Ineficiente gestión de Paredes en la CNC, considera el líder Nabor Ojeda
Angélica Enciso L./ II y última Ť La dirigencia de la Confederación Nacional Campesina encabezada por Beatriz Paredes Rangel ha dejado ``problemas sin resolver'' en los últimos tres años; su gestión ante las autoridades federales no ha sido ``óptima'' y ha colocado a la organización ``en crisis'', consideran tanto integrantes del Comité Ejecutivo Nacional (CEN) de la CNC como ex cenecistas.
Entre los problemas pendientes, señalan la solución de las carteras vencidas, la falta de créditos para el sector que ha llevado a su descapitalización y la dificultad de los campesinos para participar en el Tratado de Libre Comercio, que sólo ha beneficiado a los productores de frutas y hortalizas, dijeron en entrevistas por separado Nabor Ojeda, José Gascón Mercado y Ricardo Monreal.
No obstante la grave situación en el agro, al interior del Partido Revolucionario Institucional la CNC aún mantiene los espacios políticos que ha obtenido en sus seis décadas de existencia. En la actualidad, son cenecistas la cuarta parte de los diputados federales del tricolor, 10 por ciento de los senadores y al menos cinco gobernadores: Mario Villanueva, en Quintana Roo; Maximiliano Silerio, en Durango; Renato Vega Alvarado, en Sinaloa; Víctor Cervera Pacheco, en Yucatán, y Armando López Nogales, en Sonora.
El próximo 26 de agosto la CNC nombrará al senador Heladio Ramírez López, ex gobernador de Oaxaca y candidato único para suceder a Paredes Rangel, como dirigente nacional, en el marco de su congreso, no obstante que a principios de agosto la central lanzó la convocatoria en la que anunció que por primera vez habría elecciones democráticas y credencializó a 186 mil campesinos para que emitieran su voto por vía directa y secreta.
La relación entre la CNC y el gobierno ha sido tan fuerte que de los últimos seis dirigentes nacionales de la central cuatro han sido funcionarios o gobernadores.
Víctor Cervera Pacheco, dirigente de la CNC en 1980, fue secretario de la Reforma Agraria, diputado federal y senador, y es el actual gobernador de Yucatán; Mario Hernández, quien ocupó la dirigencia en 1983, fue diputado y oficial mayor de la SRA; Héctor Hugo Olivares encabezó la agrupación campesina a partir de 1986 y ha sido legislador federal y hace unas semanas perdió la contienda electoral por la gubernatura de Aguascalientes.
El gobernador de Durango, Maximiliano Silerio Esparza, comenzó su periodo en la CNC en 1988; Hugo Andrés Araujo, secretario general a partir de 1992, ha sido legislador en la Cámara de Diputados y en el Senado, y Beatriz Paredes Rangel, quien comenzó su gestión en 1995, fue gobernadora de Tlaxcala y en la actualidad ocupa un escaño en el Senado.
Cambio en las relaciones
De acuerdo con diversos cenecistas, las modificaciones al artículo 27 constitucional fueron el primer paso para que cambiaran las relaciones entre el gobierno y los campesinos, ya que con la reforma se dio por terminado el reparto agrario, se eliminaron los precios de garantía, se retiraron los subsidios y los productores se vieron obligados a competir en desventaja con los socios comerciales de América del Norte.
Los productores enfrentan ahora el crecimiento de la importación de granos básicos --sólo de maíz se prevé que este año se compren al exterior 6 millones de toneladas--; la baja en la producción provocada por la sequía; la obstrucción --por parte del Tratado de Libre Comercio (TLC)-- para vender a Estados Unidos los excedentes de azúcar, y la baja constante de los precios internacionales de los granos.
Este proceso incidió también en la transformación de las relaciones entre gobierno y CNC, que en otros momentos fueron vitales para ambos, ``ya que los funcionarios se apoyaron en el campesino y éste hizo lo mismo para poder desarrollar sus actividades, la conveniencia fue mutua'', dijo José Gascón Mercado, secretario de Comercio Interior y Almacenamiento de la organización.
Además, agregó, ante las acciones emprendidas por el gobierno nosotros ``somos corresponsables, porque nosotros lo pusimos''. Sin embargo, dijo, no se puede negar el hecho de que este es uno de los momentos más difíciles que viven el campo y la CNC.
``Ante tantas necesidades y demandas no se ha llegado a soluciones porque el país también ha vivido una crisis. Cuando reclamamos que se dé más atención al campo es porque debe ser una proridad, y después de varios años apenas en 1997 se empezó a recomponer la alianza con las autoridades, las cuales presentaron una estrategia diferente'', agregó el cenecista que salió de esa organización cuando estaba al frente Hugo Andrés Araujo, pues se oponía a las modificaciones al artículo 27 constitucional.
Gascón Mercado asegura que el cambio en la relación entre funcionarios y campesinos que se dio luego de ese proceso y de la firma del TLC, ha deteriorado al sector, lo ha llevado a una crisis en el campo y la CNC vivió ese deterioro, porque los productores buscaron aquí la respuesta de sus problemas. ``Pedimos soluciones, pero quizás nos faltó demandar con más fuerza'', abundó.
