BM: la crisis de México, por ``prisa y descuido'' en la apertura financiera
Roberto González Amador Ť Las instituciones y las ``reglas del juego'' fueron descuidadas ante la ``prisa'' por liberalizar los sistemas financieros en países como México, aseguró el Banco Mundial en un reporte elaborado este mes.
Mientras en México continúa un intenso debate sobre el rescate gubernamental al sistema financiero, el organismo afirmó que la falta de reglas formales o informales fue uno de los factores decisivos que provocaron la crisis bancaria mexicana.
México fue de los países que a principios de esta década emprendieron uno de los procesos de liberalización del sistema financiero más importante en América Latina, que para el caso del país incluyó la reprivatización de las instituciones de crédito que habían sido nacionalizadas en 1982.
El Banco Mundial sostuvo que la liberalización de los sistemas financieros en América Latina fue realizada por los gobiernos sin cuidar el entramado legal, que garantizara una sana operación futura de esas entidades.
``La importancia de las instituciones, de las reglas del juego, fue descuidada ante la prisa por liberalizar los sistemas financieros a principios de la década de los años 90'', indicó.
El organismo destacó la importancia de que existan y se cumplan reglas formales o informales, como las constituciones, leyes y contratos, debido a que éstas afectan el comportamiento de las personas y las empresas.
Agregó que la liberalización financiera aunada a una falta de reglamentos fueron los factores decisivos de la crisis progresiva de Asia, así como de la sufrida recientemente por México.
La liberalización de los sistemas financieros en América Latina fue una de las reformas impulsadas por el Banco Mundial desde principios de la década y que incluía, además, la apertura comercial y el adelgazamiento del Estado, entre otros. Al conjunto de esos preceptos, aplicados rigurosamente por el gobierno mexicano, se conoce como el Consenso de Washington, en alusión a una conferencia realizada en esa ciudad en 1990, que reunió a especialistas y funcionarios encargados de temas del desarrollo.
Desde entonces, indica el Banco Mundial, los responsables de la formulación de políticas, así como organismos internacionales y comités asesores se han adherido en gran parte a los preceptos del Consenso de Washington.
Admite que ``evidentemente el Banco Mundial formó parte del Consenso de Washington, el cual ahora nos damos cuenta que era incompleto'', debido a que los cambios en materia económica y financiera no fueron acompañados de reformas a los sistemas legales.
De acuerdo con el Banco Mundial, en la liberalización financiera planteada por el Consenso de Washington ocurrió ``un error'':
``En el sector financiero se insistió casi de manera exclusiva en la desregulación. Pero esto debió haberse hecho al mismo tiempo que se mejoraban las instituciones financieras, porque es riesgoso tomar una medida y no aplicar la otra''.
En México se realizó a principios de esta década uno de los procesos de liberalización financiera más ambiciosos de América Latina, como parte de una estrategia globalizadora del anterior gobierno que incluyó, también, la firma de tratados comerciales y la apertura de las fronteras a los productos del exterior, en consonancia con las recomendaciones del Consenso de Washington.
Entre 1982 y 1990 la banca mexicana fue propiedad del Estado y a partir de 1991 fueron reprivatizadas 18 instituciones de crédito.