La Jornada 5 de agosto de 1998

``Error'', afirmar que paramilitares retuvieron a los agregados: Davidow

David Aponte Ť El Pentágono ``cometió un error'' al afirmar que los integrantes adscritos a la agregaduría militar de la embajada de Estados Unidos fueron retenidos por personas armadas en Chiapas. En Los Plátanos ``no había nada de grupos paramilitares'', dijo el embajador estadunidense, Jeffrey Davidow.

De hablar lento, pocas palabras y lenguaje diplomático, explicó que la Casa Blanca, el Capitolio y diversos sectores de su país están sumamente interesados en el conflicto chiapaneco. Sin embargo, asegura, la actual situación en ese estado mexicano no representa un problema de seguridad nacional para su país, por tanto, el Departamento de Defensa no brinda entrenamiento o asistencia militar a México en materia de contrainsurgencia.

Por otro lado, asegura que el equipo militar donado por Estados Unidos al Ejército Mexicano no puede ser utilizado en Chiapas o en otras tareas ajenas a la lucha contra las drogas; las autoridades estadunidenses tienen un mecanismo de monitoreo sobre ese material bélico, menciona el diplomático con experiencia de 30 años en el servicio exterior de su país.

Acerca del proceso electoral del año 2000, afirma: ``gane quien gane, no me voy a meter''. Sin embargo, el gobierno de Washington quiere un vecino con un sistema democrático fuerte, que respete los derechos humanos.

Suavizar errores e irritaciones

Entrevistado en el despacho de la legación, justifica el operativo Casablanca con el argumento de que en una relación tan intensa como la de México y Estados Unidos puede haber ``errores e irritaciones'', pero los gobiernos deben ``suavizar'' los problemas bilaterales.

-Llega usted en un momento difícil para nuestro país. Tenemos problemas relacionados con el panorama financiero, el escándalo Fobaproa, y el conflicto de Chiapas. ¿Qué piensa usted de la situación en México?

-Antes que (opinar sobre) toda la situación en México, (creo que) se trata de problemas y asuntos de los mexicanos y no es mi trabajo ni mi puesto hacer comentarios domésticos sobre el país. Creo que México ha vivido cambios en los últimos años, como en otros países democráticos y que puede afrontar las circunstancias de hoy en día. Sí, hay problemas de tipo financiero, pero el sistema mexicano está enfrentando la situación y empezando a lograr soluciones.

-Sobre Chiapas, ¿qué es lo que le preocupa a su gobierno?, ¿el hecho de que se esté prolongando el conflicto?

-Hay un interés bastante grande en Estados Unidos de parte de los congresistas y de otros grupos, sobre la situación en Chiapas. Esto es obvio. Al mismo tiempo, hemos declarado -y pienso- que este es un problema mexicano, que como dije antes: existen la voluntad y la capacidad para resolver sus propios problemas.

-¿No es un problema de seguridad nacional para Estados Unidos?

-No.

-¿Por qué enviar, entonces, personal de la embajada adscrito a la agregaduría militar a Chiapas?.

-Porque hay tanto interés en Estados Unidos. Es muy importante para la embajada tener toda la información posible porque cada día estamos recibiendo peticiones de información de ciudadanos estadunidenses y de otros sectores. Y la única manera con la cual nosotros podríamos mantener nuestra credibilidad es dando un análisis de la situación en Chiapas; si hay personas de viaje, pueden tener un problema por lo que está pasando. Nosotros mandamos gente a todos los estados de México, como su embajada (mexicana) lo hace en Estados Unidos. Esta es una actividad normal de las misiones diplomáticas.

-¿No resulta peligroso para el personal de la embajada de Estados Unidos acudir a ese tipo de zonas?

-Nosotros obviamente tomamos las precauciones necesarias. En el caso, por ejemplo de Los Plátanos, nuestro personal no estaba en peligro alguno. No hay nada oculto en nuestros viajes. Por ejemplo, en el más reciente, informaron de su salida de la ciudad de México a la Secretaría de la Defensa Nacional, viajaron en un auto de la embajada con placas diplomáticas, presentaron sus credenciales en los puestos de control (del Ejército). Lo hicieron, incluso, en un puesto al lado de la entrada de Los Plátanos, unos minutos antes de su entrada, y no recibieron alguna indicación de que no podían entrar a la comunidad.

``Sí, estamos preocupados por lo que vemos. Estamos preocupados por la salud y la seguridad de todos nuestros colaboradores. Pero al mismo tiempo necesitamos conocer el país''.

-Aquí el punto es que hubo información del Pentágono en el sentido de que (el mayor Thomas Gillen y la sargento Elizabeth Krug) habrían sido detenidos por grupos paramilitares.

-El Pentágono cometió un error. No hubo de nuestro conocimiento grupos paramilitares. Había una reunión de ciudadanos de esa aldea, que obviamente sospechaba de la entrada de extranjeros, pero yo no tenía conocimiento de nada de grupos paramilitares.

-Por la información que ustedes han recabado en sus análisis, ¿han detectado la presencia de estos grupos en el estado de Chiapas?

-Nosotros estamos leyendo los reportajes de ustedes, pero no estoy en posición de hacer comentarios sobre quién está haciendo qué en Chiapas. Lo que podría decir es sobre el acontecimiento en Los PlátanosÉ

-La semana pasada surgieron comunicados de prensa en la Secretaría de Relaciones Exteriores y la embajada acerca de que se debe avisar de los movimientos de los diplomáticos a la cancillería. ¿El caso está cerrado para ustedes?

