La Jornada 3 de septiembre de 1998

Chiapas, tema sin relevancia, por eso se le excluyó, dijo Labastida

El secretario de Gobernación, Francisco Labastida Ochoa, aseguró que la decisión del Presidente de la República de no incluir en su mensaje el tema de Chiapas se debe a que consideró que no es de la trascendencia ni relevancia de otros problemas y asuntos nacionales, como son los financieros, el educativo o el de seguridad pública.

Sin embargo, advirtió que el tema chiapaneco sí está en los anexos del Informe, donde se establece la decisión de reactivar el diálogo directo con el EZLN e impulsar medidas económicas y sociales que mejoren la situación de las comunidades indígenas de Chiapas.

En una entrevista de 40 minutos efectuada ayer por la mañana en Radio Red, Labastida Ochoa fue interrogado acerca de tres temas que se encuentran en la palestra nacional: Chiapas, la crisis financiera y la seguridad pública.

Al hacer una interpretación de la decisión presidencial de no retomar el conflicto chiapaneco en el cuarto Informe de gobierno, comentó que el Ejecutivo incluye en este documento sólo aquellos puntos de interés nacional ``que afectan a todos los mexicanos'', y los convoca para hacer algo.

``En este sentido, el tema de Chiapas se ha tratado con los partidos políticos, con diversos organismos que actúan en esta materia, pero me parece que no es de la trascendencia y relevancia de otros problemas y asuntos nacionales'', indicó Labastida tras advertir que ``Chiapas es mucho más que el diálogo con el EZLN''.

Explicó que este punto se encuentra en el contenido general del Informe del presidente Ernesto Zedillo, en el cual son explicadas las acciones como el aumento de 60 por ciento en inversiones para los 43 municipios más marginados de Chiapas; mientras que en torno a la negociación con el EZLN se refrenda la decisión de mantener un diálogo ``sin limites, sin requisitos previos al mismo''.

El titular de Gobernación hizo referencia al Informe completo que entregó Zedillo al Congreso de la Unión, en cuyo contenido se habla de la estrategia de siete vertientes para Chiapas: focalización de las exigencias sociales, crecimiento económico, vigencia del estado de derecho, concentración política, ayuda a desplazados, impulso a la legislación indígena y diálogo con el EZLN.

``En los documentos correspondientes, y en los anexos, decimos también que en nuestra concepción se ha cumplido y cubierto con los acuerdos de San Andrés, y expresamos por qué'', abundó.

Del aspecto económico hizo un reconocimiento al análisis ``serio y objetivo'' de Zedillo sobre la crisis que se espera para los próximos años, porque ``para la solución de un problema se requiere, sin lugar a dudas, un correcto diagnóstico (ya que) no hay nada más grave que engañarnos con lo que estamos apreciando y tratar de engañar a la población'', señaló como primera consideración.

En segundo lugar señaló que sería irresponsable e inadecuado no tomar en cuenta el contexto mundial, y como tercer punto estableció que es fundamental prever el modo de actuar el próximo año para alcanzar 5 por ciento de crecimiento económico.

``El país debe esperar en estas circunstancias no salir indemne, porque eso sería ilusorio, sería demagógico, sino pagar los menores costos posibles por este crecimiento'', y de esta manera salir de la crisis lo mejor librado posible, dijo al tiempo de afirmar que las críticas que se han hecho a la estrategia económica gubernamental tienen un sesgo electoral por parte de los partidos políticos.

En cuanto a la seguridad pública, sostuvo que el programa anunciado recientemente tiene como uno de sus ejes principales el mejoramiento de fondo de todo el sistema de procuración de justicia a través de la depuración de los cuerpos policiacos, la profesionalización de los agentes del ramo, así como contar con efectivos más honestos, capacitados y con mejores sueldos.

Finalmente, subrayó la necesidad de llegar al periodo ordinario de sesiones del Congreso de la Unión con una agenda consensada entre los grupos de trabajo establecidos por los coordinadores parlamentarios y los representantes del Ejecutivo federal. (José Gil Olmos)