La Jornada 23 de septiembre de 1998

Causan polémica declaraciones de Cárdenas sobre el Ejército en 68

En su propia voz

Arturo Farela, presidente de la Confraternidad Nacional de Iglesias Cristianas Evangélicas (Confraternice):

Las declaraciones del ingeniero Cárdenas sobre la participación del Ejército en el 68 se nos hacen justas y loables. En ese entonces no había otra alternativa para las Fuerzas Armadas, pero los tiempos han cambiado, ejemplo de ello es que no se ha tomado una decisión de guerra en contra del EZLN. Su posición es para evitar confrontaciones innecesarias entre la sociedad y el Ejército. Pero sin duda, los expedientes de la matanza de Tlatelolco deben ser abiertos y llamar a los funcionarios civiles que tuvieron la decisión en ese momento. Cárdenas no tiene esa práctica de lucro u oportunismo político, como para pensar que estas declaraciones fueron para preparar terreno en vistas de las elecciones del 2000.

Vicente Fox Quesada, gobernador de Guanajuato:

Coincidió con Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano en que ``no se puede estar acusando necesariamente al Ejército'' por la masacre de estudiantes en 1968, pero ``descubrió'' en el mensaje del jefe de gobierno del Distrito Federal un acto proselitista con miras al 2000.

Lo propio aquí, dijo el mandatario guanajuatense, es aclarar de dónde surgieron ``las señales y las órdenes'' para reprimir a los estudiantes en Tlatelolco hace 30 años. ``Esto es algo que sigue pendiente y los mexicanos tenemos derecho de conocer quiénes fueron los verdaderamente culpables de la masacre''.

Está claro que la presidencia de Gustavo Díaz Ordaz ``fue verdaderamente brutal para reprimir movimientos sociales, pero desgraciadamente los mexicanos carecemos de información suficiente para enjuiciar a cada una de las partes''.

Respecto de la posición de Cárdenas, quien deslindó de los hechos al Ejército, Fox se dijo ``sorprendido, porque nunca antes lo había hecho... Me parece que está lanzando puentes, en una propuesta prácticamente de candidato''.

Rafael Alvarez, primer visitador general del Centro de Derechos Humanos Miguel Agustín Pro Juárez:

Los crímenes cometidos por el Ejército en 1968 y años posteriores, no pueden justificarse con el argumento de obediencia a las órdenes recibidas. Los militares en general, de acuerdo con los tratados de Ginebra, están obligados a respetar las condiciones físicas de los heridos y la vida de los prisioneros en conflictos internos, pueden, llegado el caso, desobedecer órdenes absurdas e inhumanas. Cierto que durante regímenes militares vividos en pueblos de Sudamérica se emitieron leyes de amnistía, pero primero se supo quiénes eran culpables, en cambio, aquí, antes de conocerse oficialmente los nombres de los responsables ya se piensa en exculparlos. Lo correcto sería abrir los informes certificados sobre el asunto, dar a conocer los llamados ``secretos de Estado'' para no caer en la impunidad.

Balvina Flores, asesora jurídica del Centro de Derechos Humanos Fray Francisco de Vitoria:

En estos momentos hacer este tipo de declaraciones es muy delicado. ¿Por qué? Porque nosotros estamos viendo la intromisión de las fuerzas armadas en asuntos de la ciudadanía; ese tipo de declaraciones viene a casi exculpar al Ejército de los sucesos de 1968, sin tomar en cuenta los testimonios de la sociedad que vivió los hechos en esa época. Hacer una exculpación basada en el sentimiento moral por ser hijo de un general, no justifica exculpar públicamente a quien históricamente está señalado como violador de garantías constitucionales. Es una declaración que encuadra dentro de la etapa preelectoral, que busca el apoyo de las fuerzas armadas, esto tomando en cuenta que el Ejército siempre ha desempeñado un papel preponderante en la vida política del país.

