Dólares en vez de pesos
Un país sin devaluaciones
Otro millonario en problemas
El gurú, el mayor experto en materia de consejos monetarios se llama Steve H. Hanke; es profesor de economía aplicada de la Universidad John Hopkins, en Baltimore, y columnista de la revista Forbes. Fue asesor del presidente Ronald Reagan, de la primera ministra británica Margaret Thatcher, del presidente argentino Carlos Menem, del depuesto presidente de Indonesia, Suharto, y de una veintena más de gobiernos, incluido el mexicano. A veces nos falla la memoria, pero la última vez que vino a este país fue después de la devaluación que ocurrió en el arranque del sexenio del presidente Ernesto Zedillo. Estuvo conversando con funcionarios del Banco de México, entonces a cargo de Miguel Mancera, y con dirigentes del sector privado. El tema fue el mismo que se plantea hoy, cuatro años después: ¿es conveniente igualar el valor del peso con el dólar y crear un consejo monetario? Atrás de estas preguntas hay otra: ¿podría un consejo monetario evitar nuevas devaluaciones? Al final del sexenio se está reproduciendo el drama que le sirvió de marco a su inauguración: devaluación y fuga de capitales, a despecho del Pronafide y de otros planes que evitarían --``ahora sí definitivamente'', dijeron-- nuevas crisis. Ayer varias instituciones financieras pronosticaron que el dólar no volverá a bajar de diez pesos.
Obstáculos
Las dificultades para establecer un consejo monetario hoy son las mismas que el profesor Hanke y sus interlocutores señalaban en 1995: 1. Se necesita una montaña de dólares en caja o lingotes de oro para respaldar cada peso en circulación. En eso consiste el remedio: si circulan pesos que valen un dólar, y están respaldados, no podrían devaluarse. 2. Tendría que reformarse la Constitución, pues el consejo remplazaría al Banco de México en algunas de sus funciones; quizás lo haría innecesario. 3. Habría que transformar la relación con el Fondo Monetario Internacional. La costosa burocracia de este organismo se opone a los consejos monetarios porque sin crisis devaluatorias en el mundo no se justificaría su existencia. 4. Tendría que convencerse a los grupos políticos más nacionalistas de que dolarizar la economía no significaría izar la bandera gringa en Palacio Nacional. 5. Sería preciso convencer a la burocracia mexicana de que no mienta. Si dice que los pesos están respaldados por dólares y oro al ciento por ciento, pero no lo están, quizás sobrevendría una catástrofe si llegara a conocerse la verdad.
Varita mágica
De todos los obstáculos tal vez sólo se ha superado el primero. El Banco de México dice que tiene en caja 20 mil millones de dólares, que son más que suficientes para respaldar los 100 mil millones de pesos en billetes y monedas que andan circulando por ahí. Ahora bien, en el mejor de los casos, el consejo monetario evitaría nuevas devaluaciones, pero no es una varita mágica. No resolvería lo que está en el fondo: el empobrecimiento del país. Se hablará mucho del tema en los próximos meses. No tardará mucho en venir el profesor Hanke.
Agua helada
En el medio financiero también llueve a cántaros, y agua helada. El Grupo Escorpión, de Enrique Molina Sobrino, no pudo pagar un eurobono de 30 millones de dólares. Se teme que otras empresas sigan sus pasos, pues la crisis le está pegando a todos. El concesionario de Pepsi-Cola apareció en dos listas famosas: la de Forbes (1994) y la de López Obrador (Fobaproa).
Buzón: [email protected]