No se valen infundios para impulsar causas políticas: Zedillo en Tapachula
Tapachula, Chis., 23 de septiembre Ť El presidente Ernesto Zedillo señaló que en desastres como el ocurrido en la sierra y la costa de Chiapas, ``no es válido impulsar causas políticas con infundios que buscan denigrar el esfuerzo común y el esfuerzo de las instituciones de la RepúblicaÉ Desde el principio advertí que no era legítimo aprovechar la tragedia para hacer proselitismo político, afirmé que el gobierno garantizaría que ningún recurso público sería utilizado con fines partidistas y puedo afirmar, categóricamente, que así ha sido, así se ha cumplido''.
Asimismo, resaltó que la auténtica gobernabilidad es tener capacidad de gobierno, tener capacidad de respuesta a la gente cuando más lo necesita y lograr que cada quien cumpla la tarea que le corresponde.
En esta ciudad, donde encabezó una reunión de evaluación de las áreas afectadas por las lluvias y de los trabajos de auxilio a la población, el mandatario reiteró que la asistencia a los damnificados es un mérito de toda la nación, ``que nos debe enorgullecer a todos sin distinciones políticas de ningún tipo''.
Zedillo expresó su orgullo ``por la forma en que ha reaccionado la gente frente a la adversidad, con entereza, con valentía y reciedumbre, aun con heroismo''.
Reconocimiento al personal que participa en tareas de auxilio
Dijo sentirse satisfecho por la respuesta que han dado las autoridades estatales y municipales a la catástrofe. ``Sin soslayar algunas deficiencias que se han presentado, no puedo dejar de expresar el orgullo que siento por la entrega que ha demostrado el personal de las instituciones del gobierno de la República.''
Dijo que en la zona afectada se han movilizado 17 mil servidores públicos de las dependencias federales, incluyendo soldados y marinos, para auxiliar a la población de Chiapas.
``A todos ellos, expreso mi más profundo reconocimiento. Frente a la catástrofe hemos podido comprobar la importancia que tiene un gobierno nacional, integrado por instituciones sólidas y una gran capacidad de reacción. Ningún gobierno estatal ni municipal puede por sí solo enfrentar un fenómeno de la magnitud que aquí ocurrió. En esos casos, así, los estados necesitan necesariamente el apoyo de todos los mexicanos y este apoyo lo representa el gobierno, que es de todos los mexicanos.
``Tener capacidad de gobierno es tener capacidad de respuesta a la gente cuando más lo necesita; es lograr que cada quien cumpla la tarea que le corresponde, ésta es la más auténtica gobernabilidad.''
El presidente Zedillo sugirió que ``ojalá se hiciera la crónica de las pequeñas y grandes hazañas que se han realizado en Chiapas en estas dos semanas; hazañas de la gente y de modestos servidores públicos de los tres órdenes de gobierno; hazañas institucionales y personales, con las que se evitó que esta catástrofe que nos impuso la naturaleza se convirtiese en una tragedia mucho mayor; hazañas con las que se logró en diez días, pasar de la emergencia a la etapa de la reconstrucciónÉ Aunque advirtiendo que, evidentemente, en una región donde existen más de 5 mil comunidades, algunas de ellas con muy pocas personas, todavía habríamos de conocer situaciones muy trágicas que afortunadamente no representan la generalidad de la situación''.
Recuento del desastre y de las acciones del gobierno
En el palacio municipal de Tapachula, donde se dieron cita funcionarios del gobierno federal, como Juan Ramón de la Fuente, Carlos Ruiz Sacristán, Genaro Borrego, Luis Téllez, Esteban Moctezuma, Julia Carabias y Mario Luis Fuentes, el Presidente insistió en que la atención de su gobierno a Chiapas no es nueva ni será pasajera, ``Chiapas es más, mucho más de un conflicto de tipo político, por doloroso que éste sea para todos los mexicanos''.
Acerca de las pérdidas de vidas humanas, explicó que hasta el momento se han contabilizado 185 personas fallecidas y 89 desaparecidas.
Recordó que de los 712 kilómetros de carreteras federales, 444 tuvieron daños mayores. Se derrumbaron 22 puentes y en 18 más se afectaron dos accesos.
De la red de caminos rurales, que abarca 7 mil kilómetros en la región, gran parte quedó seriamente dañada.
Y en el caso del ferrocarril las lluvias provocaron 32 daños y destruyeron cinco puentes, mientras que 13 por ciento de las líneas telefónicas, 3 mil 458, quedaron sin servicio.
En relación con las pérdidas de vivienda, señaló que 8 mil 637 sufrieron daño total y 8 mil 110 averías parciales.
``Sobre esta base, estimamos que las viviendas dañadas, en diversos grados, en toda la zona será aproximadamente de 20 mil, de las cuales habrá que reubicar aproximadamente la mitad por estar en zonas de alto riego''.
Otro efecto importante, dijo el presidente Zedillo, fue el daño que sufrieron los sistemas de agua en 75 comunidades de las 465 establecidas en la zona del desastre. Y, según estimaciones preliminares, 398 escuelas de las 3 mil 533, sufrieron daños mayores y 27 deben ser construidas o reubicadas.
En el Soconusco, la costa y parte de la sierra, agregó, se calcula que fueron afectadas cerca de 100 mil hectáreas agrícolas o ganaderas, 53 mil de ellas con daños significativos. Y se estima que alrededor de 40 mil productores resintieron daños en diversos grados.
Por su parte, las comunidades pesqueras fueron dañadas en 20 por ciento de sus equipos y pesquerías.
Sobre la atención a las personas damnificadas, recordó que en los primeros días el Ejército Mexicano atendió en 129 albergues a 25 mil personas. A la fecha, expuso, se mantienen 18 albergues en siete municipios, donde se encuentran 5 mil personas que reciben alimento, cobijo y atención.
Y de aquellos primeros momentos a la fecha se han distribuido 500 toneladas de agua y casi 2 mil 100 de víveres.
El mandatario insistió en que ``habrá reubicación de comunidades y poblados, sin permitir que se eleven los precios de los terrenos donde se crearán nuevas comunidades.
``Combatiremos con toda energía cualquier intento especulativo que quiera lucrar con el infortunio, recurriendo, de ser necesario, a la expropiación de terrenos por causa y utilidad pública.'' (Roberto Garduño)