Emilio Krieger, de la Asociación Nacional de Abogados Democráticos:

De acuerdo, no debe verse al Ejército como el único responsable de los sucesos del 68, pero tampoco debe ignorarse que pudo existir extralimitación en el cumplimiento de las órdenes. Para aclararlo deben conocerse los archivos de la Secretarías de la Defensa Nacional, Gobernación y la Procuraduría General de la República, que tuvieron participación directa, y pasaron por encima de lo que señala la Constitución. Si bien Gustavo Díaz Ordaz aceptó la plena responsabilidad histórica, ¿cuál fue la del general Marcelino García Barragán, de Luis Echeverría, del procurador Julio Sánchez Vargas, de todos los jefes policiacos y jueces que tuvieron que ver en la violación de derechos humanos y de garantías individuales? La Comisión de la Verdad tiene que conocer los documentos que avalen el papel que ejerció cada uno de los actores. Cuauhtémoc Cárdenas debiera dar a conocer la información que posee al respecto, porque resulta claro que cuenta con elementos básicos para tratar de exonerar al Ejército como único culpable.

Oscar González: No sólo sería inequitativo e injusto considerar al Ejército como único responsable, ya que hubo otras dependencias que tomaron determinaciones relacionadas directamente con los sucesos. Deben asumir y reconocer su participación en los sucesos aquellos ex funcionarios que conocieron del trasfondo de los hechos. Lo que el 68 nos dejó como lección es la serie de violaciones a derechos humanos que en ese entonces se consumaron bajo un régimen totalitario, en el que privó la impunidad en torno a acciones graves, en el que hubo juicios violatorios de los procesos judiciales bajo el supuesto delito de disolución social; es difícil señalar como único culpable al Ejército porque en ese entonces participaron grupos irregulares que ahora calificaríamos de paramilitares. Elogia que las fuerzas armadas mexicanas jamás hayan seguido el ejemplo de los ejércitos que en Centro y Sudamérica han integrado dictaduras militares.

Mariano Palacios Alcocer, presidente del PRI:

El partido, desde hace muchos años, ha expresado su respeto y reconocimiento a las fuerzas armadas y ha hecho planteamientos a las distintas fases que el Ejército ha cumplido en la vida de la sociedad. Nos da mucho gusto que (Cuauhtémoc) Cárdenas, en contraposición a otros dirigentes del PRD, como líder moral del perredismo, se sume a esta corriente histórica del PRI y coincida con lo que ha sido el planteamiento tradicional, histórico, de nuestro partido: reconocer la función social del Ejército y de encontrar el papel que tuvo que ejercer en aquellos acontecimientos.

No podemos tener amnistía por la historia. Es conveniente que se sigan pensando, analizando y evaluando los acontecimientos (de 1968), pero con un interés de reconciliación nacional y no con un afán de escisión nacional.

Federico Reyes Heroles, historiador:

Las fuerzas castrenses tienen buen ``reconocimiento'' entre la sociedad, después de las instituciones de salud, por la labor que como institución realizan en las zonas de desastre. La declaración del jefe de gobierno es acertada y responde a su actuación política por ser un candidato visible y viable a la Presidencia de la República. Al Ejército se le imputaron una serie de cosas gratuitamente, sin que pueda salir a defenderse. Han pasado 30 años y en éstos, algunas de las áreas que suponíanos oscuras se han vuelto todavía más tenebrosas, de tal manera que sabemos menos de algunas cuestiones e insisto, parte de la reconciliación que todo mundo estamos buscando supone cierta capacidad de olvido, o por lo menos de una cancelación convenida, racional, de una serie de suposiciones que nada más hieren al país y no conducen a nada. Las cifras demuestran que la sociedad cree más en las fuerzas armadas que en los partidos políticos. Al fin y al cabo, el Ejército constituye un elemento central, la concreción del monopolio de la violencia y en última instancia, cuando la violencia comienza a imperar, el Ejército es el Ejército aquí y en China.

