Incluir o excluir temas es una decisión de ``política educativa'', dicen en la dependencia
Rosa Elvira Vargas Ť El nuevo libro de texto gratuito de Ciencias Naturales para quinto año de primaria, donde se incluyen lecciones de educación sexual, no fue ni será objeto de negociación. Incluir o excluir diversos temas en esos materiales han sido siempre ``decisiones de política educativa'' basadas en recomendaciones y sugerencias de los educadores y pedagogos al servicio de la Secretaría de Educación Pública (SEP), puntualizaron funcionarios de la dependencia.
Trascendió que especialistas y responsables de la edición, además de presentar el libro ante la prensa el pasado miércoles, se reunieron con diversos grupos sociales, sindicales y de estudiosos de la materia, a fin de explicar su contenido y orientación pedagógica.
Pero todo ello con la contundencia de un hecho: el tiraje de dos millones 903 mil 750 ejemplares, que a partir del próximo mes estarán en los pupitres de los estudiantes del penúltimo grado de primaria.
El reiterado llamado del titular de la SEP, Miguel Limón Rojas, en el sentido de que este nuevo material no suscite conflicto y su lectura destierre el morbo y el escándalo, pues se trata de información indispensable en la formación de los educandos, se basa en evidencias que si bien se presentaron hace casi cinco lustros, mantienen vigentes a sus protagonistas.
Cuando en el sexenio de Luis Echeverría Alvarez se reformaron los planes y programas de estudio y se elaboraron nuevos libros de texto gratuito, la Unión Nacional de Padres de Familia (UNPF) organizó sonoras protestas, básicamente contra los de Ciencias Naturales y los de Ciencias Sociales. A unos y otros los acusaban de ser ``pornográficos y socializantes''.
Actos que en su momento y a cualquier distancia resultan censurables, como quemar en plazas públicas los libros de texto, fueron efectuados por la unión en manifestaciones realizadas en ciudades como Monterrey, San Luis Potosí y Aguascalientes.
La presión de la UNPF, en inicial alianza con sectores del clero católico, fue tal que en la segunda edición del libro de Ciencias Naturales, la entregada para el ciclo escolar 1975-1976, los dibujos donde un niño y una niña aparecían desnudos, tuvieron que ser ``prudentemente'' vestidos con trajes de baño,
Además, en la lección que establecía como el inicio de la producción de óvulos en la mujer y de espermatozoides en el hombre establece la posibilidad de ser padres, debió añadirse la siguiente advertencia: ``...pero no quiere decir que esté preparado para ello. Tiene que crecer, trabajar, ganar lo suficiente para formar una familia, ser responsable y capaz de hacer frente a tus compromisos''.
La UNPF ``se manifestaba renuente a que el sexo se viera únicamente a través del prisma biológico, y criticaba el tratamiento que se daba a prácticas como la masturbación y explicaciones de la evolución de la especie, y reclamaban el derecho de los padres de familia para ser ellos, y no la escuela, quienes dieran la educación sexual'', menciona en su tesis doctoral la investigadora Valentina Torres, de la Universidad Iberoamericana.
En el caso de los libros de Ciencias Sociales, la publicación de fotografías del ex presidente chileno Salvador Allende y del cubano Fidel Castro, despertó el mismo rechazo de la UNPF, ``por contener una ideología tendenciosa, socializante y medio sutil del gobierno para transformar su estructura liberal en un claro socialismo de Estado tendiente a desembocar en un comunismo ateo''.
Hoy, 25 años después, en la presentación del nuevo libro, la SEP puntualiza sus objetivos: ``En el caso de las Ciencias Naturales, el reconocimiento de los fenómenos naturales que rodean al alumno, incluidos los procesos que se llevan a cabo en su cuerpo, debe llevarlo no sólo a comprender algunos aspectos que caracterizan a la actividad científica sino, sobre todo, a desarrollar su capacidad de observar, de plantear preguntas, de dar explicaciones sencillas, de buscar respuestas que pueda verificar y que le permitan sistematizar datos''.