Gómez y Gómez, por un ``nuevo y definitivo'' programa de apoyo a deudores
David Carrizales, corresponsal, Monterrey, NL, 30 de julio Ť Después de reunirse con integrantes de El Barzón, el presidente de la Asociación de Banqueros de México (ABM), Carlos Gómez y Gómez, se manifestó a favor de un nuevo y definitivo programa de apoyo a deudores, que beneficie a los acreditados cumplidos y permita incorporar a quienes no están en condiciones de pagar.
Sin embargo, puntualizó que para aplicar un nuevo programa de apoyo a deudores es necesario establecer bases firmes para el crecimiento sostenido de la economía, pues hasta hoy no se han visto avances hacia el establecimiento de una política económica de Estado, pese al ofrecimiento del presidente Ernesto Zedillo.
``Todavía es tiempo. Invitaría a las fracciones parlamentarias a ponerse a trabajar en un plan económico de Estado, para que esté listo de aquí a marzo del 2000, cuando inicie la carrera por la Presidencia de la República, a fin de que se marquen ciertas bases y parámetros que nos eviten tener un problema de fin de sexenio y podamos hacer una transición ordenada, que sin duda en la parte política lo estamos logrando, y sería importante que en la parte económica se lograra también''.
Posteriormente, en una conferencia de prensa que ofreció en las oficinas del Centro Bancario de Nuevo León, Gómez y Gómez rechazó que su defensa de las iniciativas de reforma al sistema financiero, propuestas por el Poder Ejecutivo, lo conviertan en partícipe de una campaña de propaganda como aliado gubernamental. ``No soy vocero del gobierno, sino únicamente de los banqueros'', señaló.
Sobre su reunión con los barzonistas, expuso que el nuevo programa de apoyo a deudores tendría que ser resultado de una negociación entre el Ejecutivo y el Legislativo, ``nosotros lo único que podemos hacer, si así lo solicitan las partes, sería fungir como interlocutores, pues no tenemos poder de decisión''.
Explicó que los barzonistas piensan que si nace un nuevo plan de deudores o plan final, ellos estarían de acuerdo en que se pusiera una fecha límite, para que prácticamente todos los deudores estuvieran en este nuevo programa, y los que no lo hicieran se les aplicaría todo el rigor de la ley, ``porque tenemos que terminar con la cultura del no pago en nuestro país''.
Antes de la reunión con los deudores, el presidente de los banqueros sostuvo un encuentro con miembros del Instituto Mexicano de Ejecutivos de Finanzas (IMEF), donde consideró que la iniciativa gubernamental para convertir en deuda pública los pasivos del Fondo Bancario de Protección al Ahorro (Fobaproa) es susceptible de modificación y mejoría.
Rechazó las posturas radicales asumidas por el gobierno y el Partido de la Revolución Democrática (PRD) en la discusión de las reformas al sistema financiero. Por definición, dijo, las actitudes extremas dificultan la posibilidad del acuerdo y crean un espacio de incertidumbre social en el que difícilmente se puede avanzar.
Gómez y Gómez se refirió también a la consulta pública organizada por el PRD para el 30 de agosto, en la que se preguntará a la población si acepta la conversión a deuda de los pasivos del Fobaproa, que suman 65 mil millones de dólares.
Dijo que las preguntas cuestionarán si los mexicanos están dispuestos ``a pagar con más sacrificio el rescate a los bancos'', y de esa manera ya tienen una respuesta previsible.
``Como las preguntas serán las respuestas. Hacer énfasis en los aspectos negativos de las soluciones no resuelve los problemas; por el contrario, los agudiza y además retarda, si no es que cancela la posibilidad de lograr una solución definitiva.
``Habría que preguntar a los titulares de los 26 millones de cuentas bancarias si quieren perder sus ahorros. Y habría que preguntar también a todos los mexicanos si quisieran vivir una crisis igual a la de 1995. Si es sólo cuestión de mayoría, hay que recordar que por cada crédito existen ocho cuentas de ahorro'', afirmó Gómez y Gómez.
Sobre el tema de la consulta del PRD, señaló que no es tiempo de convocar a los mexicanos a que asuman posturas de confrontación. ``Nos resistimos a imaginar una contienda entre ahorradores y deudores, entre contribuyentes y gobierno, entre banca y partidos políticos'', indicó.