Dimitentes: Barroso habría desviado $2 millones que donó Washington para afectados por Paulina
Enrique Méndez y Agustín Pérez, corresponsal Ť El presidente de la Cruz Roja Mexicana (CRM), José Barroso Chávez, habría desviado 2 millones de pesos de un donativo que el gobierno de Estados Unidos aportó como ayuda para los damnificados en Acapulco por el huracán Paulina en 1997, que presuntamente utilizó para pagar a la Fundación de Apoyo Social (FAS), también presidida por él, por 15 por ciento del valor de 20 toneladas de medicamentos que importó ese organismo, cuya distribución debía ser gratuita y que además no se sabe dónde están, pues nunca llegaron a ese puerto.
Ayer mismo, la Junta de Asistencia Privada, que regula a todas las instituciones de ese tipo, comenzó la revisión de los resultados de una auditoría externa en la que se revelan manejos irregulares en la Cruz Roja, y empezará después una propia que implicará la intervención de las oficinas centrales de la institución en Polanco, y sólo si comprueba malos manejos en la administración de recursos decidirá si le exige o no la renuncia a Barroso.
Las irregularidades que habría cometido Barroso Chávez fueron conocidas por el Consejo Nacional de Directores de la institución desde febrero, cuando el despacho Casas Alatriste entregó los resultados de una auditoría externa, la cual se inició a partir de que la embajada de Estados Unidos en México comenzó a presionar para que se le informara qué destino se le dio a un donativo de 300 mil dólares que entregó a la Cruz Roja en 1997.
Sin embargo, ese asunto se hizo público hasta ayer cuando ocho de los diez presidentes de comités que renunciaron a sus cargos explicaron los motivos por los cuales dejan la institución. Los funcionarios de la CRM guardaron el secreto durante siete meses -no tienen intención de presentar una denuncia penal contra Barroso Chávez y sólo exigen su renuncia- con el argumento de que era preferible ``lavar la ropa en casa'' y esperar a que el presidente de la institución devolviera los recursos.
-¿Si Barroso hubiera devuelto antes el dinero ustedes se lo iban a callar?
-No, claro que no -respondió el presidente de la central de la Cruz Roja, con sede en Polanco, Salvador Padilla Cano-. Primero teníamos que aclarar cómo se ejercieron esos recursos y por qué se pagó a la FAS por medicamentos que eran gratuitos.
De acuerdo con la auditoría, a la que dio lectura Padilla Cano, el 4 de julio de 1997, tres meses antes de que Paulina afectara seriamente a los habitantes de las colonias pobres de Acapulco, la FAS solicitó autorización a la Secretaría de Salud (Ssa) un permiso para importar medicamentos, donados a su vez por una ONG.
Tres meses después, el 27 de octubre, la FAS informó a la Cruz Roja que del 16 al 23 de ese mes le hizo llegar 20 toneladas de complementos nutricionales, ropa, medicamentos, chocolates y dulces con un valor de 15 millones de pesos. Sin embargo, le comunicó que debía cubrir 15 por ciento del valor de toda la mercancía, equivalente a 3 millones 284 mil pesos.
Barroso Chávez autorizó el pago de sólo 2 millones de pesos, que tomó de los recursos enviados por el gobierno de Estados Unidos como ayuda a los damnificados por el huracán. El 28 de noviembre, el jefe de almacén Alfredo Rendón informó que se habían enviado a Acapulco las 20 toneladas de medicamentos y alimentos. Empero, éstos nunca llegaron.
Adicionalmente, persiste el incumplimiento con la embajada estadunidense de comprobar el uso transparente de los recursos, pues el Consejo de Directores se comprometió a entregar facturas y recibos en marzo, y a solicitud de los integrantes de la directiva ha consentido en esperar.
``La embajada ha sido paciente -dijo la ex presidenta del Comité Nacional de Asuntos Internacionales, Alexandra Rovzar-. Y nosotros creemos que por estas desviaciones es que no han llegado donativos de Estados Unidos para ayudar a los damnificados en Chiapas.''
Los directivos que renunciaron el miércoles y negaron haber cumplido sus periodos como aseguró Barroso, se vieron entrampados cuando se les cuestionó qué seguridad había de que en otras épocas no se hubiera hecho lo mismo. ``No lo sabemos, no tenemos elementos'', dijo Padilla.
Problemitas con el dinero
En Toluca, la ex directora Nacional de Delegaciones, Irma Fernández de Fautsch, aseguró que además de que existen ``problemitas'' con el manejo de los recursos de la Cruz Roja, la presidencia de la institución ha impuesto a personal no capacitado para realizar tareas de primer orden.
En contraparte, el comandante general de la Cruz Roja, Juan Said Homse, aseguró que su renuncia es sólo porque ya esta ``cansado'', y defendió la gestión de Barroso. ``Todo el dinero que hemos recibido ha sido canalizado a donde debe ir''.