Empresarios de EU han gastado 250 mil mdd comprando favores de congresistas, dice ONG
Jim Cason y David Brooks, corresponsales, Washington, 9 de septiembre Ť Hay un anuncio de ``se vende'' frente al Capitolio, sostiene un informe emitido hoy por una organización no gubernamental que se centra en la influencia del dinero en la política de Estados Unidos.
Según el Centro para la Integridad Pública, las empresas más grandes de Estados Unidos han gastado casi 250 mil millones de dólares ``comprando'' favores de legisladores federales y hasta influencia en proyectos de ley que les brindan beneficios específicos.
``Demasiados legisladores estadunidenses han olvidado para quién trabajan'', declaró Charles Lewis, director del Centro para la Integridad Pública, que emitió el informe este miércoles.
``Tenemos muy pocos servidores públicos en el Capitolio y demasiados servidores privados'', agregó.
Mientras que el Senado intenta una vez más debatir una legislación para reformar las leyes de financiamiento electoral, el informe del centro ofrece pruebas de lo difícil que será lograr ese objetivo.
Con base en una revisión de los documentos electorales federales, la investigación encontró que las empresas que aparecen en la lista de las 500 más grandes de la revista Fortune otorgaron 255 millones de dólares a legisladores durante los últimos 10 años.
``Así resulta poco sorprendente que durante años el Congreso haya reducido los impuestos a las empresas de una forma mayor'', dijo Lewis.
Señaló que en el pasado los impuestos empresariales habían representado hasta 28 por ciento de ingreso federal, y actualmente son sólo 10 por ciento de todo el ingreso gubernamental.
``Noventa y seis por ciento del pueblo estadunidense no da ni un quinto a cualquier político o partido federal'', señaló Lewis, quien sostiene que un pequeño grupo de contribuyentes políticos controla gran parte de la agenda política del Congreso estadunidense.
Los líderes parlamentarios, gestores de grandes empresas
El informe indica que el titular de la Cámara de Representantes, el republicano Newt Gingrich, argumentó con éxito a favor de suspender los impuestos a yates de lujo, después de que una pareja que fabrica las velas para este tipo de barco contribuyó con más de 800 mil dólares a su campaña electoral.
Pero no sólo los republicanos son gestores de las grandes empresas.
El líder demócrata de la Cámara de Representantes, Richard Gephardt, quien recibió más de 200 mil dólares de la cervecera Anheuser-Busch, logró convencer al presidente Bill Clinton de que abandonara una propuesta para incrementar los impuestos sobre las ventas de cerveza.
El informe del Centro para la Integridad Pública sugirió también que existe una relación entre la industria de los grandes restaurantes y grupos granjeros y el fracaso del Congreso en promover leyes efectivas contra la explotación de la mano de obra de menores de edad.
Según Lewis, el impacto de este pequeño grupo de donantes sobre el Congreso es una de las razones por la cual tan poca gente decide participar en la elecciones federales legislativas.
``¿Extraña realmente que tantos estadunidenses, viendo el anuncio de `se vende' que han puesto los políticos frente al Capitolio, han abandonado todo menos su participación en el sistema?'', preguntó Lewis al presentar su informe.
Investigadores del Centro para la Integridad Pública informaron a La Jornada que no cuentan con información específica sobre las contribuciones a los políticos de parte gobiernos extranjeros para favorecer sus intereses.
Pero se sabe que, por ejemplo, el gobierno mexicano --junto con muchos otros-- no ha permanecido al margen y que por lo menos uno de los bufetes de abogados contratados por la embajada de México a principios de los 90, Akin, Gump, Strauss, Hauer and Feld, fue señalado en el informe como uno de los cinco principales donantes de miembros del Senado.