La Jornada 30 de septiembre de 1998

Esa pequeña gota se hizo multitudinaria, replica Pablo Gómez

Karina Avilés Ť El segundo día del coloquio 1968: En México y el mundo, que se efectúa en la Universidad Autónoma de México (UNAM), terminó con una discusión sobre la participación de la izquierda en el movimiento estudiantil, entre el historiador Enrique Semo y el diputado perredista Pablo Gómez.

Para Semo, ``la izquierda militante'' era ``una gota en el México que participó en el 68''. Pablo Gómez no se quedó callado, dijo que ``esta pequeña gota fue un movimiento multitudinario''.

Casi al final del encuentro comenzó la discusión, al calor de los aplausos que para uno y otro daba el público. El coloquio contó también con la participación de Ignacio Sosa.

Todo inició cuando Gómez comentó que ``el 68 no es un movimiento espontáneo; éramos muchos militantes del movimiento estudiantil democrático''.

Enseguida intervino Semo: ``es cierto (lo que dijo Gómez) pero es tremendamente parcial''. La ``izquierda militante'', dijo, participó en el movimiento en todos sus campos, pero ``era una gota en el México que participó en el 68'' y rectificó: ``no gota, gotita''.

Sin esperar, el perredista refutó: ``en el movimiento, lo que había es de la izquierda; era una fuerza importantísima en la universidad'', diversa y plural, dijo. Y luego añadió: ``esta pequeña gota fue un movimiento multitudinario''.

Enrique Semo tomó de nueva cuenta el micrófono y afirmó: ``68 fue mucho más que la izquierda militante y que las ideas de la izquierda militante''. A lo que Gómez respondió: ``estoy de acuerdo en que había pocos militantes, pero eso no era la izquierda, la izquierda era una social, de masas'' y ``no podemos ponerle a la historia condiciones''.

La discusión terminó cuando el historiador manifestó que tenía que retirarse a causa de un compromiso. Antes, durante su participación en la que habló de los sucesos en Checoslovaquia, había manifestado: ``yo no estaba aquí durante los sucesos de 1968''; sin embargo, añadió, ``tuve la oportunidad de estar en plena Primavera de Praga porque había un seminario organizado por la Revista Internacional sobre la integración económica de América Latina''.

Para entender Checoslovaquia y México, dijo Semo, ``hay que tener en mente una cosa: 68 es el primer ensayo en la historia de una revolución mundial'', y agregó que hubo uno más moderado 120 años antes, la revolución de 1847 en Europa.

``¿Contra quién se alzaron fundamentalmente los estudiantes?, y digo fundamentalmente estudiantes porque no es cierto que fue exclusivamente un movimiento estudiantil. Nueve millones de obreros en Francia se fueron a la huelga general en 1968 y en Japón, también tuvo un carácter muy social, muy general, no solamente estudiantil. ¿Contra quien se hizo el movimiento del 68? Contra todos los poderes establecidos del mundo de la posguerra: el capitalismo que pasaba por un gran auge, auge no compartido por todos y que desarrollaba todas sus características agresivas'', apuntó.

En su turno, Ignacio Sosa, profesor de la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM, habló sobre cómo un ``provinciano del 68 percibió la Primavera de Praga''. A los jóvenes de esa época, recordó, ``nos deslumbraba un hecho para nosotros incomprensible: cómo un país que ya disfrutaba de las ventajas del socialismo, que ya lograba lo que aquí apenas queríamos, iniciaba un movimiento de revuelta''.