VIAJE A LA LUNA
Mónica Mateos Ť Hace 69 años Federico García Lorca escribió un guión para cine, que pensaba realizar con su amigo mexicano Emilio Amero. El proyecto nunca se llevó a cabo y aquellas hojas donde el poeta andaluz garabateó las 72 escenas de su poema visual se extraviaron durante seis décadas.
En el centenario del nacimiento de García Lorca, que se festeja en 1998, por fin fue filmado ese Viaje a la luna, ``donde las imágenes producen visiones subliminales en el espectador. Con carácter autobiográfico, es un vómito contra los que creen que el amor sólo puede tener una dimensión'', explicó Frederic Amat, el artista catalán que le ha dado color y movimiento a aquellas ideas que nacieron en Nueva York en 1929.
Y será en México el estreno internacional de dicha cinta, producida este año en España por los herederos de García Lorca, Canal Sur Televisión, Oviedo TV y el propio Amat. ``Es una deuda personal y una deuda de Lorca el que Viaje a la luna se presente internacionalmente primero aquí, pues este guión lo tenía que haber hecho el pintor y cineasta mexicano Emilio Amero, con quien Lorca concibió la película durante la estancia de ambos en Estados Unidos'', dijo el pintor en entrevista con La Jornada.
Un ``extraño maleficio'' impidió durante años conocer la ubicación de aquellos manuscritos en los que el poeta detalló una historia no narrativa, ``que aboga por la libertad del deseo, en contra de una moral entendida como monolito'', agregó.
Tuvieron que pasar 60 años para que el guión fuera hallado en Oklahoma: ``en 1989 se descubrieron, en la intimidad de un cajón, las pequeñas hojas del guión de Viaje a la luna. Estaban en casa de la viuda de Amero; parece ser que el cineasta intentó aquí en México el rodaje de la película, yo he hecho pesquisas para ver si existe algún material, tristemente sin resultados; quizá la película se destruido durante el incendio de la Cineteca Nacional mexicana; lo único que he encontrado es documentación y una fotografía inédita de Lorca publicada en el periódico El Universal Gráfico en los años treinta''.
El García Lorca irrepresentable
Este es el principio del viaje a la luna lorquiano: ``Uno: cama blanca sobre una pared gris. Sobre los paños surge un baile de números 13 y 22. Desde dos empiezan a surgir hasta que cubren la cama como hormigas diminutas. Dos: Una mano invisible arranca los paños. Tres: Pies grandes corren rápidamente con exagerados calcetines de rombos blancos y negros. Cuatro: Cabeza asustada que mira fija un punto y se disuelve sobre una cabeza de alambre con un fondo de agua. Cinco: Letras que digan Socorro Socorro Socorro con doble exposición sobre un sexo de mujer con movimientos de arriba abajo''.
Frederic Amat (Barcelona, 1952) señaló que la importancia de exhibir esta cinta en México ``es una historia tan larga como pensar que Lorca pudo haber vivido aquí, y muchos años más si en vez de irse a Granada el 18 de julio de 1936 a celebrar su santo le hubiese hecho caso a Margarita Xirgú, actriz catalana que le había enviado un pasaje para viajar a México, horas antes de que lo detuvieran para después asesinarlo. Lorca tenía en el bolsillo un boleto para venir a México y no lo usó, decidió irse a Granada. Así, Federico pasó a formar parte de esa constelación de personajes fantásticos, como Passolini o Koltés, que viven pocos años pero que en ese tiempo hacen una obra de una radiación inmensa''.
En febrero de 1977, Amat llegó a México por primera vez. El, que se decía conocedor de la obra lorquiana, se sorprendió al encontrar en una librería capitalina un estudio hecho por un gran amigo del poeta acerca de una obra de teatro hasta esa fecha inédita: El público. ``Me llenó de inquietud ese Lorca imposible o irrepresentable. El libro no traía la obra de teatro, porque la familia no había autorizado publicarla toda, pues se había perdido el cuarto acto y esperaban encontrarlo; además, era la época franquista; entonces resultaba imposible darla a conocer, por su contenido. Pasaron diez años y en Nueva York, en 1986, recibí una llamada de Luis Pascual, director de teatro, y me ofreció trabajar con él en el estreno mundial de El público, que se realizó más tarde en el teatro Picolo de Milán''.
Así fue como Amat se convirtió ``en un perito en Lorca, y no solamente del poeta; no olvidemos algo importante: existe el Lorca dramaturgo, el Lorca pintor, ese del que alguna vez Joan Miró dijo: `los dibujos de Lorca son los dibujos de un poeta, que es la mayor virtud que le pido a cualquier expresión plástica'''.