-Creo que el caso está cerrado y nuestros países entienden que los diplomáticos tienen inmunidad al viajar. Al mismo tiempo nuestros países entienden que, especialmente sobre la situación de Chiapas, hay que mantener una prudencia en sus viajes, avisando a las autoridades (militares). Lo hemos hecho y vamos seguir haciéndolo.

-Sobre la asistencia militar que está brindando el gobierno de su país a México, ¿ustedes tienen indicios de qué se está utilizando en Chiapas? Los congresistas de Estados Unidos están por una resolución para vigilar que este tipo de cooperación no sea utilizada ahí.

-Hay que dividir el asunto. La asistencia militar que damos a México es para la campaña antinarcóticos. Por ejemplo, hemos proporcionado unos 70 helicópteros, pero son para la lucha contra las drogas. No hemos otorgado asistencia o equipo militar para otros propósitos. El Ejército Mexicano ha comprado algunos elementos para sus bases militares, como vehículos Hummer (jeeps). Pero no fueron donados o parte de la asistencia, son una compra. México tiene el derecho de comprar lo que piensa que necesita. Esta es una venta comercial, no es asistencia.

-Mucho se ha hablado de la posible asesoría que podría estar brindando Estados Unidos en materia de contrainsurgencia, ¿cómo verifican que el equipo donado para la lucha antinarcóticos no se utilice en otras tareas?

-Tenemos un entendimiento con el Ejército (mexicano), con la Secretaría de la Defensa, y al mismo tiempo podemos asegurarnos de que la asistencia está siendo utilizada con los fines acordados, la lucha contra las drogas. Entonces, hay un proceso de monitoreo en este sentido y nosotros también tenemos confianza en que eso sí está funcionando.

-¿De la posible asesoría militar para la contrainsurgencia?

-Nosotros no estamos proporcionando ninguna asesoría de este tipo a México.

-¿Está prohibido por alguna legislación estadunidense?

-No sé si hay una ley, pero la asistencia que estamos proporcionando está dirigida a la lucha antinarcóticos.

-¿Cuál es su percepción sobre la situación de los derechos humanos en México?

-El hecho es que cada año el Departamento de Estado redacta un informe, que es bien recibido en el mundo, sobre los derechos humanos. Creo ha habido un progreso en México y que el gobierno está comprometido en proteger los derechos humanos de los mexicanos. Al mismo tiempo ha habido problemas, subrayados en ese informe.

-Por lo que toca a la relación bilateral, algunos problemas tienen que ver con la lucha contra el narcotráfico y la migración. ¿Cuál es la perspectiva que tiene usted del tratamiento de estos temas?

-Creo francamente que ha habido avances en estos aspectos. En cuanto a la migración se debe recalcar la existencia de un flujo de personas entre Estados Unidos y México, quizá el más grande de entre cualesquiera otros países, y estamos trabajando con el gobierno de México para mejorar la situación de quienes cruzan la frontera. Cada año los mexicanos cruzan la frontera 250 millones de veces. Para mí es muy importante que cada persona, con documentos y sin documentos, sea tratada con respeto a sus derechos humanos. Diría yo que casi en el total de los casos pasa eso. De vez en cuando no y cuando eso suceda, vamos a investigarlo de ser necesario.

``En cuanto a la lucha antidrogas, diría que hay un nivel de colaboración hoy en día mucho más grande que hace tres años. Pero los dos temas van a seguir y tenemos que trabajar en mejorar la colaboración y el entendimiento. No es que mañana vayamos a despertar diciendo que ya no hay problemas de migración y en la lucha contra los estupefacientes, porque ese no es el caso. Lo que debemos hacer es comprometernos a mejorar y entendernos''.

-¿Se puede colaborar y cooperar mejor cuando suceden casos como el operativo Casablanca?

-Creo que en cualquier relación como la de México y Estados Unidos, que es tan intensa, tan complicada, habrá grandes posibilidades de irritación por errores y problemas; creo que una de las funciones de la embajada de Estados Unidos aquí y la embajada mexicana en mi país es suavizar, apaciguar y mejorar las relaciones, evitando los problemas. Eso, si pasa.

-A su llegada a México dijo usted que la relación de Estados Unidos con México era la más importante, pero que había que trabajar para mejorarla. ¿Cuáles son los temas?

-Tenemos que trabajar más en cuanto a la migración, la lucha contra el narcotráfico, el comercio, el intercambio cultural, el flujo de personas. Pero creo que las relaciones son muy buenas. Las relaciones entre los pueblos son excelentes, a veces mejores que las relaciones (de los gobiernos). Hay mucho que hacer y lo vamos a hacer.

-En el tema de la democracia, es seguro que le tocará observar el proceso electoral del año 2000, la sucesión presidencial.

-Voy a observarlo, pero no voy a meterme. Creo que es obvio que en el país ha habido cambios profundos en el sistema político y México está manejando esos cambios y espero que las elecciones del año 2000 sean muy interesantes, tanto para los mexicanos, como para otros grupos. Pero se trata de un asunto interno.

-¿Sin importar quién gane?

-Lo importante para Estados Unidos es tener vecinos democráticos con sistemas democráticos fuertes, que respeten los derechos humanos, que quieran ser más amigos de Estados Unidos, del comercio y que compartan los valores básicos. Y digo que en México podemos tener eso.