Explicó que los dirigentes de la CNC que avalaron el nuevo artículo 27 constitucional, ``debieron haber meditado lo que se aprobó, ya que se ha afectado a la organización porque se dijo que se iba a producir una asociación de capitales, pero éstos nunca llegaron''.
Lamentó que ``en la etapa de transición que se dio con el TLC no se condujo adecuadamente a los campesinos, por lo cual hoy reclamamos y no queremos estar rezagados, en el campo nadie puede estar tranquilo con esta situación. Es necesaria una transformación de la CNC''.
Por su parte, Nabor Ojeda, secretario de Crédito y Aseguramiento de la CNC, y quien dos días antes del registro de candidatos para ocupar la secretaría general declinó para incorporarse a la planilla de Heladio Ramírez, al hacer un balance de la actual gestión consideró que para los campesinos no hay ``mejor interlocutora que esta organización, aunque no ha sido eficiente y haya problemas del campo que se quedaron sin solución, pero en cuanto a resultados electorales aún es la agrupación priísta que más votos ha aportado''.
Destacó que la CNC ha tenido altibajos. ``Vivimos en una crisis que no podemos negar, pero este comité hizo el mejor de los esfuerzos a pesar de que hubo problemas de los que no se logró salir, como los de precios. Sin embargo, hubo avances, como la incorporación de los trabajadores agrícolas a la seguridad social''.
Explicó que la decisión de no presentar su candidatura a la secretaría general cenecista, a pesar de que contaba con un equipo trabajando para lograrlo, se dio para evitar una ``fractura al interior de la organización, ya que aunque los dirigentes se pusieran de acuerdo, entre las bases se podrían dar conflictos o enfrentamientos''.
En tanto, Ricardo Monreal, quien perteneció a la CNC desde fines de los años setenta y presidió la comisión de Relaciones Internacionales en el actual CEN, dijo que aún ``no hay que desestimar a esta organización; es muy fuerte, pero la propia decisión cupular de sus dirigentes y el abandono de la lucha social de los últimos años la tiene sumida en una profunda crisis''.
El virtual gobernador de Zacatecas consideró que la CNC respondió en sus orígenes porque era parte de la ``lucha de los campesinos, pero se fue burocratizando y perdiendo su esencia de lucha social''. Después, agregó, surgieron otras asociaciones campesinas que trataron de cubrir ese vacío.
``La falta de democratización interna es uno de los factores que han propiciado esa crisis, pero sobre todo el abandono y la ausencia de proyectos agropecuarios serios, y los campesinos están en la peor crisis de su historia'', agregó.
En este momento, dijo, la CNC todavía tiene una gran presencia y a muchos estados aún les otorga seguridad electoral, como en Veracruz y Oaxaca, pero su crisis es innegable y fundamental para el partido oficial, por lo que su dirigencia buscará fortalecerla para el 2000, lo que hará crear alternativas de organización campesina en los partidos de oposición.
Consideró que la CNC ha perdido identidad y la esencia de lucha social, ya que ``dependió mucho del gobierno en la designación de sus dirigentes, lo cual es una gran debilidad y se ve difícil que pueda superar esa etapa crítica. Esto la puede llevar a la desaparición y al surgimiento de otras organizaciones campesinas que puedan ofrecer opciones en el sector''.
Por su parte, Luis Meneses, de la Unión Nacional de Organizaciones Regionales Campesinas y Autónomas (UNORCA), aseveró que la CNC ya no puede seguir siendo la única interlocutora del gobierno, ya que los problemas que han surgido en las regiones productoras hacen que ahí mismo se dé la organización y no se ``corporativicen las demandas''.
Tareas pendientes; soluciones inaplazables
A partir del 26 de agosto Heladio Ramírez estará al frente de esta central campesina, y entre las principales tareas que deberá abordar --y así lo reconoció él cuando presentó su solicitud de registro como candidato-- está la construcción de una alternativa política que reúna la atención de los productores, movilizar su producción, empleos e ingresos.
El propio Heladio Ramírez dijo que para hacer frente a la situación del campo se requiere un ``compromiso político pleno'' que permita también modernizar el sector y que el ``aspecto clave'' es ``impulsar una nueva filosofía de la nueva manera de producir y competir, sin abandonar los planteamientos sociales de la Constitución''.
Sin embargo, para llegar a consolidar un trabajo al frente de la CNC, Ramírez López deberá establecer alianzas con los distintos grupos cenecistas: el de Beatriz Paredes, el de la vieja vanguardia y la corriente renovadora que impulsó Hugo Andrés Araujo.
Así, de acuerdo con varios integrantes del CEN, el nuevo dirigente deberá establecer acuerdos con la gente que dejó en el camino, como Ricardo Castillo Peralta, Rafael González Pimienta y el propio Nabor Ojeda, quien en principio ocupará la secretaría de Organización.