El DDF no tuvo ``favoritismo'' con mi empresa; ni me pagaban: Kahwagi
Ricardo Olayo Ť La disputa legal que ha iniciado el gobierno en contra del ex titular de Servicios al Transporte, Fernando Peña Garavito, omite información relevante, sostiene Jorge Kahwagi Gastine, dueño de la empresa aparentemente favorecida en un contrato firmado en 1995. ``La irregularidad no está en ese contrato sino en la retención de pagos que hizo el DDF durante seis meses con el consecuente daño a nuestra compañía'', reclamó el empresario en entrevista.
El ex presidente de la Canacintra aseguró que a diferencia de lo que ha informado la autoridad, el contrato impugnado se firmó el 2 de junio de 1995 y no el 12 de mayo de ese año, y aseveró que la firma cumplió con la normatividad pues se hizo cuando la DGST había obtenido el visto bueno del Subcomité de Adquisiciones correspondiente para comprometer los recursos.
El convenio se firmó con vigencia hasta el 28 de abril de 1998, fecha en que tenía que concluir el compromiso de Cosmocolor con el gobierno; sin embargo, a tres meses de distancia, la empresa sigue prestando el servicio de expedición de licencias en las oficinas de Servicios al Transporte, sin recibir el pago mensual por la producción de hasta 80 mil licencias, por lo que el gobierno le adeuda 15 millones de pesos.
No hay nada irregular en la investigación emprendida, porque el costo unitario de cada licencia se respetó, siempre de acuerdo con convenios firmados en los plazos legales establecidos para ello, de tal forma que ``no hubo favoritismo'', sostuvo Kahwagi.
La diferencia de 954 mil 357 pesos que argumenta como pago extra el gobierno, se explica por un acuerdo de Cosmocolor con la DGST para aumentar 9 por ciento el costo de cada licencia, y se dio luego de que durante cinco meses el gobierno dejó de pagar argumentando que no tenía recursos. De cada uno de esos trámites tiene documentos que lo avalan, aseguró.
De la información conocida hasta ahora sobre el caso Peña Garavito, dijo que la Contraloría no ha informado que antes de la firma del contrato cuestionado se suspendieron durante los primeros cinco meses de 1995 los pagos a Cosmocolor y posteriormente cuando se reintegraron 9 millones 200 mil pesos, no se incluyó intereses por el retraso.
``Esa sí es una irregularidad que dañó económicamente a la compañía, mientras el DDF se ahorró el pago del IVA y de los intereses'', subrayó respecto las operaciones que involucran a su empresa.
A petición de Peña, Cosmocolor tuvo que adquirir equipo y nueva tecnología para mejorar la presentación de las licencias, lo que significó una inversión de mas de 2 millones 750 mil dólares que permitió dotar de nuevas características a las licencias y tarjetones de circulación.
El contrato del 11 de mayo de 1995 se dio por finiquitado porque la DGST pretendía incorporar las sanciones a la empresa en caso de incumplimiento, lo cual quedó incorporado en el nuevo contrato de Prestación de Servicios Profesionales cuya fecha de inicio de negociaciones fue el día siguiente, pero que se firmó hasta el 2 de junio, una vez que Peña había solicitado la autorización de recursos, según lo indica en un oficio que proporcionó a este diario.