La Jornada 11 de septiembre de 1998

57 MUERTOS POR LLUVIAS EN CHIAPAS; EN TODO EL PAIS, 77

De los corresponsales Ť De acuerdo con informes oficiales, han muerto 77 personas en distintas regiones del país y hay decenas de miles de damnificados como consecuencia de las torrenciales lluvias de la última semana. En Chiapas, autoridades municipales reportan 57 fallecimientos en comunidades de la sierra y la costa, donde unos 300 mil habitantes perdieron hogares y pertenencias. En Guanajuato perecieron siete personas, seis en Jalisco, tres en Veracruz, dos en Oaxaca, una en Guerrero y otra más en Nayarit.

El Servicio Meteorológico Nacional informó que las lluvias que afectan a la mayor parte del país son provocadas por la depresión tropical Javier, que se localiza frente a las costas de Baja California Sur, y la tormenta tropical Frances, en el Golfo de México, por lo que se recomendó extremar precauciones a la navegación marítima.

El presidente Ernesto Zedillo y varios secretarios de Estado recorrieron ayer las zonas afectadas en Chiapas, donde desde el pasado martes se decretó la aplicación del Plan DN-3 para zonas de desastre, pues son cientos de miles los damnificados en unas 100 comunidades de 23 municipios que quedaron aisladas por las aguas, desde Tapachula hasta Tonalá, en la región occidental del estado, donde se informa que se desbordaron 15 ríos y quedaron destruidos 20 puentes, entre carreteros y ferroviarios.

El secretario de Salud, Juan Ramón de la Fuente, informó que se han detectado brotes de dengue, conjuntivitis y enfermedades gastrointestinales, que ya son atendidos por brigadas sanitarias. Dijo que 20 hospitales y clínicas de la región resultaron dañados.

Mientras, personal de la Secretaría de Marina indicó que nueve helicópteros y tres buques trabajan en la zona costa para auxiliar a los damnificados. A su vez, el Ejército envió dos helicópteros a Motozintla, dos a Huixtla, dos a Tonalá y uno a Tapachula.

Los albergues, insuficientes

Por su parte, el gobierno chiapaneco asegura que el número de muertos es de 39. Informa que los albergues instalados en las zonas afectadas han recibido a unas 10 mil personas y que serían 30 mil las afectadas por las intensas lluvias que desde el viernes pasado azotan la costa y sierra de Chiapas.

El gobernador Roberto Albores Guillén, quien en conferencia de prensa dijo que se trata de una ``emergencia nacional'', informó de la creación de un comité, el cual participará en la distribución de víveres. Negó que haya desabasto de gasolina, aunque este viernes llegará un barco que transporta dicho combustible. El corte de energía eléctrica y problemas para la distribución del agua potable continúa en unos 20 municipios.

En Pijijiapan, el alcalde Gilberto de los Santos Cruz informó de 23 personas muertas, además de 8 mil damnificados que fueron reubicados en albergues en escuelas, casas particulares y el palacio municipal, los cuales han resultado insuficientes ya que ayer continuaban llegando pobladores de diversas comunidades que quedaron sin vivienda. Aseguró que escasean víveres y medicinas.

El presidente de Huixtla, Jorge Paz Medina, reportó 15 muertos y que las casas ubicadas en tres cuadras fueron arrasadas por la corriente del río que atraviesa la localidad. En Tonalá son 11 los fallecidos, siete de los cuales vivían en la comunidad Margaritas y cuatro en Cabeza de Toro, la cual se encuentra inundada en su totalidad.

Dos muertos más se reportan en Tapachula, dos en Ciudad Hidalgo, dos en Villa Comaltitlán, uno en Mazatán y otro más en Arriaga. Allí, al igual que en Mapastepec, Escuintla y Acapetahua continúan las inundaciones en diversas colonias de las cabeceras municipales, aunque ya este jueves hubo un descenso en las precipitaciones pluviales por lo que decenas de familias empezaban a recuperar parte de sus pertenencias.

Puerto Madero también quedó prácticamente inundado por lo que sus habitantes fueron trasladados a Tapachula para ser albergados en escuelas públicas y particulares, en el lienzo charro, DIF municipal y algunos más se refugiaron con sus familiares.

