Hay corrupción porque nadie toma en cuenta la ley: Del Villar al NYT
José Galán Ť Ante la esperada candidatura presidencial de Cuauhtémoc Cárdenas para el año 2000, Samuel I. del Villar encara presiones para demostrar progresos en la procuración de justicia en la capital del país. Y el reto es enorme, no sólo por la extensión del crimen organizado, sino también por el descrédito de la policía y el minucioso análisis con lupa a que es sometida la actuación del funcionario diariamente por una prensa hostil, afirma el diario The New York Times en su edición del 6 de agosto.
Firmado por el reportero Sam Dillon y titulado El crimen está desatado pero el procurador no se desanima, el artículo sostiene que el procurador capitalino trabaja como un misionero sin dejar de beber café negro en jornadas de 15 horas diarias, en lo que esa publicación llama ``su cruzada para eliminar el crimen y la corrupción. Y siempre hay algo más que hacer''.
``La corrupción ha sido el desastre de México, porque nadie ha tomado en cuenta a la ley'', afirma Samuel del Villar durante la entrevista. ``Esta es nuestra oportunidad de trabajar a favor del mandato legal''. El reportero Dillon acompañó a Del Villar durante todo un día, y recuerda momentos culminantes de su faena: en ocho meses ha despedido a comandantes policiacos acusados de tortura, robo de autos, asaltos, secuestro y tráfico de enervantes.
``La semana pasada, 63 agentes judiciales fueron despedidos después de haber arrojado positivo el examen sobre consumo de drogas. Tres días después, ordenó el arresto de un ministerio público y ocho policías tras la violación en los separos de una delegación de una joven prostituta que buscaba la protección de la policía contra la violencia de su lenón'', relata el diario.
Y añade que cuando Del Villar visitó una delegación y escuchó la queja de un joven agente en el sentido de que resulta muy tardado escribir las actas y los informes en máquinas de escribir mecánicas, se alegró de poder anunciar que pronto la dependencia a su cargo podrá disponer de un gran número de computadoras, gracias al arreglo alcanzado con la transnacional IBM, ``acusada de conspiración en relación con un contrato de adjudicación, por lo que esa compañía deberá pagar ahora 37 millones de dólares en efectivo y computadoras nuevas al gobierno de la ciudad de México, lo que ayudará, afirma Del Villar, a modernizar la vasta burocracia anticrimen de la ciudad''.
``Hasta ahora, éste ha sido el principal logro del señor Del Villar, a quien Cuauhtémoc Cárdenas tomó la protesta como nuevo procurador hace ocho meses, en diciembre pasado, bajo el compromiso de recuperar de nuevo la ciudad de las manos criminales'', sostiene la publicación estadounidense. ``Lo encontré muy brillante. Muy interesado'', afirma Ray Kelly, ex comisionado de policía de la ciudad de Nueva York, con quien Del Villar discutió los esfuerzos de las autoridades neoyorkinas en contra la corrupción policiaca durante una cena celebrada el año pasado en la casa de Nueva York propiedad de Victor Gotbaum, líder sindical, según fue citado por Sam Dillon. ``Revisó todo lo que habíamos hecho en ese sentido. Parecía familiarizado con los detalles. Pero, obviamente, tiene una pesada carga sobre sus hombros por la corrupción policiaca en la ciudad de México''.
Luego de pasar revista a sus antecedentes como abogado y como político, The New York Times considera que Samuel Del Villar trabaja para consolidar el control sobre la Procuraduría. ``Ha ordenado el arresto de más de 60 subordinados. Ha delineado planes para descentralizar la depedencia e instalar nuevas agencias del MP para reportar crímenes por toda la ciudad, incluyendo en algunas estaciones del Metro''.
Además, ha puesto en marcha programas para entrenar y capacitar a miles de oficiales de policía y consolidar la procuración de justicia como una carrera profesional al elevar los salarios. ``Actualmente, un detective recién ingresado gana casi 5 mil pesos al mes''. El reportero estadunidense relata la extenuante jornada del procurador capitalino, porque ``estos esfuerzos lo mantienen a la carrera'', y aterriza en lo que llama ``el alarmante crecimiento del crimen en los últimos años: los ilícitos denunciados en la ciudad se duplicaron en cuatro años, de 368 diarios en 1993 a 700 el año pasado. Algunos criminólogos lo atribuyen a la crisis económica''.
``Pero Del Villar lo achaca a las reformas en el Código Penal efectuadas en 1993, que alentaron la criminalidad al incrementar el nivel de evidencias necesarias para que un MP obtuviera sentencias. Por ello, ha propuesto reformas legales. Así, se reúne incluso con senadores priístas''.