Sofoca la policía motín de presos en Tijuana; cuatro heridos
Jorge Alberto Cornejo, corresponsal, Tijuana, BC, 29 de agosto Ť Con un sorpresivo ingreso de agentes policiacos llegó a su fin esta noche un violento motín que dejó al menos cuatro heridos, entre ellos el cabecilla del movimiento, en la cárcel de alta seguridad de esta ciudad, donde poco después de las diez de la mañana 20 reos considerados de máxima peligrosidad se inconformaron por segunda ocasión en la última semana y tomaron como rehenes a cuatro custodios.
Los amotinados amenazaron con lanzar del tercer piso o degollar a los custodios en caso de que no fueran resueltas sus peticiones, relacionadas con el mejoramiento de las condiciones carcelarias. A raíz de esto se aplicó un gran despliegue policiaco, incluso participó un grupo especial de la Dirección de Seguridad Pública Municipal (DSPM) y francotiradores que fueron se apostaron en la azotea del penal.
La irrupción de los policías ocurrió luego de que fueron interrumpidas las negociaciones debido a que los reos agredieron con armas punzocortantes al cabecilla del movimiento, identificado como Roberto Arreola, quien tuvo que ser trasladado de emergencia al hospital de la Cruz Roja junto con dos custodios también lesionados y un agente del Grupo Táctico Interdisciplinario del sistema penitenciario.
Los inconformes tenían bajo su control las plantas tres y cuatro del penal, donde se ubican los presos que están procesados por secuestro, violación, homicidio y narcotráfico. Durante la mayor parte del día los rijosos amenazaron de muerte a los rehenes si las autoridades no permitían el ingreso de los medios de comunicación para plantear sus demandas.
Por la tarde, la situación se volvió tensa, cuando las autoridades determinaron improcedente dicha demanda, incluso el procurador de Derechos Humanos y Protección Ciudadana de Baja California, Antonio García Sánchez, se deslindó de la responsabilidad de intermediación; sin embargo, la medida fue reconsidera por las autoridades cuando uno de los custodios resultó herido.
Alrededor de las 8:30 de la noche se permitió el ingreso al penal de un grupo de reporteros, entre ellos el de La Jornada, para actuar como intermediarios; sin embargo, minutos después fueron retirados tras surgir la violencia dentro del penal, aunque se logró la liberación de uno de los custodios.
Más tarde, cerca de 200 uniformados ingresaron al penal y desde afuera se escucharon por lo menos 40 balazos en el intento por recuperar el control del penal, a la vez que un grupo de agentes de varias corporaciones entró por la azotea y la puerta del inmueble, en tanto que efectivos del Departamento de Bomberos, ubicado a un costado de dicho penal, preparaban mangueras de alta presión para intervenir.
Posteriormente 17 camionetas de la DSPM arribaron al lugar para comenzar el traslado de los reos conflictivos hasta la penitenciaría del estado, ubicada en la delegación municipal de La Mesa.
Al cierre de esta edición se desconocía con exactitud el número de personas lesionadas, sólo se supo de cuatro, entre ellas el cabecilla del movimiento. Todos fueron trasladado al hospital central de la Cruz Roja bajo un fuerte dispositivo de seguridad.
Durante el motín decenas de familiares de los internos llegaron hasta las calles aledañas de la cárcel; sin embargo, el fuerte dispositivo los obligó a retirarse, por lo que sólo se enteraron de los hechos a través de la radio y televisión local.
Este es el cuarto motín que se registra en los últimos ocho meses en este penal de alta seguridad, mejor conocida como La Ocho, la cual fue inaugurada el 29 de diciembre de 1958 y a sus 40 años, según García Sánchez, ``es inoperante y debe ser clausurada''.
Por su parte, el director del penal, Ernesto Moreno, reconoció que pese a que en este lugar se encuentran recluidos unos 250 internos considerados de máxima peligrosidad, el reclusorio no reúne los requisitos necesarios para garantizar el orden de los reos y la seguridad de los custodios.
Hace dos días ocurrió otro violento motín, cuando los internos tomaron como rehenes a tres guardias, uno de los cuales resultó herido. La demanda fue similar a la de hoy y se refiere específicamente a la falta de programas de readaptación social, deficientes condiciones de salubridad, carencia de espacios deportivos y mal manejo de los expedientes de cada uno de ellos.
Algunos internos dijeron vía telefónica a los reporteros que varios ya habían purgado sus sentencias, pero la deficiencia en el manejo de los expedientes les prohibía recuperar su libertad. Asimismo, argumentaron que la muerte de uno de los presos, acontecida hace mes y medio, había sido propiciada por los custodios, mientras que las autoridades aseguraron que el deceso ocurrió por una sobredosis de heroína y que parte de los motivos del motín de este día se fundamentaban justamente en la disputa de grupos del interior del penal por el control de estupefacientes.