Desde1994, cuando se publica por primera vez el guión Viaje a la luna, el también escenógrafo catalán empezó a hacer dibujos acerca de las imágenes planteadas por Lorca: ``una primera lectura de dicho texto puede resultar críptica, difícil de desentrañar. ¿Qué nos dice el poeta? Casi es una ecuación hermética. Pero los poemas de Poeta en Nueva York, El público y varios dibujos me dieron pistas de cómo desentrañar y visualizar el Viaje a la luna de Lorca, así como entender de qué trataba''.
Al realizar los dibujos del story board, Amat descubrió que Viaje a la luna ``es una maravillosa metáfora del cine, pues la luna aparece no sólo como la feminidad, sino como espejo de luz y del tiempo. La cinta empieza con una cama y las últimas escenas son una cama, es el nacimiento y la muerte. Es un viaje al interior del poeta; pero a través justamente de la poesía se produce un salto maravilloso del microcosmos al universo. Nada es gratuito en esta película, hay una tremenda lógica poética.
``Por ejemplo, empieza con una danza de números como hormigas, son el 13 y el 22. Para descifrar esta simbología, la clave está en el diálogo de uno de los personajes de El público, es un caballo que dice `amor, amor, amor... amor del uno con el dos, amor del tres que se ahoga por ser uno entre los dos'. Esto quiere decir que el deseo puede tener otras dimensiones, otros estilos''.
El perro andaluz era García Lorca
-La primera impresión que da leer el guión de Viaje a la luna a la luna es que se parece a El perro andaluz, película que realizaron dos de los mejores amigos de García Lorca, Luis Buñuel y Salvador Dalí. ¿Qué opinas?
-Ian Gibson, que es el biógrafo oficial de Lorca, menciona una anécdota que sucedió en Nueva York. Lorca nunca vio El perro andaluz, pero supo de la cinta. En 1929, rumbo a Nueva York, hizo escala en París y en Londres, en el momento en el que sus amigos presentaban su cinta, e hizo el siguiente comentario: `Buñuel y Dalí han hecho una mierdecita, así de pequeñita, que se llama El perro andaluz. El perro andaluz soy yo'. ¿Hasta qué punto ese era el mote que sus amigos le pusieron a Lorca? No lo sabemos, pero el poeta se sintió aludido por el título que aquellos le dieron a su película. En Viaje a la luna hay imágenes que se parecen a las que salen en El perro andaluz, hay hormigas, está la Luna, pero son connotaciones diferentes.Viaje a la luna no es una película surrealista. Y hay que verla en pantalla grande, porque hay un juego con la luz blanca de pantalla de cine. Son 22 minutos; es un ritmo que el propio guión lo indica y que no conviene traicionar. El 17 de junio pasado se exhibió por primera vez en el Museo Reino Sofía, e insistí mucho en que después se presentara en México, antes de cualquier otro lugar. Después se verá en Nueva York, Berlín, Cuba y hasta octubre en Barcelona.
- ¿Qué fue lo que más disfrutaste al realizar Viaje a la luna?
-Si hay un diálogo que me interesa establecer como artística plástico siempre ha sido el diálogo con la poesía. Para mí, Viaje a la luna ha sido una cantera que evoca toda una serie de imágenes plásticas y cinematográficas. La pintura está en varios niveles. Desde el pintar, a manera de tatuaje-maquillaje, el cuerpo del actor, hasta momentos en los que pinté en un cristal para después filmar o cuando tracé la película como si fueran dibujos animados, e incluso diseñé cuadros por computadora. En general, hice pequeños guiños homenaje a lo que ha sido la historia del cine y la plástica en este siglo; hay una referencia a un paisaje de De Chirico o una visión fotográfica de Man Ray. Claro, todo esto sin querer hacer un altar de santitos, pero sí un homenaje subliminal a estos artistas, que no se pueden ignorar en un guión de esta dimensión.
Viaje a la luna, guión cinematográfico de Federico García Lorca e imágenes de Frederic Amat, se exhibirá en video en el marco de la séptima Feria Internacional de Arte Contemporáneo Expoarte 98, en Guadalajara, el próximo 10 de septiembre, y en la pantalla grande de la Cineteca Nacional de la ciudad de México el 14 de septiembre. En ambos casos participará el realizador Frederic Amat en una mesa redonda.