La Jornada 29 de septiembre de 1998

Película inédita muestra cómo soldados con bayoneta calada tomaron posiciones en la plaza antes de la balacera

David Aponte Ť La tarde del 2 de octubre de 1968, elementos del Ejército Mexicano cercaron la Plaza de las Tres Culturas. Los soldados marcharon por dos costados del lugar con el fusil en posición de combate, en ristre, y la bayoneta calada. Minutos antes de la balacera tomaron posiciones en la zona arqueológica y a espaldas de la torre de la cancillería. Una película inédita de poco más de tres minutos, en formato 16 milímetros, ofrece detalles de los acontecimientos.

En la secuencia, la cinta muestra una panorámica de la manifestación estudiantil. Después el lanzamiento de dos bengalas desde el techo de la iglesia de Santiago Tlatelolco. Vienen los primeros disparos y los militares entran a la explanada.

El tramo de la película, sepultada desde hace 30 años, forma parte ahora de un programa para la televisión elaborado por el realizador independiente Julio Pliego. El video tiene como eje fundamental la narración de las luchas sindicales y los acontecimientos de represión entre 1959 y 1968.

Pliego, Premio Nacional de Periodismo 1996 por la serie de televisión Luz de la Memoria, México en los años 60, ofrece una lectura del contenido de la cinta filmada desde uno de los edificios del conjunto habitacional, presumiblemente el frontal al Chihuahua:

``(Muestra) como fue copada la plaza de Tlatelolco. O sea que respondía a una acción militar perfectamente planeada. Y cómo la multitud corre de derecha a izquierda en forma atropellada, huyendo de la descarga que se escucha que procede también del lado derecho de la plaza, oculto por la iglesia''.

Los militares ``iban al ataque, a bayoneta calada'', agrega.

El programa saca de las latas y de las cintas magnetofónicas imágenes y sonidos inéditos. En forma cronológica, narra los momentos de represión gubernamental desde 1959 con la detención del líder de los ferrocarrileros, Demetrio Vallejo, el movimiento sindical de los médicos en 1965, el intento de la toma del cuartel de Ciudad Madera en el mismo 1965, la marcha estudiantil del primero de agosto de 1968, encabezada por el entonces rector de la UNAM Javier Barros Sierra y la inauguración de los Juegos Olímpicos.

Con escenas de la marcha del primero de agosto del 68 y mantas en manos de los estudiantes que rezaban: ``El juego político no es olímpico'', rescata parte del discurso de Barros Sierra, quien da la bienvenida a los estudiantes del IPN a la lucha estudiantil, y solicita una actuación con responsabilidad en las demandas de autonomía y la liberación de los detenidos.

``Sin ánimo de exagerar, podemos decir que se juegan en esta jornada no sólo los destinos de la Universidad y del Politécnico, sino las causas más importantes, más entrañables para el pueblo de México'', expone el entonces rector.

En su breve discurso, habla de la posibilidad de que haya actos de provocación en el curso de las protestas estudiantiles y pide a los manifestantes que actúen con respeto a la ley, ``tantas veces violada, pero no por nosotros'', en aras de las causas libertarias de México.

Antes del contexto histórico del movimiento estudiantil, el trabajo de Pliego deja correr una cinta inédita de tres minutos sobre el inicio de la balacera en la Plaza de las Tres Culturas. El autor juega con las imágenes de Tlatelolco y las escenas de la inauguración de los Juegos Olímpicos.

La cámara de 16 milímetros con track de sonido magnético estaría colocada en un edificio frontal al ``Chihuahua'', posiblemente en el marcado con el número 11, ubicado sobre lo que ahora es el eje Lázaro Cárdenas y que tiene una vista panorámica de la explanada. El autor anónimo tuvo la posibilidad de tomar un rollo de 100 pies de película. ``Tal vez, el camarógrafo tenía sólo ese rollo y fue lo que filmó'', considera Pliego.

De acuerdo con la secuencia, la cinta deja ver una panorámica de la Plaza de las Tres Culturas y un sonido lejano de uno de los discursos de los oradores del Consejo Nacional de Huelga. El camarógrafo hace un paneo hacia la derecha y toma la llegada de las tropas. Los soldados marchan sobre la avenida (ahora Lázaro Cárdenas) y hacia la parte posterior del edificio de la SRE.

Posteriormente, capta dos bengalas que son arrojadas desde el techo de la iglesia, ubicada en el lado derecho del lugar. Comienza el fuego y los soldados entran a la explanada por la zona arqueológica.

Los militares hacen señas hacia la parte alta del edificio ``Chihuahua'', se tiran al suelo y apuntan hacia el lado derecho. La gente corre hacia la izquierda, al interior de la unidad habitacional.``Los soldados apuntan hacia el lado derecho. No se ve que ellos disparen hacia el lado derecho. A pesar de que se escucha una balacera cerrada, los soldados no apuntan hacia la gente que corre. Tampoco se ve que haya descargas en contra de los soldados'', menciona el realizador.

Del origen de la película, explica que el material fue recuperado por el cineasta José Peguero, quien lo mantuvo en custodia durante 30 años.

``Creo, aunque es una mera especulación, que este material pudiera haber sido sustraído de (la Secretaría de) Gobernación, porque fue tomado desde un sitio estratégico en el aspecto visual, para captar toda la acción. Pero eso es una hipótesis'', agrega.