En Ciudad Hidalgo el desbordamiento del Suchiate afectó a las colonias Eustorgio Cortés, El Paraíso, Belisario Domínguez, La Isla, Miguel Alemán, Ignacio López Rayón, Cosolapa, Nueva Independencia y Emiliano Zapata, entre otras. Asimismo, se reportaron graves daños en el recién construido puente internacional que comunica con Guatemala, mientras que en el antiguo también se detectaron afectaciones en su estructura.

En Tuxtla Chico, Cacahoatán y Unión Juárez, en las faldas del volcán Tacaná, los daños son por deslaves, por lo que los habitantes de las diversas comunidades han sido trasladados a las cabeceras municipales.

Por la parte serrana, el municipio de Motozintla está incomunicado al desgajarse un cerro que lo comunica con Huixtla. Otras localidades afectadas son Chiapa de Corzo, Villa Flores y La Concordia.

Miles de damnificados por el desbordamiento de ríos

En Guanajuato, la tormenta que azotó hace dos días el municipio de Salvatierra provocó la muerte de seis menores y una mujer embarazada al desbordarse un río en el poblado La Estancia del Carmen, el cual también obligó a reubicar a unas cien personas y provocó daños en cuatro puentes.

Otras diez comunidades de Pénjamo se encuentran incomunicadas y la presa en esa localidad fue reportada a su máxima capacidad: sin embargo, los pobladores no habían sido evacuados la tarde de ayer. Por su parte, la Comisión Nacional del Agua alertó a los habitantes que viven en las márgenes del río Lerma ante la posiblidad de un desbordamiento, aunque ya alguno de sus afluentes fue desviado hacia la presa Yuriria.

En Michoacán, el desbordamiento de los ríos Tuzantla y San Carlos dejó unos 15 mil damnificados y 35 poblados aislados en los municipios de Tuzantla y Tiquicheo. El puente Las Juntas resultó severamente dañado por lo que la comunicación con el centro del estado es difícil; sin embargo, la ayuda estatal llega por medio de helicópteros, informaron autoridades locales. Otros dos ríos que rebasaron su cauce en sus partes bajas son Queréndaro y Cutzamala, que destruyeron tres casas y afectaron unas 125 hectáreas de cultivos básicos.

Respecto a la situación en Veracruz, donde en el transcurso de la semana se han reportado tres personas muertas, varias comunidades ubicadas al norte del municipio de Zongolica se encontraban afectadas por el desgajamiento de cerros que impedían el paso de vehículos. En el resto de la entidad se mantenía la alerta al incrementarse los niveles de captación de las lagunas Pueblo Viejo y Tamiahua, así como las presas Cerro de Oro y Temascal, además de la crecida de los ríos Uxpanapa, Tuxpan y Coatzacoalcos.

En Oaxaca, dos personas fallecieron por el desbordamiento de ríos en San Pedro Tapanatepec y Pochutla. Dos mil personas se encuentran damnificadas por el crecimiento del río Ostuta que atraviesa Ixtepec y San Francisco del Mar, donde además diez comunidades se encuentran aisladas. Por otra parte se reportan derrumbes en los tramos carreteros que atraviesan Juquila, Vista Hermosa, El Zalar, Río Grande y Cuicatlán.

Por su parte, bomberos de Jalisco rescataron el cuerpo de Karina Sánchez González, de 17 años, quien fue arrastrada por las aguas del río Huaxtla, en Zapopan, el domingo pasado. En tanto continúa la búsqueda de José Santos Flores y Alejandra Quezada, que fueron arrastrados por la corriente del río Los Ocotes junto con otros tres familiares, cuyos cuerpos ya fueron localizados.

En Nayarit, una mujer indígena falleció al ser sorprendida por una tormenta y arrastrada por la crecientede un arroyo en el municipio de Huajacori. En Sinaloa, el desbordamiento de un arroyo en Escuinapa y del río Pánuco, en Rosario, provocaron inundaciones en decenas de viviendas por lo que se ubicó en albergues a más de 300 personas.

En Guerrero, 240 personas permanecían albergadas en Zihuatanejo, mientras que en Acapulco unas 700 viviendas se encontraban afectadas por el desbordamiento de la laguna de Tres Palos y del río La Sabana. En tanto, seguía desaparecido un adulto que fue arrastrado por las aguas de un río en Iguala.

