Hace un mes, organismos financieros y hacendarios del país emprendieron una campaña muy agresiva en radio y televisión, cuestionando los planteamientos que sobre el Fobaproa han estado haciendo los partidos de oposición. En honor a la verdad, esas autoridades demuestran claramente que no les interesa abordar el problema con seriedad y responsabilidad, y que están más preocupadas en ``aclarar'' la parte fundamental del conflicto con verdades a medias o torcidas, que plantear soluciones de fondo.
Los tiempos en que se han divulgado, así como los amplios espacios en que han estado transmitiendo dichos mensajes, nos dicen también que esas autoridades siguen gastándose los dineros de los ahorradores para proteger sus propios intereses. En fin, la historia se repite.
Alicia Girón y Eugenia Correa, en un lenguaje directo y por demás claro, dieron a conocer su libro Crisis financiera: mercado sin fronteras (editado por la Universidad Nacional Autónoma de México, el Instituto de Investigaciones Económicas y Ediciones el Caballito), donde nos recuerdan los orígenes de este conflicto.
Dicen que el final de 1994 representó para la economía mexicana la primera crisis bancaria en la historia independiente; de magnitud considerable, la crisis fue sorteándose con el apoyo que Estados Unidos prestó a su vecino, y al paquete de más de 20 mil millones de dólares otorgados por el FMI.
Asimismo, el gobierno zedillista debió establecer muchas modificaciones estructurales y tomar diversas medidas, entre las que destaca la creación de dos mecanismos: el Acuerdo para el Apoyo a Deudores (ADE) y el Fondo Bancario de Protección al Ahorro (Fobaproa) lo que, consideran las investigadoras, permitió a los bancos capitalizarse y mejorar sus estados financieros para iniciar el proceso de privatización.
Tanto el FMI como el BM y el Banco Interamericano de Desarrollo han señalado repetidamente que la plena recuperación de la crisis financiera se dificulta por la situación de la banca, y que la posibilidad de que el financiamiento a la economía se amplíe se verá muy restringida durante varios años, hasta que la banca no logre recuperar los adecuados niveles de capitalización.
Sin embargo, la recuperación de la solvencia de amplios sectores empresariales aún es una asignatura pendiente y la quiebra de muchos de ellos cuestiona la posibilidad de que se amplíe la estructura productiva y del empleo por un largo periodo. Al mismo tiempo, las finanzas públicas se encuentran ahora comprometidas no sólo por el servicio de la deuda pública externa como sucedió en la crisis de 1982, sino también por el costo del rescate bancario que de acuerdo con las últimas estimaciones asciende a 12 por ciento del producto de 1997 y gravitará sobre los recursos fiscales durante los próximos 30 años.
El mismo gobierno calcula que el rescate asciende a más de 45 mil millones de dólares. Aunque diferido a lo largo de muchos años, el pago de ese rescate está creando una situación de empobrecimiento en toda la escala social, incluidos ciertos sectores empresariales, que están dejando de ser una alternativa para promover la inversión, el empleo y el crecimiento económico.
Melée
Así, el curso de la reorganización del sistema bancario y financiero del país todavía es incierto... Aunque algunos bancos del sector se han capitalizado con la contribución del gobierno, otros han sido intervenidos por las autoridades; en otros casos se ha disuelto la participación accionaria de los propietarios, mientras va en ascenso la presencia y participación de los bancos extranjeros... Las recientes restricciones a la cobertura del seguro de depósitos podrían llegar a operar frente a futuras posiciones de insolvencia de algún banco en lo individual... Así, en pocos años después de haberse privatizado, la banca está pasando de inversionistas nacionales a extranjeros de manera acelerada, lo que muestra en el fondo el impacto que la desregulación y liberalización han tenido en el sistema financiero mexicano... A pesar del acelerado crecimiento sostenido de la cartera vencida, hasta el momento los bancos no han tomado medidas para fomentar el pago de los deudores, lo cual inhibe el deseo de pago de muchos.
.. Los publirrelacionistas de los bancos y del sector oficial, así como los casabolseros deberían ir a la universidad para aprender a resolver problemas como éste, que aqueja a todos los mexicanos