Gurría: los dos próximos años, peores que 98
Antonio Castellanos Ť El secretario de Hacienda, José Angel Gurría, afirmó ayer que la volatilidad internacional afectará las perspectivas de la economía y de las inversiones, aceptó que en el siguiente año y el 2000 la economía tendrá menor dinamismo que en 1998, y dijo que las tasas de interés altas no deben mantenerse como un esquema permanente. Hoy se esperan menos presiones en la subasta de Certificados de la Tesorería (Cetes), precisó.
Planteó un panorama sombrío con amenaza de recesión internacional, y como preludio destacó que los mercados están cerrados. Hoy es difícil colocar una emisión de bonos y no hay acceso a ningún precio. A México no se le ha quitado la calidad crediticia, pero ``está, al igual que todos los países emergentes, bajo una estricta vigilancia'' porque los efectos externos pueden ``descomponer el escenario interno''.
El desajuste internacional hace difícil hablar de un presupuesto de egresos y de una ley de ingresos. No se puede plantear ninguna cifra. Cualquiera sería incorrecta porque se adoptarían las cifras de mayor volatilidad. ``Debemos prever todos los fenómenos que impidan cambios como los ocurridos este año''.
Adelantó que el mayor impacto del tercer recorte presupuestal lo resentirán Petróleos Mexicanos y la Secretaría de Hacienda, y expresó su confianza en que las tasas de interés y el tipo de cambio tengan un rebote positivo. ``Espero que las primeras bajen y el segundo se aprecie a un nivel que represente mejor la realidad económica''.
Gurría informó que los dirigentes del Fondo Monetario Internacional, el Banco Mundial y el Banco Interamericano de Desarrollo se comprometieron a ofrecer respaldo a todos los países miembros que lo busquen en caso de que sus programas se vean amenazados por la crisis económica internacional.
Están concientes de que no pueden permanecer ajenos a las repercusiones que tiene la volatilidad internacional en los mercados emergentes. Saben que si no hay una obvia intervención de su parte, se corre el peligro de caer en una recesión internacional, de la que también serían víctimas las grandes potencias, indicó.
El secretario de Hacienda se reunió con los reporteros de la fuente en una comida ofrecida en el salón Panamericano de Palacio Nacional, y explicó que los dirigentes de los organismos financieros internacionales reconocen las medidas que se han adoptado para proteger las bases de crecimiento futuro.
Sin problemas de crédito
México, a diferencia de otros países, tiene un ``calendario de pagos muy suave. Poquito para lo que resta de 1998, poquito para 1999 y poquito para el 2000. En todo caso no tendría problemas para refinanciarse, pero el hecho es que está demostrado que no es una isla. Que somos parte de la economía internacional y que sería ingenuo pensar que no nos afectará la crisis internacional''.
Juzgó oportuno el anuncio de que las tasas de interés en Estados Unidos pudieran observar una tendencia a la baja, porque eso implicaría una preocupación directa de la Reserva Federal de ese país sobre la problemática mundial, y su decisión de no permitir que se generalice la recesión.
Durante la reunión, el secretario de Hacienda reconoció que 1999 y el 2000 serán años complicados, donde ``vamos a tener que practicar una gran disciplina fiscal. Vamos a tener que escoger prioridades, para mantener políticas sanas, sin ampliar el déficit fiscal. Para ello será necesario tener certidumbre sobre los recursos que se van a tener''.
Hizo notar que ahora es difícil saber cuánto tiempo durará la inestabilidad internacional. ``Esto que hoy parece temporal, se vuelve menos temporal en el plazo inmediato y habrá que incorporarlo a los cálculos de 1999. Ojalá que sean los elementos menos posibles, porque ahora es mal momento para tomar decisiones sobre los presupuestos de los dos siguientes años''.
El funcionario hizo notar que el gobierno será cauteloso para formular su presupuesto: lo primero será esperar el comportamiento de las tasas. Si se mantienen por un periodo amplio, no ayudan a enfrentar ninguna crisis. Al gobierno no le conviene porque se encarece su deuda interna. Es por eso que la semana pasada no se vendieron los Cetes. ``Espero que en la subasta de hoy las posiciones del mercado sean más razonables'', dijo.
En segundo lugar no le conviene a los deudores, porque se complican sus pagos; tampoco a los inversionistas porque difieren sus programas de inversión y tampoco a los bancos, porque se reduce la posibilidad de pago de sus acreditados. El de las altas tasas es un problema de la economía en general, subrayó.
Acuerdo de autoridades
Gurría dijo que en el retiro de la subasta de Cetes, el Banco de México estuvo de acuerdo con las autoridades hacendarias y que éstas también lo estuvieron en las medidas monetarias. En las dos partes ``estamos preocupados porque este nivel de tasas pudiera prolongarse demasiado''.
Una cosa es hacer frente a un incidente temporal, señaló, y otra es tenerlas como un esquema permanente, porque entonces se empiezan a afectar las perspectivas del crecimiento futuro de la economía. Por eso estamos con la expectativa de que esto sea temporal.
Se refirió también a la discusión del Fondo Bancario de Protección al Ahorro (Fobaproa) y reconoció que ha afectado la marcha de la economía, pero aclaró que los mayores efectos se tienen de los movimientos erráticos de los mercados internacionales. Señaló que las investigaciones de quienes están implicados en ilícitos continúan en la Procuraduría General de la República, pero indicó que se mantiene cautela para no dañar a quienes pudieran no ser responsables; por último anunció que hoy entregarán a los diputados los detalles del impacto del tercer recorte al presupuesto de egresos del gobierno federal.