Luis Tomás Cervantes Cabeza de Vaca, líder estudiantil en el 68:

Cuauhtémoc Cárdenas tiene razón en parte, no podemos culpar al Ejército en su conjunto. He dicho que sería muy bueno que en un contexto de respeto el Ejército hiciera una declaración o participara en una mesa redonda para saber por qué actuaron el 2 de octubre en Tlatelolco. Está demostrado que el Batallón Olimpia se encontraba en el edificio Chihuahua, pero debemos saber cómo y por quienes estaba conformado. Si hay voluntad política, tomemos la madeja que dejó Cuauhtémoc Cárdenas para esclarecer los hechos. A 30 años es conveniente que todos, Iglesia, industriales, Estado, militares y ex participantes del movimiento debatamos sana y cuerdamente para decir qué ocurrió en esa fecha. El 2 de octubre está oscuro, queremos luz, es tiempo de escribir la historia verdadera, de exculparnos ante los demás si no hicimos nada.

Jesús Ortega, secretario general del PRD:

No es nuevo lo que dijo Cárdenas. El Ejército no se manda solo y en los acontecimientos del 68, y particularmente los del 2 de octubre, recibió instrucciones del presidente, a quien se considera el comandante supremo de las fuerzas armadas en México. Eso fue simple y sencillamente lo que señaló, que en el 68, como estoy seguro en cualquier otra acción, el Ejército no se mueve solo porque tiene, según la Constitución, el mando del presidente. No creo que la intención de Cuauhtémoc Cárdenas sea hoy distribuir responsabilidades sobre lo que sucedió en 1968.

Amalia García, senadora por el PRD y secretaria de relaciones políticas del CEN perredista:

Coincido con el ingeniero Cárdenas. Las acciones del Ejército son responsabilidad de la autoridad civil, porque el presidente es el comandante en jefe de las fuerzas armadas y me parece correcto que el ingeniero plantee que aquellos que tuvieron que ver respondan por sus acciones y se esclarezca esos hechos.

Oscar Levín, secretario general del PRI-DF:

El jefe de gobierno del Distrito Federal hizo una muy buena declaración y la aplaudo. Cuando desgobierna la ciudad soy muy crítico de sus cosas, pero en este caso tengo que reconocerlo, ha sido su mejor declaración política en lo que va de su gestión, ya que no tenemos por qué culpar al Ejército de lo que pasó (hace 30 años). Además, el 68 es un asunto que debemos enterrar y buscar mayor democracia y entendimiento. El único responsable de esa situación fue el (entonces) presidente de la República (Gustavo Díaz Ordaz) y él lo asumió, con eso el asunto quedó resuelto.

Rigoberto Nieto, diputado local del PRD:

Lo dicho por el jefe del gobierno está muy claro y es correcto, pues se refiere a que las bases (del Ejército Mexicano) no son las responsables de aquellos hechos, sino los mandos supremos de esa institución, no obstante, esto causará polémica entre la ciudadanía. A 30 años del 2 de octubre se tiene que saber la verdad, abrir los archivos de la Secretaría de Gobernación y de la Sedena, porque todavía existen cosas que no se saben. No creo que tras esa declaración se escondan cuestiones electorales con miras al 2000.

Martí Batres, coordinador de la bancada perredista en la ALDF:

En fechas recientes hemos comenzado a ver una transición a la democracia, que no ha concluido pero que sí nos ha permitido superar los esquemas más agresivos del sistema autoritario que se vivió en 1968. Si no se conoce lo que pasó en aquel entonces, no es responsabilidad de los ciudadanos, sino de quien ha estado al frente del poder en este país. Se requiere voluntad para que se abran los archivos, a fin de que se difunda al máximo posible lo que pasó.

Manuel Aguilera, dirigente capitalino del PRI:

Han pasado 30 años y los actores en el gobierno de aquella época casi todos están muertos o bien, los que estaban en liderazgos estudiantiles hoy están en liderazgos políticos. Creo que legal y políticamente ya prescribieron los delitos del 2 de octubre de 1968, además el presidente (Gustavo Díaz Ordaz) dijo que él era el responsable político, lo asumió. Sí creo que debería seguirse indagando, pero sólo con fines históricos.

