Desmiente al WSJ: no se pretende eliminarla
Las autoridades mexicanas están promoviendo, en privado, un debate sobre el reemplazo de la tasa de cambio flotante del peso frente el dólar por una paridad fija, mientras públicamente niegan cualquier intención de modificar la actual política cambiaria, indicó en su edición de ayer The Wall Street Journal. En las semanas anteriores el secretario de Hacienda, José Angel Gurría, y el gobernador del Banco de México, Guillermo Ortiz, instruyeron a sus equipos de técnicos para que estudiaran cómo se han desempeñado durante la reciente emergencia financiera mundial las tasas de cambio de Argentina y Hong Kong, ligadas al dólar.
La Secretaría de Hacienda y funcionarios del Banco de México han sostenido reuniones con economistas del sector privado, así como con columnistas para discutir los pros y contras de ligar al peso con el dólar, en un primer paso a la integración monetaria con Estados Unidos, señaló el Journal. No es un debate nuevo. Estudios similares fueron hechos después del colapso del peso a fines de 1994 y en conexión con la entrada de México al Tratado de Libre Comercio de América del Norte, en ese mismo año.
En cambio, el país optó por una libre flotación del peso. Funcionarios dijeron que la actual discusión sobre un vínculo entre el peso y el dólar debería ser vista en ese contexto y no refleja necesariamente una alta posibilidad de su eventual adopción, agregó The Wall Street Journal.