Respecto a la situación en Puebla, el Sistema Estatal de Protección Civil informó que las lluvias han dejado más de 500 damnificados en Tulcingo del Valle, Ajalpan, Tenampulco, Acateno y Hueytamalco, donde se inició el reparto de víveres por parte del gobierno estatal. En Tehuitzingo y Epatlán se reportan afectaciones en las vías terrestres. En la ciudad de Puebla se confirmó el derrumbe de ocho casas de la colonia La Providencia, pues las aguas de los arroyos Manzanilla y San Diego, afluentes del río Alseseca, socavaron sus cimientos. (Rodolfo Villalba, Manuel Carrillo, Guadalupe Ríos, Víctor Ruiz, Andrés T. Morales, Cayetano Frías, Jesús Narváez, Víctor Guerra, Martha Patricia Castro, Raúl López, Antonio Pérez, René Alberto López, Luis Boffil y La Jornada de Oriente)


* Cruz Roja Mexicana. Luis Vives 200, entre Homero y Benito Pérez Galdós, Polanco. Tel. 3 95 11 11 ext. 144. Cuenta Banamex: 372735-6 sucursal 261. Cuenta Serfin: 940282-4, sucursal 70.

* Cáritas. Arquidiócesis de México. Durango 90 (entre Córdoba y Orizaba), colonia Roma, y Providencia 339 (entre Xola y Romero de Terreros), colonia Del Valle. Tels. 5 25 05 85 y 5 25 84 48. Cuenta Banamex: 6839973, sucursal 272.

* En las Unidades de Protección Civil, Subdelegaciones de Participación Ciudadana o de Desarrollo Social de una de las 16 sedes delegacionales del Distrito Federal. (Delegación Tlalpan: Plaza de la Constitución No. 1, entre Madero e Hidalgo, centro de Tlalpan. Jueves y viernes de 10 a 18 horas; sábado y domingo de 11 a 17 horas)

* PAN. Angel Urraza 812 (entre Amores y López Cotilla), col. Del Valle. Avenida Coyoacán 1546, esquina con José María Rico, col. Del Valle. Tel. 5 59 63 00.

* PRD. Sede nacional. Monterrey 50, col. Roma. Tel. 2 07 07 64. Cuenta Bital: 4006870505. Sede DF. Jalapa 88 esquina Colima, col. Roma. Tel. 5 51 84 15.

* PRI. Avenida Insurgentes 59 (entre Luis Donaldo Colosio y Héroes Ferrocarrileros), col. Buenavista. Tel. 5 59 02 60.

* Todas las oficinas en el país de Seguros Comercial América. Solicitar informes sobre su ubicación al tel. 7 27 22 22, en el Distrito Federal, y al 01 800 734 87 67 para el resto de la República.

* Asociación Mexicana de Contadores. Calle Esperanza 765, entre Anaxágoras y Pitágoras, col. Viaducto Narvarte.

* Central de Abasto. Pasillos W9 y 11. Tels. 6 94 18 08 y 6 94 19 19, con la señora Josefina Ricaño de Nava.

Se necesita agua purificada en presentaciones de 1.5 litros, leche pasteurizada (no en polvo), alimentos no perecederos enlatados o en grano (arroz, frijol, lenteja, haba), azúcar, sal, alimento infantil; ropa limpia y en buen estado (clasificada y en bolsas de plástico); cobertores limpios; abrelatas, velas, cerillos, jabón de aseo, estropajo, papel sanitario, cepillos dentales, pañales desechables, toallas femeninas, pasta dental, detergente y jabón para ropa.


La Cruz Roja Mexicana informó que la ayuda a los damnificados por las lluvias en Chiapas ``se complicará'' en los próximos días porque continuará el mal tiempo y por los daños que sufrieron las vías de comunicación. En tanto, dependencias gubernamentales, partidos políticos y organizaciones sociales y empresariales coordinan esfuerzos para llevar comida, medicamentos y ropa a los habitantes de esa entidad.

La situación entre la población chiapaneca se agrava y complica día con día, reconoció la Cruz Roja, que ayer suscribió un convenio de colaboración con el Canal del Tiempo a fin de atender y prevenir mayores desastres.

