ASTILLERO Ť Julio Hernández López
La economía mexicana está en jaque. No se trata sólo de las naturales presiones internacionales ni de las inercias derivadas de desajustes en bolsas de valores de otros países. Es también, y de manera importante, la descomposición interna, la falta de respuestas a los graves problemas acumulados, la sensación de que no hay rumbo ni guía, la desazón como estado de ánimo generalizado.
No puede haber salud, ni prosperidad, ni esperanza, en una economía que durante dos décadas ha privilegiado a los especuladores, los saqueadores y los corruptos. El pueblo ha trabajado y ha producido riqueza, pero ésta ha sido distribuida de la peor forma posible, concentrándola en unas cuantas manos que han ganado fama mundial por su increíble bonanza, mientras decenas de millones de mexicanos se hunden en la pobreza, misma que genera delincuencia y juntas producen inconformidades que llevan al borde del estallido y del desorden general.
En ese cuadro no es menor ni desdeñable la revisión del pasado. Diariamente, con una constancia implacable, los mexicanos vimos caer los niveles de bienestar colectivos. Muchos han perdido (con la elevación de las tasas de interés sobre sus créditos) empleo, casas, automóviles, y demás esfuerzo de su trabajo. Pero las grandes fortunas siguieron creciendo, en la complicidad y al amparo de la política convertida en fuente de injusticia social.
Hoy, con fobaproas, rescates carreteros y demás, la economía es tan débil, y sus operadores, técnicos y burócratas tan inservibles, que de nuevo pasea sobre la cabeza de los mexicanos el fantasma de la crisis, del descalabro colectivo, para desdicha de millones y millones de personas, y para río revuelto de los oportunos pescadores que, como siempre, saben sacar provecho de la desgracia popular.
Eso que llaman libertad de expresión
En Huajuapan de León, el periodista Francisco Flores Salanueva fue golpeado en su oficina, y parte de su mobiliario fue destrozado, un día después de que publicó en su columna Jarabe Mixteco diversos comentarios críticos dirigidos a varios personajes de la política oaxaqueña, entre ellos el secretario de Protección Ciudadana, Iván Corro Labra.
Flores Salanueva fue agredido directamente por el arquitecto Rosalío Alfonso Salazar Bautista, propietario de una tienda de materiales para construcción, y por Marco Antonio Cruz, empleado de éste. El periodista había publicado un día antes que el secretario Corro Labra había hecho ``una serie de transas'' con Salazar Bautista. El ataque contra el reportero se dio en las oficinas de la corresponsalía del diario Noticias.
Libros, libros...
Editorial Grijalbo ha hecho llegar a esta columna sus más recientes textos. De entre ellos destaca Marcos y la insurrección zapatista, que con el subtítulo de La ``revolución virtual'' de un pueblo oprimido, escribieron Jaime Avilés y Gianni Miná.
En este libro, publicado originalmente en Italia en el verano de 1997, se recuerda con amargura el episodio de la expulsión de suelo mexicano de observadores italianos que visitaban Chiapas.
``A algunos como yo -ha escrito Miná en el prefacio a la edición en español- o como el premio Nobel Darío Fo o como los cineastas Bertolucci, Pontecorvo, Salvatores o Pino Cacucci, que amamos a México hondamente (...) nos ha conmovido ver que este gran país renegaba de su firme tradición de nación abierta a las aportaciones de cualquier parte de la humanidad, capaz de abrir los brazos a todos los idealistas de la tierra''.
Además del citado trabajo, Grijalbo ha editado ¡Mis valedores! Al poder popular, que es una larga entrevista con Tomás Mojarro en la que se abordan los aspectos políticos, periodísticos y personales del escritor zacatecano. Otros textos: Los judíos, de Rius; El valle sagrado de Tepoztlán, de Daniel Ruzo, y En este lugar sagrado, de Poli Délano.
Por su parte, el Consejo Nacional para la Cultura y las Artes y Causa Joven han publicado Por los territorios del rock, identidades juveniles y rock mexicano, de Maritza Urteaga Castro-Pozo. Causa Joven, centro de investigación y estudios sobre juventud, es dirigida por Luis Ignacio Sánchez Gómez.
Astillas: De visita en Tijuana, en una nada disfrazada gira de proselitismo en busca de la candidatura presidencial priísta, Roberto Madrazo Pintado tuvo la oportunidad de saludar en público, y de manera muy efusiva, a Jorge Hank Rhon, el hijo del profesor mexiquense que ha hecho de aquella población fronteriza su centro de operaciones. Madrazo Pintado aprovechó para desalificar a uno de sus más férreos contrincantes, Manuel Bartlett Díaz. Cuando le preguntaron quién sería primero Presidente de la República, si él o su colega poblano, Madrazo dijo que México es un país de jóvenes, y que él, Roberto Madrazo Pintado, tiene 46 años de edad. Peleense los precandidatos y sáquense las edades... Mañana, en un restaurante cercano al Monumento a la Revolución, en la ciudad de México, el priísta Miguel Osorio Marbán definirá su postura respecto a la batalla que se vive en Guerrero en busca de la candidatura a gobernador... De la misma entidad y el mismo partido, Florencio Salazar Adame, coordinador del Congreso local, ha desmentido las versiones periodísticas que insinuaban su declinación, presuntamente en favor de otro de los precandidatos. Dijo don Florencio que mantendrá viva su aspiración y, en las líneas finales de un comunicado de prensa que hizo circular, asegura que ``nada haría más daño al PRI y a la sociedad que la frustración producida por la aplicación de políticas inerciales, como la consigna y la manipulación de voluntades''... El Programa para la Participación Equitativa de la Mujer en el Distrito Federal (Promujer) se suma a la indignación por el asesinato de la antropóloga veracruzana Libertad Hernández Landa, y establece que en esa organización están convencidas de que el esfuerzo para detener la ola de violencia en la capital del país debe hacerse por parte de autoridades y sociedad pero que, aún así, consideran que la cruzada contra la violencia no se ha traducido en acciones concretas... Samuel del Villar tiene los suficientes errores como para que algunos de ellos hayan sido suficientemente expuestos a la opinión pública en los agitados meses que lleva como procurador capitalino. Pero, más allá de sus características personales negativas, es un ciudadano con buenas intenciones, y en el ejercicio de sus funciones no le mueven intereses mezquinos. Su gran talón de Aquiles ha sido la conformación del equipo de trabajo, en el que incluyó a una docena de personajes que han sido impugnados con razones válidas. Pero hoy, Del Villar y su equipo viven el embate de las fuerzas desatadas de la gran corrupción a la que apenas se ha tocado una que otra fibra menor. Un personaje central de esta historia es Oscar Espinosa Villarreal, con las cuentas oscuras de Nafinsa, Havre, campaña presidencial priísta y gobierno capitalino, aunque en realidad él es eso, un personaje central pero no el único ni el más encumbrado. Con todo lo criticable que pueda tener, esta es la hora de Samuel del Villar, y de su jefe administrativo y político, Cuauhtémoc Cárdenas.