SIN REMEDIO
Afp, Reuters y Ap, Washington, 3 de septiembre Ť Los problemas se le siguen acumulando al presidente Bill Clinton: tres senadores demócratas lo criticaron hoy en el Congreso por haber mentido sobre su relación con Monica Lewinsky, y el Departamento de Justicia anunció que se estudia el nombramiento de otro fiscal independiente para que investigue si Clinton trató de evadir los límites legales a los gastos proselitistas durante su campaña releccionista.
Además, el diario The New York Times publicó este jueves que el mandatario afirmó ante el gran jurado, el pasado 17 de agosto, que la partida de Lewinsky de la Casa Blanca lo afectó tanto que discutió con sus consejeros la posibilidad de que la joven volviera.
Durante siete meses, una de ellas declaración jurada, Clinton negó haber tenido relaciones sexuales con Lewinsky cuando ésta era pasante en la residencia presidencial.
La joven de 25 años también lo negó aunque luego aceptó la inmunidad que le ofreció el fiscal independiente Kenneth Starr para que colaborara con la investigación del escándalo sexgate.
Lewinsky admitió entonces que tuvo una relación de 18 meses con el presidente, que éste nunca le pidió mentir aunque discutieron la forma de mantener en secreto la relación y la forma de regresar al mandatario una serie de regalos.
Días después, Clinton debió ofrecer testimonio ante un gran jurado que investiga acusaciones de perjurio y obstrucción de la justicia contra el jefe de Estado, y admitió haber tenido una relación con la joven, pero sostuvo que no mintió en la declaración jurada hecha en enero en el marco de una demanda por acoso sexual en su contra que promovió Paula Jones.
La noche del 17 de agosto, Clinton apareció ante las cámaras de televisión para admitir haber tenido una ``relación impropia'' con Lewinsky y criticó en duros términos a Starr, quien lo investiga desde hace años por un complejo escándalo de bienes raíces en Arkansas.
Luego que se descubrió la relación de ambos, se obligó a Lewinsky a dejar la Casa Blanca y fue transferida al Pentágono en abril de 1996, pero Clinton le habría prometido que volvería a la residencia presidencial durante las elecciones presidenciales de noviembre de ese año, informó este jueves el Times.
Al citar a abogados próximos a la investigación, el diario añadió que a Clinton le afectó el traslado de Lewinsky y habló con la funcionaria Marsha Scott sobre la posibilidad de regresarla a la Casa Blanca, quien a su vez se encontró en dos ocasiones con la joven para hablar de su carrera.
De acuerdo con las fuentes, varios responsables de la Casa Blanca no estaban de acuerdo con el posible regreso de Lewinsky que, según ellos, estaba permanentemente al acecho del presidente y no era particularmente competente.
En todo caso, Clinton nunca ordenó el regreso de la joven a la mansión ejecutiva.
Piden voto de censura
El mea culpa que el presidente Clinton ofreció la noche del 17 de agosto no satisfizo a la mayoría de la clase política y la prensa estadunidense, y aunque la población apoya la gestión del mandatario reprueba su conducta personal.
Muchos esperaban que Clinton ofreciera públicamente una disculpa por sus mentiras y pidiera que lo perdonaran, pero eso no ha sucedido y el miércoles el mandatario dijo en Moscú que no lo hará.
Este jueves, los senadores demócratas Joseph Lieberman, Bob Kerry y Patrick Moynihan criticaron al presidente en el Congreso por haber mentido sobre su relación con Lewinsky.
Lieberman se declaró ``profundamente decepcionado y personalmente furioso'' por la actitud del mandatario estadunidense y recomendó un voto de censura del Congreso contra el mandatario, tras señalar que una dimisión sería ``injusta e impropia'' en estos momentos.
Insistió, sin embargo, en que Clinton debe arrepentirse y ``aceptar su responsabilidad personal'' en el escándalo.
Kerry y Moynihan compartieron la opinión de Lieberman, quien señaló que Clinton ``comprometió su autoridad moral'' y ``puede haber debilitado el gran poder y la autoridad de la presidencia'' al esperar siete meses para reconocer los hechos.
La relación con Lewinsky, agregó, ``no fue solamente impropia, sino inmoral... embarazosa para todos nosotros como ciudadanos estadunidenses''.
Clinton, declaró por su parte el senador demócrata Bob Grahm, ``debe mantener una conversación con el pueblo para definir cómo propone restaurar la confianza''.
Más problemas
La procuradora general, Janet Reno, estudia la posibilidad de nombrar a un fiscal independiente para que investigue a Clinton por el financiamiento de su campaña para la relección en 1995.
La procuradora estudia específicamente si considera que los llamados programas televisados de Bill Clinton ese año violaron las leyes y los límites de gastos federales de campaña.
``El Departamento de Justicia sigue investigando temas que están relacionados con la recaudación de fondos para la campaña de relección de 1996'', informó a la prensa el vocero del Departamento de Justicia, Bert Brandenburg.
Senadores republicanos han sostenido que Clinton y sus principales asesores controlaron los 44 millones de dólares en publicidad pagados por el Partido Demócrata, con la intención de reforzar la estrategia releccionista, violando los límites de gastos de las campañas individuales.
Reno comenzó la semana pasada una investigación similar para determinar si el vicepresidente Al Gore mintió a los investigadores acerca de las llamadas telefónicas para recaudar fondos que realizó desde su oficina en la Casa Blanca.
Esta indagación incluye también al ex asesor del presidente Clinton, Harold Ickes, quien participó en la campaña de recaudación de fondos.
En todo caso, Reno se negó a comentar si Clinton había incurrido en un delito en relación a la recaudación de fondos, aunque voceros del mandatario insistieron en que no ``hubo nada legalmente impropio'' en esa campaña.