Eduardo Ruiz, presidente del canal --que presta servicios de pronósticos de tiempo, sobre todo en Estados Unidos-- dijo que las lluvias de los últimos 10 días en Chiapas triplicaron ya la cantidad de agua que en otros años ha caído en septiembre y aunque los servicios meteorológicos reportaron con 36 horas de anticipación el fenómeno, ``es imposible, por el momento, saber la magnitud del daño''.

Advirtió que las precipitaciones de alta intensidad continuarán todo el fin de semana, por lo que la entrega de ayuda se complicará.

José Barroso Chávez, presidente de la Cruz Roja Mexicana, señaló que la noche del miércoles los voluntarios de la institución apoyaron a más de 20 mil damnificados, pero aún no se ha podido llevar medicamentos, ropa o comida por el daño que sufrieron las vías de comunicación, e indicó que en las zonas donde se registran las inundaciones más graves, en unos días será ``imperiosa'' la necesidad de llegar para llevar comida a los habitantes y prevenir la aparición de cualquier tipo de enfermedad.

La Secretaría del Medio Ambiente informó que 7 mil familias de pescadores resultaron afectados y se evalúan los daños a las granjas camaronícolas. En tanto, la Secretaría de Comercio coordina una estrategia con los representantes de las principales empresas comercializadoras y productoras de alimentos a fin de evitar prácticas abusivas en Chiapas, que incluye el compromiso del empresariado en vigilar el abasto y los precios de los productos básicos, así como un acuerdo para que la Secretaría de Hacienda establezca una franquicia para importar de Guatemala harina de maíz mientras dura la situación de crisis.

Por otra parte, el PRD integró un comité de solidaridad con los damnificados de Chiapas, y la dirigencia hizo un llamado a militantes y simpatizantes a canalizar víveres, medicinas, agua, cobijas, ropa y calzado al centro de acopio de Monterrey 50.

Andrés Manuel López Obrador informó que el PRD asignó a los damnificados una partida presupuestal de 500 mil pesos, que se sumará a los recursos que se puedan recabar a través de la cooperación solidaria de dirigentes y funcionarios partidistas.

En la Cámara de Diputados, los legisladores chiapanecos del PRI promovieron cinco acuerdos: que el Ejecutivo federal asigne recursos extraordinarios para atender la situación de desastre que enfrenta esa entidad; convocar a los organismos internacionales que tengan programas de apoyo en caso de desastres para que estén atentos a la situación; que los 500 diputados aporten un día de salario para el fondo de apoyo a damnificados; reorientar el presupuesto de la Cámara para aportar a ese fondo una cantidad tres veces superior a lo que aporten los diputados, y abrir en San Lázaro un centro de acopio. En el Senado, el dirigente de la CNC, Heladio Ramírez, propuso crear un fondo con aportaciones mensuales de los representantes populares en solidaridad con los damnificados. (Angeles Cruz, Georgina Saldierna, Ciro Pérez, Víctor Ballinas y Martha García)


Rosa Elvira Vargas, enviada, Tonalá, Chis., 10 de septiembre Ť El presidente Ernesto Zedillo ubicó prioridades para atender a los damnificados por las inundaciones en la costa chiapaneca: salvar vidas, abastecer de agua potable, alimentación, asistencia médica y energía eléctrica, y recuperar las viviendas que se ha llevado o sepultado la corriente de los ríos.

Además, frente al hecho numerosas veces denunciado respecto de que ya se inició el saqueo y la rapiña en las casas que quedaron abandonadas, y que los comerciantes han llevado a las nubes los precios (el arroz, a 30 pesos el kilo, y el frijol, a 10, por ejemplo), el mandatario dispuso patrullajes especiales a cargo del Ejército.

Frente a las dificultades que imponen las carreteras destrozadas y las lluvias para hacer llegar el apoyo a las comunidades afectadas, el mandatario solicitó al presidente de Guatemala, Alvaro Arzú, utilizar las vías terrestres de aquel país para facilitar el abasto de productos básicos y medicamentos a la costa chiapaneca.

En un comunicado de Presidencia, se precisa que la vía terrestre acordada por ambos mandatarios será a través de Comitán y Ciudad Cuauhtémoc, en México, y Huehuetenango y Quetzaltenango, en Guatemala, para llegar a Ciudad Hidalgo y de ahí a Tapachula y al resto de la región siniestrada.

