La Jornada 25 de agosto de 1998

Téllez: el sector eléctrico, en situación de emergencia

Enrique Méndez Ť Las restricciones presupuestales y los topes de endeudamiento que imponen los mercados internacionales a México, ponen al sector eléctrico nacional en una ``situación crítica``, de ``emergencia'', ya que para cubrir sus necesidades de expansión en infraestructura y cumplir con la demanda creciente de energía se deberán invertir, sólo en los próximos siete años, más de 240 mil millones de pesos, equivalentes a 25 mil millones de dólares, aseguró el secretario de Energía, Luis Téllez Kuenzler.

El Estado, dijo en una reunión privada con los integrantes del CEN del PRI, tendría que realizar esa inversión sin descuidar el presupuesto destinado a educación, salud, seguridad pública, alimentación y, sobre todo, el combate a la pobreza. Por esta razón, dijo, los recursos que necesita el sector eléctrico ``demandan la participación responsable de los sectores público y privado''.

Al participar ``como invitado'' en la reunión semanal del CEN priísta, que a su vez se comprometió a analizar soluciones, el funcionario dio lectura al documento El sector eléctrico en México, en el cual se sugiere que el gobierno no cuenta con los recursos para encarar esa situación, pues además de que enfrenta exigencias fiscales ``cada vez más fuertes'', la inestabilidad que viven los mercados internacionales detiene la recuperación de los precios mundiales del petróleo y restringe los flujos externos de financiamiento.

En ese contexto, se plantea que para que en la próxima década pueda contarse con el abasto de electricidad necesario que asegure el crecimiento nacional, ``todos los sectores del país deben asumir su responsabilidad para ampliar la capacidad instalada de generación eléctrica'', y por lo tanto se explora la experiencia en otros países de la participación en este sector de la iniciativa privada, así como de alternativas tecnológicas que hagan eficiente la producción de energía.

El informe de Energía señala que si bien 95 por ciento de la población mexicana -más de 22 millones de usuarios- tiene acceso al servicio de electricidad, durante las décadas de los 50 y los 60 ``existieron cuellos de botella'' que impidieron el rápido crecimiento de esta industria.

Al mismo tiempo, agrega, la demanda por energía eléctrica crece a un ritmo mayor que el de la economía, debido al ``gran dinamismo'' de los sectores productivos en el uso de electricidad, así como a ``la presión demográfica nacional y la mejora paulatina en el nivel de vida''.

Actualmente, la capacidad instalada de generación de energía eléctrica es de 34 mil 978 megavatios y una red de 33 mil kilómetros en líneas de transmisión y de 562 mil kilómetros en líneas de subtransmisión y distribución. El documento, de 37 tarjetas de trabajo, resalta que México es décimo entre los países con más alto consumo per cápita de energía eléctrica.

Señala que el crecimiento de la demanda eléctrica en el sector industrial fue superior al del producto interno bruto, según datos disponibles al primer trimestre de 1998. Mientras que el PIB creció 6.6 por ciento en ese periodo, la demanda de electricidad en la industria subió 9.9 por ciento.

Las estimaciones de Energía revelan que el crecimiento de la población -para el año 2005 se prevé que habitarán en México 106 millones de personas- implicará también aumentos importantes en la demanda de energía eléctrica, a una tasa promedio anual superior a 6 por ciento durante los próximos siete años.

Para cubrir esta demanda, resalta el texto, será necesario construir una capacidad adicional de generación por más de 13 mil megavatios, lo que representa cerca de una tercera parte de la capacidad que se creó en México en 100 años, e invertir más de 240 mil millones de pesos.

Como alternativa para financiar estos recursos, en varios países se llevan a cabo procesos de cambio estructural en los sectores eléctricos, con lo que se permite la participación privada y, con ello, se incrementa la competitividad económica. El reto es combinar la experiencia institucional con los avances tecnológicos y la participación ``de otros actores'' económicos, para asegurar el abasto, y concluye con una referencia a la reforma a la Ley del Servicio Público de Energía Eléctrica, para promover la participación del sector privado en la generación de electricidad.