Los protagonistas son Antonio Banderas, Anthony Hopkins, Catherine Zeta-Jones, Stuart Wilson y Matt Letscher; la historia es de Ted Elliot y Terry Rossio, junto con Randall Jahnson. Esos son elementos atractivos, adicionales. Pero si le añadimos a la trama el referente de los nombres de Santa Anna, California y los anhelos coloniales y anexionistas de España --aunque en la cinta no se dice ni con una pequeña alusión que esa parte de México también era disputada por Estados Unidos, que finalmente se quedó con la tajada del león-- para los mexicanos la película adquiere connotaciones que para nacionales de otros países no puede tener.
Sin hacer los juicios de valor, que necesariamente se van a tener que realizar, La máscara del Zorro es excelente. El mítico héroe defiende a los débiles y explotados del coloniaje español, representado en el personaje de Rafael Montero (Stuart Wilson), quien llegará a la ignominia de escudarse en la bella Elena (Catherine Zeta-Jones), a quien hizo creer durante 20 años que era su hija, cuando en realidad la había arrebatado a su padre (el viejo Zorro, Anthony Hopkins) y por su afán de venganza uno de sus fieles soldados había matado a la esposa del enmascarado, Esperanza (la guapérrima Julietta Rossen). Durante dos décadas el Zorro la pasa en las mazmorras con una idea fija: vengarse del tipejo que mató a su esposa, se robó a su hija, lo metió a la cárcel, desvirtuó la leyenda del defensor de los desprotegidos y que no ve sino sólo en erigirse en el príncipe de la codiciada California que, hoy sabemos, contiene recursos mil y por eso le interesó a los gringos.
En medio de la historia de venganza y justicia, el amor se da entre el hijo de don Antonio de la Vega (el viejo Zorro, Hopkins) y el guapo (para ellas), hábil, simpático, bailarín diestro, varonil, inteligente y justiciero Alejandro Murrieta (Banderas-Zorro joven), que de niño rebelde admiraba al héroe esmascarado y le salvó la vida en la magistral escena inicial que para abrir boca nos regala esta cinta.
Son varias las versiones de esta historia basada en la novela por entregas titulada La maldición del capistrano, de Johnston McCulley, un reportero policiaco que a su vez escribía cuentos de ficción, pero ahora La máscara del Zorro es un regreso al romanticismo del Viejo Mundo y a los temas del Viejo Oeste.
Para lograr llevar esta historia a la pantalla, Amblin Entertainment, de Steven Spielberg, en asociación con TriStar Pictures, adquirió los derechos de la familia Gertz, la cual los había adquirido en 1950 de McCulley.
Se estrenará el 16 de septiembre