Zona de desastre

Las lluvias llegaron y parece que quieren acabar con todo. Son miles de comunidades de una decena de municipios costeros donde hoy más de 500 mil personas están sin energía eléctrica, agua potable, alimentos, medicinas, combustibles, ropa. Quedaron totalmente aisladas y la persistencia de las lluvias dificulta hacer un balance preliminar de pérdidas humanas. Es una tragedia.

La gente cuenta lo que ya no tiene por nombres de puentes caídos, número de colonias inundadas, extensión de cuadras desaparecidas. Pero aún no se atreve a enlistar a los muertos, porque quién sabe cuántos sean y dónde están las miles de personas que de pronto encontraron que su ranchería --levantada a la vera de un río-- es hoy un islote que al paso de los días se empequeñece más, y muchas veces ni los techos de las casas o escuelas son lo suficientemente altos para esperar, subidos en sus tejas, algún auxilio.

Ernesto Zedillo inició en Tapachula, esta mañana, un recorrido por la zona siniestrada. Hizo altos en los municipios Huixtla y Mapastepec, donde estuvo en caminos rotos, a la orilla de puentes caídos, en lechos de ríos a punto de desbordarse, en terrenos en donde sólo queda el recuerdo de las casas y en albergues que dan techo, pero no mucho más por ahora.

Con la gente que se le acercaba y le hablaba en todos los tonos, y luego con la prensa, el Presidente ubicó el aislamiento de las comunidades como el principal obstáculo para hacer llegar el abasto.

Y es que la gran planicie que existe entre la costa y la sierra chiapanecas, en cientos de kilómetros no ofrece otro panorama que agua y terrenos anegados. Desde lo alto, en muchos tramos, pareciera ser un inmenso manglar que en realidad son las copas de los grandes árboles que apenas alcanzan a sobresalir de las extensiones inundadas. En otros puntos, asoman a la superficie sólo pequeños tejados rojos. Sin que nadie se aventure o atreva a pronosticar qué quedó en el fondo.

De Tapachula a Tonalá hay 240 kilómetros de distancia por la autopista costera. Por la caída de puentes y la ruptura de la carpeta asfáltica, esa vía se perdió. Además, los cientos de caminos rurales que atraviesan la gran planicie ``están sepultados'', dijo lacónico Carlos Ruiz Sacristán, secretario de Comunicaciones y Transportes. Con diagnóstico no menos pesimista, observaba las escenas de angustia y llamados de auxilio, el secretario de Salud, Juan Ramón de la Fuente: ``imagínese esto dentro de 72 horas'', alcanzó a traducir de lo que por su mente pasaba en esos momentos.

En el recorrido estuvieron también los secretarios de la Defensa, general Enrique Cervantes, y de Marina, almirante José Ramón Lorenzo Franco; y los directores del DIF, Mario Luis Fuentes, y de la CFE, Rogelio Gasca Neri.

Por tierra, sólo se ven carreteras rotas, y por aire, cielos que no cesan de llover y no tienen para cuándo. De acuerdo con el titular de la Comisión Nacional del Agua, Guillermo Guerrero Villalobos, actúan de forma simultánea dos fenómenos meteorológicos: uno por la zona del Golfo de Tehuantepec y otro por el lado del Golfo de México, lo que ha convertido a la zona en una especie de canal que los especialistas denominan vaguada.

En tales condiciones, Zedillo ubicó prioridades: primero, salvar vidas; segundo, abastecer de agua potable, alimentación, asistencia médica y energía eléctrica, y, tercero, recuperar las viviendas que se ha llevado o sepultado la corriente de los ríos.

En Huixtla, una multitud desesperada por la situación y con una carga política que le viene de mucho antes de las lluvias, encaró al Presidente con pancartas en contra y a favor del PAN, y en contra y a favor del PRI. Hay elecciones municipales en puerta --el 4 de octubre-- y muchos por ahí canalizaron sus protestas, aunque hubo quienes criticaban la presencia militar y otros que pedían su presencia ``para que nos ayuden a organizar esto''.

Rodeado por la gente, Zedillo hizo frente a los reclamos. Dijo que es falso que los militares estorben. Precisó que el Ejército permanecerá en las comunidades hasta que la situación se normalice y que además será responsable del manejo de los albergues.

