La Jornada jueves 1 de octubre de 1998

Astillero Ť Julio Hernández López

Este sábado 3, la fortaleza de San Juan de Ulúa será utilizada como salón particular de fiestas, para festejar los 70 años de vida de don Alfonso Gutiérrez de Velasco, el próspero empresario veracruzano que se ha convertido en el principal impulsor del panismo en la entidad.

``Puras gentes muy decentes''

Al jolgorio están invitados Felipe Calderón Hinojosa, Vicente Fox y José Francisco Paoli Bolio, entre otras personalidades panistas a nivel nacional, así como presidentes municipales y diputados locales y federales del partido blanquiazul. El gobernador electo, Miguel Alemán Velasco, declinó asistir ``por razones personales''. Pero en cambio sí estarán los ex gobernadores Agustín Acosta Lagunes y Dante Delgado.

La rumbosa celebración (que a última hora, frente a las múltiples protestas ciudadanas, se pretende disfrazar de ``homenaje'' para darle un presunto barniz ``cultural'') congregará a unas 500 personas que tendrán a su disposición un servicio especial de transporte marítimo para cruzar desde el Paseo del Malecón hasta el castillo de San Juan de Ulúa, evitándose así vistas desagradables de otros puntos de la zona y garantizando mejor la seguridad de los invitados y la exclusividad del acceso.

Los convidados a la fiesta de cumpleaños, ha dicho don Alfonso luego de enterarse de la espectacular celebración que en secreto le organizaban sus familiares, y que fue revelada por el diario Notiver, ``son puras gentes muy decentes''.

¿Y por qué no ofrecer en renta el Palacio Nacional?

Para poder convertir tal símbolo patrio en mero sitio de alquiler, el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) ha recibido un donativo de 150 mil pesos para remozamientos.

La autorización para usar de manera prostituida un emblema de la lucha por la justicia y la libertad proviene (¡por supuesto!) de la campeona de la comercialización de la identidad nacional, la directora del INAH, María Teresa Franco González Salas.

¿Quién es el cumpleañero que ha causado tanta polémica?

Don Alfonso Gutiérrez de Velasco es un exitoso empresario de la construcción que de un par de años a la fecha ha tomado el control del panismo veracruzano. En 1994 fue candidato panista a senador, impulsado por Diego Fernández de Cevallos, contra Miguel Alemán y Heberto Castillo. Tiempo después de su derrota electoral logró el derrocamiento del entonces líder estatal blanquiazul, César Leal Angulo, e instaló a quien es considerado su dependiente, Bernardo Téllez.

Convertido en mecenas del panismo, Gutiérrez de Velasco impulsó a varios de quienes hoy ocupan alcaldías y diputaciones, como los presidentes municipales de Veracruz y de Boca del Río, los diputados federales Juan Bueno Torio y Gerardo Buganza Salmerón, y los diputados locales Tomás Trueba (saliente) y Roberto Bueno y Sergio Vaca (entrantes).

Justamente uno de sus subordinados, el munícipe de Veracruz, Francisco Avila Camberos, es uno de los promotores del singular festejo. Habiendo sido empleado de la empresa de don Alfonso, el presidente municipal justifica el uso de San Juan de Ulúa recordando que ``en cualquier país del mundo los espacios culturales se rentan, y muy bien cobrados, para tener recursos con qué mejorarlos''. Y, ante la protesta de diversos sectores ciudadanos por este acontecimiento, ha dicho: ``Yo no sé de qué se espantan''.

Violaciones legales, agresión al patrimonio histórico

Algunos de esos espantados son justamente los trabajadores regionales y nacionales del INAH y un grupo denominado Civilistas Veracruzanos.

Los trabajadores del INAH han documentado su inconformidad al señalar que con este tipo de préstamos a particulares se viola el primer punto del acuerdo (vigente) publicado el 30 de abril de 1986 en el Diario Oficial de la Federación, en el que se establece: ``Los museos, monumentos arqueológicos, históricos y paleontológicos, así como las zonas de dichos monumentos bajo la responsabilidad del INAH, no serán utilizados por ninguna persona física o moral, entidad federal, estatal o municipal, con fines ajenos a su objeto o naturaleza, salvo lo dispuesto en este acuerdo''.

Las salvedades, consignadas en el segundo punto del acuerdo, sólo podrán ser establecidas ``con la autorización previa y expresa del secretario de Educación Pública'', para que esos bienes e instalaciones pudiesen ser usados en ``la realización de actos culturales o cívicos a juicio del propio secretario''.

Que se defina Limón Rojas

En atención a esta asidera que están tomando los promotores de la fiesta particular (al pretender disfrazarla de ``acto cultural o cívico'', diciendo que coincide la fecha del cumpleaños -que es el 2 de octubre- con un improvisado homenaje de corte empresarial), los Civilistas Veracruzanos le han enviado una carta a Miguel Limón Rojas, titular de la SEP, para que dé a conocer públicamente si acaso ha dado tal autorización.

``Nosotros consideramos -dicen los civilistas- que el patrimonio cultural es un bien social y, por lo tanto, su enajenación, así sea temporal, a favor de un particular, violenta el sentido de la ley, en cuanto a los bienes simbólicos, como son los históricos, y crea disturbio en la relación que debe existir entre los espacios públicos y los privados, entre los bienes del Estado y los particulares''.

Una autorización como la de San Juan de Ulúa, añaden, ``violenta los valores del edificio histórico con un acto totalmente privado, y lesiona con ello el sentido social del propio bien, lo que no se justifica con las monedas que piensan los consumidores privados que valen nuestros símbolos históricos''.

``Señor secretario de Educación Pública -termina la carta-, si alquilamos nuestro patrimonio histórico, alquilamos nuestra conciencia nacional''.

La directiva del INAH, reducto salinista

Las protestas de los veracruzanos se suman, por desgracia, a las que en otras partes del país se han levantado contra las políticas desarrolladas por la directora del INAH desde hace seis años, cuando Carlos Salinas de Gortari la instaló en ese cargo.

Sin embargo, la renta del patrimonio cultural al mejor postor ni siquiera ha producido cuentas claras. Así, directivos del sindicato del INAH en Veracruz, encabezados por Julio Vázquez e Ignacio Montes, aseguraron que las regalías de la venta de la señal por satélite del concierto realizado en mayo por el tenor italiano Andrea Bocelli, en el mismo San Juan de Ulúa, no se han pagado al instituto. Juan García, otro dirigente, dijo que de ese concierto ``todavía no vemos el beneficio'', y que los trabajadores no saben dónde quedó lo recaudado en el acto musical.

El delegado del INAH en Veracruz, el ingeniero técnico pesquero Daniel Goeritz Rodríguez, no ha hecho (pero ¡por supuesto!) nada que altere la orden de su jefa Franco González Salas de prestar San Juan de Ulúa para la fiesta particular. Es más, se ha ofrecido para decir unas palabras laudatorias en la fiesta de cumpleaños.

El 22 de septiembre de 1997, esta columna comenzaba así, en referencia a la gestión de la señora Franco González Salas: ``Vivo y actuante en los órdenes político, económico y social, el neoliberalismo salinista está presente también en el plano cultural, específicamente en el campo de la arqueología y la historia, donde desde hace cinco años se aplica una política privilegiadora del interés comercial, nativo y extranjero, por encima de las consideraciones propias de la identidad nacional y del respeto a nuestros valores históricos''.

Este sábado, en San Juan de Ulúa habrá una muestra más de ese espíritu de lucro con el que se subastan el patrimonio y la identidad nacionales.

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