La Jornada 29 de agosto de 1998

Gobernaré hasta el 2000, responde Yeltsin a rumores de su renuncia

Afp, Ap, Dpa y Reuters, Moscú, 28 de agosto Ť El presidente ruso, Boris Yeltsin, apareció en televisión para desmentir abruptamente lo que él llamó los ``rumores'' sobre su dimisión, y afirmó que concluirá su mandato y trabajará para solucionar la crisis económica de su país.

Mientras tanto, los rusos seguían hoy haciendo filas ante los bancos esperando retirar sus ahorros o cambiarlos por monedas fuertes, a pesar de que por tercer día consecutivo se suspendieron todas las operaciones cambiarias debido a la depreciación del rublo y estrepitosa caída de la bolsa rusa de los últimos días.

Por lo pronto la economía rusa se mantendrá congelada durante el fin de semana luego de que ayer el dólar se cotizó en 11.1 rublos por unidad.

Por otro lado, el mandatario destituyó por decreto a Anatoli Chubais, a quien en junio pasado designó para que negociara créditos con países donantes de Rusia y tenía el cargo de vicejefe de gobierno.

Aceptó, además, la renuncia del también reformista viceprimer ministro Boris Nem-tsov, quien tampoco explicó los motivos de su dimisión.

La cadena estadunidense de televisión CBS afirmó el jueves, al citar fuentes del Kremlin y de la familia del presidente, que Yeltsin firmó una carta en la que comunicaba al Parlamento su decisión de renunciar para que el recién nombrado primer ministro interino, Viktor Chernomirdin, asumiera como presidente interino y convocara a elecciones anticipadas.

Al anunciar en la televisión estatal que no renunciará, tras cinco semanas de vacaciones, Yeltsin aseguró que no habrá cambios en las reformas económicas planteadas por su gobierno.

No obstante, analistas señalaron que la salida de Chubais y Nemtsov se debe a que Chernomirdin está negociando un plan para apuntalar la economía rusa con la Cámara baja del Parlamento (Duma), según el cual se restituirán medidas económicas de la época soviética.

``Quiero decirles que no me iré a ninguna parte, no renunciaré, aseguró Yeltsin. ``Trabajaré como está previsto hasta el fin de mi mandato constitucional, en el año 2000''.

Agregó, sin mencionar abiertamente la actual crisis financiera de su país, que las reformas económicas continuarán: ``Hay que concentrarse ante todo en aplicar el programa ya redactado y resolver cuestiones de la población''.

Se declaró ``optimista'' en torno a la crisis financiera rusa, pero reconoció que ``sería ingenuo decir que que daremos ciertos pasos y que la gente no sufrirá''.

Prometió que los rusos no perderán sus depósitos bancarios, y agregó: ``No les puedo prometer que los precios no aumentarán pero como presidente me veo obligado a hacer todo lo posible para que dichos aumentos sean mínimos''.

Por su parte, Chernomirdin aseguró hoy que tras haber analizado la situación económica rusa llegó a la conclusión de que ``aunque no será sencillo, es controlable''.

Desde ayer Chernomirdin ha celebrado consultas con representantes de la Duma, dominada por los comunistas, para llevar a cabo un plan para apuntalar la convulsionada economía rusa.

Sin embargo, según lo que ha trascendido del documento, éste consiste, en muchos casos, en reincorporar controles como los que existieron durante la Unión Soviética.

Así, el borrador del plan de emergencia que Chernomirdin negocia con la Duma propone la eventual nacionalización de industrias importantes, el control de los precios y el establecimiento de tasas fijas de cambio.

El borrador señala, según trascendidos difundidos por la agencia rusa Interfax, que ``la privatización no condujo a una restructuración de la economía y no ha logrado crear una clase efectiva de propietarios''.

Por su parte, el enviado de Yeltsin ante la Duma, Alexander Kotenkov, dijo que Chernomirdin ya accedió a propuestas económicas de los legisladores comunistas que incluyen que el Estado instituya nuevos controles para la paridad de la moneda, imponer precios fijos, retomar la figura de la propiedad estatal, y emitir más billetes.

Chernomirdin había sido destituido como primer ministro en marzo pasado y sustituido por el primer ministro Sergei Kiriyenko, quien se encargó de lograr créditos del Fondo Monetario Internacional, el Banco Mundial y Japón.

Pero hace dos semanas el gobierno ruso ordenó una devaluación de facto del rublo y una moratoria de 30 días sobre los pagos de la deuda externa con el fin de tratar de controlar la deuda pública de Moscú, deuda que ha provocado que desde el año pasado se hayan dejado de pagar salarios a mineros, jubilados y trabajadores públicos.

Kiriyenko fue destituido el domingo y remplazado por Chernomirdin, quien actualmente negocia con las dos cámaras del Parlamento un documento para disminuir los poderes de Yeltsin, que lo obligará a permitir que el nuevo primer ministro nombre a su gabinete sin interferencia del mandatario.

Sin embargo, los comunistas en la Duma solicitaron hoy aplazar hasta el 3 de septiembre la votación para ratificar a Chernomirdin como primer ministro, que estaba prevista para el próximo lunes, con el argumento de que quieren más tiempo para reflexionar sobre su voto.