Astillero Ť Julio Hernández López
El próximo domingo se elegirán gobernadores y diputados locales en Veracruz, Oaxaca y Aguascalientes, y además presidentes municipales en esta última entidad.
De acuerdo con las previsiones más confiables, el PRI tendría plenamente asegurado el triunfo en las gubernaturas de Veracruz y, con márgenes menores, de Oaxaca. En Aguascalientes, las apariencias favorecen al PAN.
Las elecciones de este domingo ayudarán a ir definiendo el nuevo panorama político nacional, no sólo por cuanto a los resultados numéricos en sí, sino, sobre todo, por el perfil de los ganadores y los principales perdedores, y por los efectos que tengan al interior de los partidos.
Veracruz: la nueva estrella del canal
Miguel Alemán Velasco fue considerado siempre como el único priísta capaz de salir adelante del atolladero en el que Patricio Chirinos (y Miguel Angel Yunes) convirtió a Veracruz.
El único obstáculo que pudo habérsele presentado le fue, además, peculiarmente retirado. Ignacio Morales Lechuga, ex procurador capitalino y federal de justicia, y mucho antes poderoso secretario general de Gobierno del propio Veracruz, pretendió convertirse en una figura de oposición al vicepresidente de Televisa, buscando una alianza de partidos que lo propusiese para la gubernatura.
En tal proyecto, Morales Lechuga se topó con la animadversión militante de un influyente segmento de la cúpula nacional del perredismo. El notario público y ex embajador en Francia fue acusado de complicidades con el salinismo, en el que tuvo sus más importantes cargos nacionales y, además, de estar implicado en asuntos oscuros como el narcotráfico.
Finalmente, Morales Lechuga fue condenado a quedar sin la postulación perredista, en cuya construcción llevaba meses trabajando. En todo caso, debió refugiarse en una alianza partidista menor y, a estas alturas, aparece en varias encuestas en un sitio bastante inferior.
Con la dilución política de Morales Lechuga, Alemán Velasco fue beneficiado. La manera abrupta como se dio el rechazo del ex procurador alimentó la versión de que su desplazamiento había sido consecuencia de un pacto de alto nivel entre el perredismo cardenista, con la vista puesta en el 2000, y Televisa.
Los demás candidatos poco han podido hacer frente al torrente económico del neoalemanismo. El economista Luis Pazos ha mantenido en segundo lugar al panismo, con una campaña salpicada de propuestas polémicas. Arturo Herviz, el perredista que ocupó el espacio buscado por Morales Lechuga, parece haber conservado la unidad de su partido y, así, aspirar a sostener una cuota electoral decorosa.
Pero, sin lugar a dudas, este domingo el famoso canal de televisión habrá de agregar una más, veracruzana, a su colección de estrellas.
Oaxaca: el PRI tradicional contra el PRI ¿de izquierda?
Todo parece preparado para que José Murat Casab sea el próximo gobernador de Oaxaca. Ha debido remar contra la activa oposición del gobernador Diódoro Carrasco Altamirano, cercano afectivamente al presidente Ernesto Zedillo. Tal oposición se mantuvo, subterránea pero siempre detectable, a lo largo de la campaña.
Pero, además, se ha visto obligado a enfrentar (a veces con enojos que dan cuenta de los riesgos a los que su temperamento lo puede llevar ya en el poder) la cada vez más belicosa actitud de su principal adversario, Héctor Sánchez, el candidato del PRD.
Es posible que Murat hubiese creído que Sánchez iba a ser un opositor intencionalmente débil y acaso manipulable. Proveniente de las luchas de la Coalición de Obreros, Campesinos y Estudiantes del Istmo (COCEI), Sánchez fue recorriendo un camino político que le llevó a estar con Murat en diversas circunstancias en las que, a entender del priísta, se irían estableciendo compromisos políticos con el sistema.
Héctor Sánchez, conviene decirlo, forma parte de una franja del perredismo que ha privilegiado los acuerdos con el gobierno por sobre la confrontación y que, a decir de sus críticos, suelen encontrar beneficios personales en esos arreglos coyunturales. Esa franja de perredismo light, o blandengue, si queremos usar un término castizo, ha sido utilizada con frecuencia por el aparato gubernamental priísta para promover al interior del PRD posturas determinadas y frenar aceleramientos.
Como coordinador de los senadores perredistas, Sánchez fue acusado en tribuna, y en los murmullos extraoficiales, de beneficiarse ampliamente de su posición. Había quienes aseguraban que el verdadero coordinador de esa fracción era el senador priísta Murat, quien además sería el conducto directo para afianzar adecuadamente los compromisos buscados.
Ya en campaña, sin embargo, Sánchez no dudó en irse a la yugular de Murat. Ciertamente, su presencia y su colocación electoral creció, hasta convertirse en una amenaza real para el PRI.
Los mecanismos de seguridad electoral priísta que se han visto en Oaxaca (reparto de bienes, créditos, cheques y demás; olores a mapache) parecen adelantar que el sistema hará ganar a Murat a como dé lugar. Nadie se estremecería, sin embargo, si Sánchez ganara. En el fondo, ambos aparecen en un mismo gran casillero, con dos subdivisiones: Murat, el representante del viejo PRI, y Sánchez, una especie de priísta de izquierda.
Aguascalientes: la revancha del PAN
A Héctor Hugo Olivares Ventura le tocaron las peores condiciones posibles cuando por fin alcanzó la candidatura a gobernador. Las divisiones al interior del priísmo producidas por Otto Granados, la oposición de éste a su postulación, su reciente pertenencia al comité nacional tricolor presidido por Humberto Roque y la existencia de un panismo local vigoroso que, con un triunfo, le daría bríos al nacional para emprender con mejores ánimos las viscosas tareas de las negociaciones y las concertacesiones en temas como, por ejemplo, el Fobaproa.
Con todo lo que ha tenido a la mano, Olivares Ventura ha tejido sus expectativas de triunfo. El gremio magisterial, el voto campesino, las tretas electorales. Pero tales elementos no serían suficientes. Su perfil político no parece encajar en el ánimo de un electorado predominantemente urbano en un estado que es casi la pura ciudad. En contra le han arrojado cuanto han podido: su denso historial priísta y presuntos fraudes con algodón de La Laguna y en la regularización cenecista de vehículos extranjeros.
Enfrente ha tenido a un empresario exitoso, Felipe González, y a un electorado proclive al cambio político. Y algo más: la decisión irreversible de la directiva nacional del PAN de pelear con bravura la plaza hidrocálida.
Astillas: Luego de este paquete de comicios, habrá elecciones el 4 de octubre tanto en Oaxaca, de 570 presidentes municipales, como en Chiapas, de diputados locales y 111 ayuntamientos. El 25 de octubre se elegirán diputados locales, alcaldes y gobernador de Tamaulipas. El 8 de noviembre terminará el calendario electoral de 1998 con Sinaloa, Tlaxcala, Michoacán y Puebla, donde se votará por gobernador, diputados locales y presidentes municipales... De toda la corporación, sólo un agente judicial del estado de Morelos comulgó durante la magna misa celebrada ayer por el obispo de la entidad en el patio de la Procuraduría estatal de Justicia... Y hablando de procuradores, Samuel del Villar dejó plantados a diputados del Distrito Federal, miembros de la Comisión de Derechos Humanos, y en su lugar mandó al subprocurador del ramo. Los legisladores no aceptaron la suplencia y cancelaron la reunión. ¿Quién asesorará a don Samuel? ¿O serán decisiones personales?
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