GALERIA Ť Juan Fernández Ruiz

Mapas de conocimiento sobre los procesos cerebrales

Perder las llaves, olvidar frases o buscar enloquecidamente algún documento nos llevan a la pregunta inicial: ¿problema de memoria o falta de organización?

Juan Fernández (Guadalajara, Jalisco, 1964), doctor en investigación biomédica básica y actual investigador del Departamento de Fisiología de la Facultad de Medicina de la UNAM, dedica su investigación a tratar de definir los diferentes procesos de memoria y aprendizaje que se encuentran en el cerebro humano.

``Los problemas de memoria pueden presentarse desde el nacimiento o adquirirse. Los adquiridos pueden ser reversibles, como la depresión o el estrés, o irreversibles, como los que se presentan en las enfermedades neurodegenerativas, para los cuales no hay tratamiento; sin embargo, existen estrategias que ayudan a los pacientes a predecir sus actos con base en sus recuerdos, como poner letreros y tener orden y estructura en sus actos cotidianos.''

De acuerdo con el investigador, la memoria ha sido clasificada para su estudio como declarativa y no declarativa. La primera se refiere al conocimiento que se expresa verbalmente, y la segunda está integrada por las habilidades motoras, cognoscitivas y perceptuales.

La memoria declarativa se ha dividido en memoria semántica (nuestro conocimiento enciclopédico, por ejemplo, saber cuál es la capital de Francia) y episódica (la relación de conocimiento con el individuo, es decir, cuándo éste aprendió la respuesta).

El acercamiento que el doctor Fernández utiliza para entender cómo procesa el cerebro la información, es a través de las estructuras cerebrales que están involucradas en los procesos mnemónicos y de aprendizaje, principalmente en pacientes cuya enfermedad tenga una base neuronal, como la de Alzheimer, en la cual se presentan problemas de memoria severos, o las enfermedades de Parkinson y de Huntington, que afectan el sistema motor.

``Utilizamos poblaciones de pacientes con esas enfermedades y les aplicamos pruebas neuropsicológicas ad hoc para probar aspectos cognoscitivos muy particulares relacionados con el área dañada; luego las comparamos con los resultados de individuos sin lesiones y observamos cómo se altera el manejo de información mediante las respuestas que da el sujeto.

``Tratamos de hacer correlaciones entre los diferentes problemas mnemónicos y los problemas cerebrales de los pacientes, ya que partimos de la idea de que la mente reside en el cerebro, y si hay un problema allí se va reflejar en la funcionalidad del sujeto, aunque a veces sea difícil detectarlo.''

Para llegar al diseño final de las pruebas se elaboran decenas de estudios piloto hasta lograr una estándar que muestre resultados específicos sobre la pregunta de investigación. Así, Fernández elabora pruebas para entender el aprendizaje motor, el visoespacial, el aprendizaje implícito y algunos tipos de memoria.

Entre las formas que el cerebro tiene para obtener un conocimiento, el investigador explica: ``Este es capaz de adquirir las constantes del medio ambiente y almacenarlas, para después utilizar esa información sin que uno se dé cuenta. Ese es el caso, por ejemplo, de los niños, ya que no conocen la estructura del lenguaje, pero al estar expuestos a él, lo adquieren.

``Esas pruebas y estudios podrían mostrarnos un entendimiento lógico y racional de cómo funcionan los sistemas cerebrales, específicamente los involucrados en el aprendizaje de la información, que van a dar lugar a un proceso más racional en el diseño de posibles terapias, fármacos o para corregir problemas de aprendizaje, de memoria o ciertos aspectos de enfermedades en los que no se ha podido interferir.

``Así como en el siglo pasado se hacían mapas de los continentes, que servían como guías de exploración, nosotros tratamos de hacer un mapa de conocimiento acerca de los procesos cerebrales.'' (Mirna Servín) (Foto: Carlos Cisneros)

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