Ya aquí, en conversación con la prensa, Zedillo recalcó que no es momento para darle un uso político a esta desgracia. Sería muy grave y una ofensa para esta gente y para todos los mexicanos que alguien tratase de aprovechar políticamente esta situación, cuando lo que se requiere es decir toda la verdad, sin ocultamientos ni cortapisas, porque se está viviendo una tragedia, la gente está sufriendo mucho.

Resulta fácil que ante el ánimo que hoy tiene la gente, comentó, surjan voces que busquen un beneficio político particular, que puedan alterarla aún más e inciten a conductas que no servirán de nada para enfrentar y resolver el actual estado de cosas. Este es un momento para sumar y multiplicar el esfuerzo.

Más adelante admitió que es normal que la gente esté apesadumbrada por la tragedia. ``Yo estoy preocupado, estoy triste de ver sufrir a la gente, no lo puedo negar, pero mi tristeza no debe obstruir mi capacidad de decisión. Por encima de cualquier sentimiento personal, está el sentimiento de la gente que quiere apoyo'', aunque reconoce las limitaciones que se enfrentan por la suspensión de las comunicaciones.

En las dos cabeceras municipales donde descendió la comitiva presidencial, los gritos surgían espontáneos, francos, desesperados. ``¡Queremos ayuda!'', ``¡Mándenos comida, no tenemos nada!''. ``¡Mire, ahí tengo mis cositas amontonadas, mi casita ya no está!'', ``¡Queremos que vayan por los maderos; tenemos que hacer un muro de contención!'', ``¡Por acá se llevó un montón de casas el río, nosotros somos los damnificados!'', ``¡Vea, el río se abrió en dos y ahora se juntaron el río Viejo y el San Nicolás!''

Y justamente desde el río Viejo, a punto de desbordarse, en una pequeña loma, a lo lejos , un pequeño grupo de personas se distinguía con claridad. No había forma de llegar y quién sabe desde cuándo estaban ahí, en su ranchería Guadalupe Victoria, esperando ser rescatados.

La gente de Mapastepec demandó a Zedillo que se usaran los helicópteros de la comitiva presidencial para rescatar a esa gente, y él les respondió que las naves en las que viaja no cuentan con el equipo de rapel para las labores de salvamento. Más tarde, ya en Tonalá, informó que helicópteros de la Secretaría de Marina habían sido enviados a esa zona para auxiliar a los damnificados, incluso desviándolos de otras acciones, puesto que lo más urgente era salvar vidas.

Y es que, una y otra vez, el Presidente puntualizó que el mayor problema es el transporte, tanto para el abasto de víveres como para las grandes reparaciones que requiere el tendido eléctrico y la reconstrucción de carreteras. En los próximos días, asumió, se vivirá aquí un proceso muy difícil, ``vamos a escuchar cosas muy desagradables que provienen del dolor y de la angustia de la gente'', pero dijo que instruyó no sólo a reunir el mayor número posible de helicópteros del gobierno federal, sino que éstos podrán ser rentados e incluso hay la disposición de utilizar tramos carreteros para el aterrizaje de pequeños aviones de carga.

Por la noche, Presidencia informó que el Ejecutivo dispone ya de una flotilla de 73 helicópteros, propiedad de distintas dependencias, que se destinarán, ante todo, al rescate de personas todavía incomunicadas y al abastecimiento. Asimismo, se desplaza hacia la zona un buque-tanque con más de 6 millones de litros de gasolinas y turbosina que a partir del sábado serán distribuidos. En tanto, el gobierno mexicano importará combustibles desde Guatemala para garantizar un abasto inmediato.

En Tonalá, Zedillo confió en que mañana pueda resolverse el problema de la energía eléctrica, pues en estos momentos la preocupación del gobierno no son los recursos económicos sino ``cómo vamos a lograr el paso desde Tapachula hasta Tonalá, a todas las comunidades, a todas las poblaciones. No escatimaremos recursos y tendremos las soluciones en función de ese criterio''.

Durante la conferencia de prensa que ofreció aquí, antes de regresar a la ciudad de México, el mandatario fue picado por una avispa en la mano izquierda. Al final, y cuando alguien le hizo notar el hecho, respondió: ``Sí, fue una avispa, ha de ser del EZLN. No, verdad, creo que no, porque aquí no hay.''