Ramón Sosamontes, delegado político en Venustiano Carranza:

El sentimiento que tenemos todos los de esa época es que uno de los culpables de esa masacre fue el Ejército. Ahora existe ya una acusación concreta y hay nombres que habrá que revisar. Es un debate sobre algo nuevo. Yo sí me pronuncio porque se diga quién dio la orden (para matar a los estudiantes), porque ese es el responsable. Me parece que es positivo que este tema lo haya abierto el ingeniero (Cuauhtémoc Cárdenas) porque es la persona que podía hacerlo sin ningún tinte, es decir, sin manifestarse en favor ni en contra.


Claudia Herrera Beltrán Ť Octubre Dos, Historias del Movimiento Estudiantil es el memorial que próximamente se publicará y que por primera vez reúne decenas de voces politécnicas, desde las de los dirigentes estudiantiles y docentes, hasta las de actores silenciosos que participaron como brigadistas y que dan su propio testimonio sobre la época del 68.

Bajo el mando del general Gustavo Castillo, más de mil soldados, 15 tanques ligeros y 30 transportes, la noche del 23 de septiembre -hoy, hace 30 años - el Ejército tomó las instalaciones del Instituto Politécnico Nacional en el Casco de Santo Tomás. En esta acción murieron jóvenes como Lorenzo Ríos Ojeda y Víctor Manuel Hernández Linares y hubo decenas de heridos, recuerda el profesor politécnico César Tirado en uno de los relatos.

En esta compilación de 60 relatos que publicará la UAM, y coordinada por Mario Ortega Olivares, maestro de sociología del plantel Xochimilco, también se busca recuperar episodios poco contados de hace tres décadas que en su momento no fueron recogidos en las publicaciones hechas por los universitarios.

``Podemos ubicar el origen del movimiento el 22 de julio, en un aparente pleito callejero entre estudiantes de la Vocacional 5 de la Ciudadela y una preparatoria incorporada a la UNAM. Estos pleitos eran habituales en aquellos tiempos, pero (en ese momento) ocurrían como una política de provocación del gobierno... Por ello la rivalidad entre las dos instituciones siempre se centraba alrededor de la actividad deportiva y se expresaba a través de grupos de porros poco identificados en cada una de las comunidades estudiantiles''. Félix Hernández Gamundi, ex estudiante de la Escuela Superior de Ingeniería Mecánica y Eléctrica (ESIME).

``¿Cuáles fueron las causas por las que participé en el movimiento?... Tenía diez años de edad cuando mi madre, maestra de primaria, nos llevó a vivir a la ciudad de Puebla. Con ella viví la lucha del magisterio que encabezó Othon Salazar, su simpatía por la lucha ferrocarrilera de Demetrio Vallejo y luego el inicio de la Revolución Cubana''. César Tirado Villegas, ex representante de la Escuela Superior de Ingeniería Química e Industrias Extractivas (ESIQUIE) ante el Consejo Nacional de Huelga .

``Acudí a la primera marcha que citó la Federación Nacional de Estudiantes Técnicos, del Monumento a la Revolución al Casco de Santo Tomás para protestar por la entrada de los granaderos a la Vocacional 5, unos días antes. Estando en el Casco, creo que los de economía empezaron a decir que ahí no se resolvería nada y que era mejor trasladar la protesta al zócalo... Y que se regresa la marcha y ahí, en la Alameda, nos encontramos con otra marcha que estaba celebrando el triunfo de la Revolución Cubana, conformada en su mayoría por universitarios, y que se juntan las dos marchas. Pero los granaderos impidieron entrara a la plaza y además empezaron a golpear a la gente y todos a correr''. Rolando Brito Rodríguez, asistente al CNH por la Vocacional 1.

``Los estudiantes del Politécnico logramos hacer la manifestación del 5 de agosto... partió de la plaza Roja de la Unidad Profesional Zacatenco, se fue por la avenida Montevideo rumbo a la vocacional 7, que se encontraba en la unidad Nonoalco Tlatelolco, para llegar a la Plaza del Carrillón, en el Caso de San Tomás. Llevábamos mantas y pancartas que decían: respeto a la Constitución; libertad presos políticos; Valentín Campa; Vallejo y sarcasmos al Ejército y al general Alfonso Corona del Rosal (entonces regente capitalino)''. César Tirado Villegas.

