La estrategia oficial no es aislarlo, sino resolver problemas de raíz, dice
David Carrizales, corresponsal, Monterrey, NL, 9 de agosto Ť El Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) no vuelve a la mesa del diálogo porque busca influir en la política nacional con vistas a las elecciones del 2000, ``básicamente en contra de nosotros y de otro partido'', afirmó durante su visita a esta ciudad el secretario de Gobernación, Francisco Labastida Ochoa.
En entrevista por televisión, el funcionario sostuvo que los zapatistas cuentan entre sus filas a combatientes de Colombia y El Salvador, y que han recibido armas muy baratas de las guerrillas que ya terminaron en Centroamérica.
Al señalar que el gobierno federal había caído en ``una trampa'' al ceder a las presiones de algunos sectores y del propio EZLN, Labastida puntualizó que ``no habrá más concesiones gratuitas'' al movimiento armado porque se demostró que en lugar de avanzar hacia la paz se entorpecía el proceso. ``Parecía ser que la solución de todos los problemas radicaba en resolver las diferencias o acabar con una declaratoria de guerra que hicieron el EZLN y Sebastián Guillén (el subcomandante Marcos, según el gobierno).''
Sin embargo, precisó, ``eso es darle un valor que no tiene y ahora lo que estamos haciendo es avanzar a fondo en la solución de los problemas''.
Desde luego, indicó, hay una instrucción muy firme del presidente Ernesto Zedillo en cuanto a que nunca se recurrirá a la violencia, a pesar de las provocaciones que efectúen los zapatistas, pues saben que cuando viene una solución armada siempre quedan secuelas y heridas que tardan muchos años en sanar.
``Hubo un cese unilateral del fuego por parte del gobierno mexicano, también una ley que se creó y se expidió por un trabajo conjunto entre el Legislativo y el Ejecutivo, ha habido múltiples ofertas de paz, pero de repente empezamos a hacer concesiones unilaterales y creo que esto no contribuyó a la paz, sino que la entorpeció'', dijo Labastida.
Asentó que la estrategia no es apostar al desgaste del EZLN, sino a la atención de las necesidades sociales en los 34 municipios más pobres de Chiapas, apoyar al gobierno del estado en la aplicación de justicia e impulsar soluciones a los conflictos intracomunitarios; en suma, acabar con el conflicto en su simiente social y económica.
Como ejemplo de las ``concesiones'' que el gobierno no está dispuesto a hacer, citó la petición de que se aprobara un proyecto de ley que implicaba abrir nuevamente en conflicto de la tierra en todo el país, el cual hubiera significado multiplicar los problemas de Chiapas en todas las zonas indígenas de México.
Aparentemente, añadió, eso significaba solucionar el conflicto, pero a cambio de un periodo de paz relativamente corto, en un lapso de dos a cinco años se hubiera abierto un problema muchísimo mayor del que estábamos tratando de solucionar.
``Por eso, actuando con responsabilidad el presidente Ernesto Zedillo ha dicho que no cede a presiones de ningún tipo''.
Afirmó que las constantes visitas de Zedillo a Chiapas, el nadar en un río en plena zona de conflicto y acudir a una radiodifusora desde donde los zapatistas lanzaron un día sus proclamas, son un claro mensaje de que ``no hay un lugar del país en donde el Presidente no pueda estar y que el Ejército tiene el control de todo México''.
Luego señaló que quienes pretenden que Chiapas sea inestable son los grupos que quisieran y sueñan con un sistema diferente.``La declaratoria de guerra de Sebastián Guillén defendía un sistema político, económico y social tipo Unión Soviética antes de la caída del Muro de Berlín, marxista-leninista, cero propiedad privada y todo bajo control del estado, pero cuando se le empezaron a hacer algunas concesiones cambió su posición original, y de declararle la guerra al gobierno y al Ejército y de su proclama marxista-leninista, pasó a tener una proclama en favor de los derechos indígenas, para tener una bandera más popular''.
Según el titular de Gobernación, Marcos no tenía ningún interés por la tierra, ni por los indígenas, ``cambió sus banderas en la medida que sintió que eso le daba más rentabilidad e imagen''.
Interrogado sobre los apoyos que recibe el EZLN, aseguró que han recibido armas muy baratas de las guerrillas que han terminado en Centroamérica, mientras que ``hay combatientes de esa región que los apoyan, así como de Colombia y El Salvador''.
El secretario dijo tener la impresión que los zapatistas no quieren sentarse a dialogar. ``Yo pienso que ellos quieren influir en la política nacional, dicen: me he echado aquí 14 años, me espero un poco más e influyo en la política nacional, ahora que vienen las elecciones del 2000, entonces, por ahí va su tirada''.
-¿Contra ustedes?
-Sí, obviamente. Creo que es contra dos partidos básicamente, uno aparte del PRI -aunque declinó mencionarlo.
Sin el Fobaproa, se hubieran perdido 6 millones de empleos
Al comentar sobre el caso Fobaproa, dijo Labastida que el costo para el país hubiera sido inmenso, pues si en la crisis del 94-95 se perdieron 700 mil empleos, de no haber entrado el gobierno al rescate bancario, se hubieran perdido seis millones de plazas laborales; y si el costo fiscal del Fobaproa hoy se estima en 14 por ciento del producto interno bruto, con un colapso económico hubiera significado cerca de 60 por ciento del PIB o más, mientras los costos de tranquilidad y de la paz social hubieran sido enormes.
Agregó que ya que pasó la crisis, es como cuando se le reclama al médico: ``oye, me diste estas medicinas y costaron mucho''; bueno, pero no se nos murió el enfermo. ``Sí, pero lo operaste y te tengo que pagar la operación'', sí pero no se murió el enfermo. Lo que se evitó es un colapso en el cual los ahorradores hubieran perdido su dinero, se hubieran perdido millones de empleos, así como la posibilidad de encontrar bienes en las tiendas por los disturbios, y se hubiera perdido estabilidad y paz social.
Expuso que no hay ningún propósito de solapar irregularidades, pues no sólo están detenidas algunas personas, sino que además hay 40 órdenes de aprehensión fincadas en este momento.
``No hay protección para nadie, empezando por el Presidente, ninguno en el gobierno quiere defender actos ilícitos, pero sí queremos que sea conforme a la ley''.
Tampoco, señaló el secretario, hay resistencia a dar información. ``Voy a decir lo que opina el secretario de Hacienda, José Angel Gurría, que si da la información viola el secreto bancario y se haría merecedor a una pena de cinco años de prisión, pero si no la proporciona lo acusan de encubridor''.
Entonces, dijo Labastida, tal parece que las cosas las presentó el PRD para que quede mal el secretario de Hacienda. Por eso, señaló, si no están de acuerdo con que se niegue información, que cambien la ley, porque para eso son legisladores, no auditores ni jueces, pero que no nos pidan que la violemos, porque están pidiendo combatir un supuesto delito cometiendo otro, lo cual es contradictorio y absurdo.