La Jornada 19 de septiembre de 1998

Cruz Roja: Zedillo no ha ido donde repartimos ayuda

Angeles Cruz Ť El presidente Ernesto Zedillo no ha ido a donde hay presencia y evidencia del trabajo de la Cruz Roja Mexicana en Chiapas, y tal como fue establecido por las propias autoridades, está en los lugares a los que se puede llegar por tierra, mientras que el apoyo del gobierno federal se ubicó de manera prioritaria en la costa, donde la gente quedó totalmente incomunicada, afirmó José Barroso Chávez, presidente nacional de esa institución.

Explicó que el estado está dividido en tres partes: la zona de la guerrilla, los municipios cercanos a la capital, donde las carreteras quedaron maltrechas pero se pueden utilizar, y la costa. Esta última es donde está la gran preocupación de las autoridades. Ahí ha estado el Presidente en varias ocasiones y, en cambio, no ha ido a Tonalá, por ejemplo, donde está la Cruz Roja Mexicana.

Efectivamente, dijo, la ayuda de la Cruz Roja llegó a Tapachula porque fue el único sitio al que se pudo acceder junto con Tuxtla Gutiérrez y el municipio de Arriaga, donde se instalaron centros operativos para la distribución de víveres. Incluso, mencionó, ya empezó a utilizarse la vía marítima por la cual se enviaron 200 toneladas de productos el martes pasado.

La Cruz Roja Mexicana, abundó Barroso Chávez, ``fue eficiente en los sismos de 1985, en el huracán Paulina y siempre que se ha necesitado. Ahora, en el estado de Chiapas, hemos sido más eficientes todavía, respondiendo así a la confianza de la población''.

Ni la Secretaría de Marina ni la de Defensa apoyaron el traslado de víveres

Renuente en un principio a responder sobre el señalamiento del Presidente de la República, acerca de que no se ha distribuido ni un kilo de ayuda de la Cruz Roja, José Barroso Chávez afirmó que desde el inicio de la emergencia el gobierno federal le comunicó que en esta ocasión no contarían con el apoyo de las secretarías de Marina y de la Defensa Nacional para el traslado de alimentos, ropa y medicamentos ``porque no hacía falta'', dado que el problema más importante era llegar a las zonas afectadas.

Se estableció que lo prioritario sería rescatar a las personas que quedaron atrapadas en árboles o arriba de las casas. Así, la Cruz Roja Mexicana estuvo de acuerdo en trabajar sólo en las zonas donde se pudiera acceder por tierra o en lanchas, aunque fuera limitado su campo de acción.

``Pienso que el comentario del presidente Zedillo no es un reproche; no tiene razón para criticar lo que hacemos''. A la fecha se han recibido más de mil 600 toneladas de ayuda, de las cuales 929 fueron enviadas a las zonas afectadas por las lluvias mediante diferentes vías (tierra, barco y ferrocarril). La tercera parte de los donativos, unas 300 toneladas, son garrafones de agua; 400 de alimentos; 230 de ropa y 23 toneladas de medicamentos.

La Cruz Roja Mexicana ha hecho su mejor esfuerzo para ayudar a los damnificados. De hecho, dijo, hay tramos donde prácticamente los vehículos han tenido que ser empujados ante lo accidentado del terreno. Sin embargo, conforme vayan mejorando las condiciones ambientales se recurrirá al apoyo de las líneas aéreas, algunas de las cuales ya ofrecieron sus aviones para trasladar los paquetes de ayuda.

Se enfrentaron mayores problemas que con el huracán Paulina

Además de la colaboración directa con el gobierno federal durante la emergencia por el huracán Paulina, en Chiapas la situación es más complicada porque en Acapulco las vías de comunicación estaban abiertas y el viaje en avión desde la ciudad de México tarda unos 20 minutos. En Chiapas, por el contrario, el viaje por carretera es de entre 15 y 20 horas, por vía aérea es de una hora y media, y durante varios días no han sido posibles los viajes por aire.

Incluso, dijo, cuando el huracán Paulina, la ayuda de Cruz Roja llegó con gran rapidez. En Chiapas esto no fue posible. La asistencia llegó dos o tres días después de la tragedia y fue hasta el viernes 11 de septiembre que los voluntarios pudieron entregar los primeros donativos. Desde entonces, agregó, todos los días se envían cuando menos seis tráilers.

Actualmente, la principal demanda de los damnificados es por alimentos, pues no los hay en cantidades suficientes. El gobierno federal ha optado por las cocinas populares y comidas calientes. El problema es, explicó Barroso, que la gente llega de diversas aldeas o comunidades a los sitios donde se distribuye la ayuda para llevarla a sus familias. De esta forma, la comida caliente no parece ser lo más adecuado.

Precisó que el gobierno federal hace un gran esfuerzo, pero tiene problemas de logística, el acopio no ha sido suficiente y han tenido que recurrir a ``otras fuentes''. Comentó que la Cruz Roja Mexicana recibió la petición de completar los víveres para los damnificados en el municipio de Tonalá. La institución entregó 100 toneladas, dijo.

Un millón de pesos, fondo de la institución para los próximos días

El viernes pasado, la institución llegó al municipio de Motozintla con 80 toneladas de ayuda y dos plantas potabilizadoras de agua. La coordinación y comunicación con el gobierno del estado de Chiapas, apuntó, ha sido fluida y cercana. Tenemos la encomienda del gobernador de la entidad, Roberto Albores Guillén, de utilizar todo el apoyo de la Cruz Roja Mexicana, agregó.

Por otra parte, el director de la Cruz Roja Mexicana mencionó que ya se repusieron los recursos del fondo de desastres con diversos donativos y actualmente se cuenta con un millón de pesos. De acuerdo con las estimaciones de la institución, estos recursos serán suficientes para solventar las necesidades de los próximos siete días, durante los cuales se espera que pase la primera fase de la emergencia. La siguiente será de reconstrucción, para la cual habrá que pensar en la edificación de por lo menos 20 mil viviendas.