``En los días posteriores al bazucazo (a la Preparatoria número 1) fueron y vinieron delegaciones de representantes de las diferentes escuelas y, después de múltiples deliberaciones, el punto de unión principal se encontró en la protesta contra el autoritarismo y la ferocidad policiaca lo que permitió la creación del Consejo Nacional de Huelga, dentro del cual se acordó el pliego petitorio por el que lucharía el estudiantado''. Javier Mastache, delegado al CNH por la ESIME.

``En un principio sólo un grupo de maestros del Politécnico nos reuníamos en la escuela de economía, tomando el ejemplo de los muchachos quienes ya habían constituido el CNH; más tarde conformamos la Coalición de Maestros de Enseñanza Superior Pro Libertades Democráticas, en donde ya participaban maestros de la UNAM, Chapingo, Normales y de la Ibero, organización que representé conjuntamente con Eli de Gortari y Heberto Castillo.Fausto Trejo fue orientador vocacional en el IPN.

``Salíamos con las brigadas a pintar camiones y bardas. Utilizamos para la propaganda un globo de papel que funcionaba con aire caliente y llegado el momento, se rompía el cordel y la propaganda caía por la ciudad; era difícil andar volanteando, los policías tenían orden de aprehender. También a los perros se les ponían mantas con consignas y se les soltaba para que anduvieran en la calle promoviendo el movimiento, una de ellas era `¡prefiero ser perro a ser granadero!'''. Andrés Chávez, del Comité de Lucha de la ESIME.

``Mi participación en el movimiento estudiantil fue a nivel de base, no ocupé ningún lugar de dirección; tenía problemas económicos y por eso trabajaba y estudiaba. No tenía tiempo libre como mis demás compañeros para involucrarme más en él. Apoyé las manifestaciones y mítines, en algunas ocasiones haciendo guardias''. Marcos Alarcón Rosas.

``En la Escuela Superior de Medicina, la participación básicamente estaba constituida por un 60 por ciento de mujeres; el resto lo conformaban los varones; todos proveníamos de familias muy tradicionales, esto nos motivó a llevar una participación más activa con la finalidad de cambiar ese régimen tan estricto que iba desde el gobierno al núcleo familiar''. Eugenia Escamilla, ex estudiante de la ESM.

``El CNH demuestra su representatividad con las grandes marchas y actos multitudinarios a que convocó: la de mediados de agosto al Zócalo y la del 27 de ese mes que culminó con la provocación de dejar brigadistas en dicha plaza en espera del diálogo público, la manifestación silenciosa del 13 de septiembre del Museo de Antropología al Zócalo, convocada como respuesta al Informe Presidencial del día primero''. Javier Mastache.

``Luego vino la toma del Casco de Santo Tomás el 23 de septiembre. Los de la Vocacional 7 llenamos cuatro camiones para apoyar a los compañeros del Casco ... cuando llegamos había comandos y tanques del Ejército, todos llevábamos palos y tubos; al llegar a la vía que pasa por ahí, nos reciben con ametralladora los soldados, todos nos tiramos al suelo, lo primero que gritamos los que estábamos al frente fue ¡hay heridos! Nadie contestaba''. Iván Uranga, ex estudiante de la Vocacional 7.

``El director del IPN, Guillermo Massieu convocó a una reunión de maestros en el auditorio A del Politécnico para llevar a cabo una manifestación que él encabezaría, como lo había hecho Barrios Sierra, a lo que el gobierno le argumentó `el Politécnico no es autónomo', en todo caso si él quería encabezar ese movimiento le pedían renunciar''. Jorge Robledo Juárez fue secretario de Massieu y director de la Vocacional 1.

``Finalmente los dos mítines en Tlatelolco; el del 25 de septiembre para apoyar la renuncia del rector de la UNAM, Javier Barros Sierra en protesta por la invasión y toma de la Universidad por el Ejército el 18 de septiembre y para protestar por la toma del Casco de Santo Tomás, también por el Ejército, el día 23; y el del miercóles 2 de octubre, convocado para informar nuestra respuesta pública al gobierno en el cual manifestabamos nuestra abierta disposición a un diálogo resolutorio y transparente''. Javier Mastache.

