
Felipe Erasto Santiago Cruz fue separado de su cargo dentro de la Dirección de Operaciones de la PJDF, al quedar en claro que tenía antecedentes penales por intento de homicidio y portación de arma prohibida, mientras que Daniel Fernández Montejo, subdelegado en Tlalpan, tuvo ingresos a la cárcel por robo.
Respecto a Erasto Santiago, las pesquisas internas revelaron que el policía, de extracción militar, trafica con armamento, abasteciendo, según se afirma, a Tepito y la colonia Buenos Aires.
El policía es acusado también de ser la cabeza de un grupo delictivo dedicado al secuestro express, que significa privar a la víctima de su libertad para vaciar sus tarjetas de crédito o pedir una suma de dinero para liberarla el mismo día.
Dicho funcionario es parte del grupo de destituidos y suspendidos en el programa de moralización de la Procuraduría capitalina, que además de investigar el pasado delictuoso de algunos funcionarios, busca las actividades actuales de los servidores públicos que trabajan dentro de la Policía Judicial, dijo el director de esta corporación, Mauricio Tornero Salinas.
Entre los 63 policías judiciales suspendidos tras el examen antidoping, que les resultó positivo y los delató como consumidores de cocaína, hubo cuatro mandos medios, entre los que figuran Raúl Pérez Burillo, subdelegado en Benito Juárez, y el de Tlalpan, Daniel Fernández.
Tornero informó que se investiga al delegado en Miguel Hidalgo, Carlos Venegas Contreras, por ``comercializar patrullas entre agentes a cambio de vales de gasolina''.