``El mitin transcurría como todo acto político... Hago mi intervención (como orador) y la interrumpía informando de los contingentes que se iban incorporando. Después empecé a recibir papelitos de los compañeros brigadistas que decían: Osuna, el Ejército se acerca por la calle de Mosqueta. Y yo informaba: compañeros tenemos esta información: el Ejército se acerca a la plaza; pero era un mitin pacífico y continuaba mi intervención. Entonces, prácticamente concluí, y fue en ese ínter cuando aparecen las luces de bengala''. Florencio López Osuna, uno de los tres representante al CNH por la Escuela Superior de Economía.

``En el transcurso de la balacera sentí caliente, caliente, en mi mano izquierda; mi compañero Sócrates me preguntó ¿ya te dieron? o ¿te hirieron? Le dije que no, para no preocuparlo; siguió la balacera. Calculo que como a las doce de la noche nos empezaron a bajar a un departamento; ahí nos quitaban lo que traíamos, nos golpeaban y pateaban''. Myrthokleia González Gallardo, maestra de ceremonias del mitin del 2 de octubre y delegada al CNH por la escuela Wilfrido Massieu.

``Nosotros estábamos abajo en la plaza, eso fue lo que nos ayudó. A los de arriba les fue como en feria... Es cierto que muchas bestias salvajes del Ejército dispararon. Pero también es cierto porque vi que algunos estaban aterrados, no quisieron o no pudieron disparar, no obedecieron órdenes; algunos de ellos se quedaron petrificados con el arma y no dispararon ni un sólo tiro. Nos dieron la oportunidad de correr, nos metimos debajo de unos automóviles. Leopoldo Ayala, poeta y profesor de Vocacional.

``El 2 de octubre llegué tarde a la Plaza de las Tres Culturas, no pude entrar, estaba ya cercada por el Ejército y no pude hacer nada; tenía un hermano de 16 años de edad, fue detenido, estuvo desparecido varios días''. Samuel Paz Cabrera era estudiante de la Escuela Superior de Economía.

``Estuve dos años y medio en la cárcel de Lecumberri. A mí me detuvieron hasta mayo del 69, viví el final del movimiento; no es cierto que se terminara el 2 de octubre, continuó hasta diciembre, hasta el levantamiento de la huelga, cuando algunos compañeros aceptaron levantarla y luego se fueron a París y otros dijimos que no y fuimos a dar la cárcel''. Federico Emery Ulloa, fue miembro del CNH.

``Después del 68 estuve conviviendo con gente que tomó de forma más radical el movimiento: parientes míos, compañeros de escuela que se organizaron para poder participar a otros niveles, por ejemplo, guerrillas. Inclusive fueron cuatro o cinco compañeros que por una u otra razón estuvieron en la cárcel seis meses, y yo era la persona que les hacía llegar recursos, los visitaba. No fue fácil estar viviendo todas esas situaciones con mis amigos en la cárcel''. Salvador Tirado, participante de base de la Escuela Superior de Fisico Matemáticas.

El movimiento repercutió en mi vida porque me marcó para no estar dentro de la política oficial''. Braudelio Mancilla Leal, representante de la Escuela de Físico-Matemáticas en el CNH.

``Hay momentos de pelea dura, difícil, pero hay que enseñarnos a negociar en su momento. Esto no quiere decir que te compren y me preguntan ¿por qué te metiste a trabajar en el gobierno? porque no tenía chamba, vendí mi fuerza de trabajo y mi talento, pero no vendía mi conciencia; yo nací para ser dirigente no para ser héroe''. Sócrates Amado Campos Lemus, representante al CNH de la Escuela Superior de Economía y presunto responsable de proporcionar los nombres de los principales dirigentes del movimiento al Ejército y colaborador del gobierno echeverrista.

``El balance a treinta años del movimiento estudiantil es muy positivo, hay una fractura en el régimen de partido de Estado, se han ampliado las libertades democráticas, pero nos queda mucho por hacer; hay críticas pero también queda mucho por hacer''. Luis Gómez, delegado al CNH por la Prevocacional 2.