La Jornada 7 de octubre de 1998

Bartolomé Carrasco insta al Episcopado a hacer un ``frente'' en favor de Lona

Guadalupe Ríos, corresponsal, Tehuantepec, Oax., 6 de octubre Ť El obispo de Tehuantepec, Arturo Lona Reyes, consideró que detrás de la petición de su renuncia, hecha por el nuncio apostólico Justo Mullor, ``puede estar la mano del gobierno'', pues ``yo nunca he estado con el neoliberalismo y tengo preferencia por los pobres, los excluidos del sistema'', indicó.

Entrevistado en la sede del obispado de la diócesis tehuana, afirma que no hay base canónica para exigir su renuncia, porque ``ni estoy loco, ni estoy impedido físicamente y tampoco llevo una vida escandalosa'' dijo, en referencia a las tres causas por las que se podría pedir su renuncia, según lo establecen las reglas de la Iglesia católica.

Decepcionado de la actitud que asumen los jerarcas católicos del área de atención a obispos en El Vaticano, Lona comenta: ``no iré nuevamente a Roma para hacerlo del conocimiento de las autoridades (su problema); ya me llevé una desilusión y no quiero que se repita''.

Narró su experiencia cuando a fines de 1986, por sugerencia del entonces nuncio apostólico, la diócesis recibió una visita canónica. ``Es la única en lo que va del siglo que le hayan hecho a un obispo mexicano, y obedecía a una difamación de Gerónimo Prigione, que decía que yo no había enviado informes desde 1971''.

En aquella ocasión, Lona Reyes acudió con todas las pruebas de sus informes a Roma, y ante el cardenal Bernardino Gautín en El Vaticano, expresó su preocupación por el infundio; sin embargo, este último ``me tuvo de pie cinco minutos, me contestó ¡qué pena! al conocer los documentos, pero se negó a enviar alguna carta u oficio a Prigione o a la Conferencia Episcopal'', recuerda.

``Tengo 27 años soportando humillaciones de parte de esa gente... sorpresivamente piden mi renuncia, pero yo no accedí. No voy a renunciar, sería como traicionar a mi pueblo, a los curas y religiosas, a las mujeres, hombres, jóvenes y niños'', dice.

El séptimo obispo de Tehuantepec -ordenado aquí en agosto de 1971-, originario de Aguascalientes, sostiene que su línea de trabajo pastoral ha sido y será siempre la de una Iglesia preferente -no exclusiva- por los pobres y lamenta que su ``coadjutor Felipe Padilla tenga un enfoque y una pastoral diferente''.

Lona Reyes, que ha caminado con los más humildes de las etnias huave, zapoteca, chontal, chinanteca, mazateca, mixe y zoque de la región istmeña acepta que su línea pastoral le ha generado conflictos, roces y atentados con caciques y algunas autoridades.

``Mullor dice que pide mi renuncia porque hay dos cabezas de gobierno que están desbaratando la unidad de la diócesis, pero le contesté que no tengo la culpa de que me envíen a un obispo coadjutor con una pastoral diferente... que tengamos enfoques distintos, no quiere decir que seamos enemigos'', sostiene.

Para él, el fondo del conflicto tiene dos vertientes: una, su posición respecto a la política neoliberal del gobierno y la imposición de proyectos que atentan contra la soberanía o las culturas autóctonas y otra, la preocupación de la nunciatura por el inicio del sínodo diocesano.

``Estoy con los más pobres; me acusan de dividir a la iglesia de Jesús y él mismo elogió a los pobres. No están de acuerdo con que se haya iniciado el sínodo, pues en él se establecerá un documento oficial que es válido esté yo o no esté, así lo establece el derecho canónico'', apunta.

La primera asamblea sinodal se inauguró el 22 de septiembre, un día después de que Justo Mullor le pidiera su renuncia, pero los trabajos de preparación se venían realizando dos años atrás.

Mencionó que hasta ahora ha recibido llamados y mensajes de solidaridad de obispos de Oaxaca y Chiapas, como Bartolomé Carrasco, Miguel Angel de Alba, Samuel Ruiz y Raúl Vera e informó que religiosos y fieles enviarán una carta al Vaticano, al papa Juan Pablo II y al cardenal Lúcar Moreira Nieves, prefecto de los obispos de la Iglesia católica, para solicitar que le permitan concluir su servicio con el nuevo milenio o hasta que cumpla 75 años.

Hasta ahora mantienen el ayuno párrocos de las iglesias de Asunción de María en Ixtaltepec, San Jerónimo Doctor en Ciudad Ixtepec, Santa María Magdalena en Tequisistlán, El Sagrario en Tehuantepec y San Vicente Ferrer en Juchitán.

Además de su trabajo pastoral identificado con la encíclica por los más pobres y con la teología de la liberación, Lona Reyes ha destacado en la diócesis de Tehuantepec por haber conformado el Centro de Derechos Humanos Tepeyac, del que es presidente, así como diversos centros de servicio en medicina natural indígena, y por que ha impulsado centros de producción y desarrollo como la Unión de Campesinos e Indígenas de la Región del Istmo (UCIRI) que exporta café a Europa, cooperativas de ajonjolí, así como por su apoyo a mujeres huaves para la venta de camarón y por haber construido más de 15 parroquias, centros de estudios diocesanos y seminarios con teología y filosofía.

El obispo Lona lamenta que la labor del ex nuncio Prigione haya logrado desintegrar el trabajo de la región Pacífico-Sur, ``ahora está diezmado el equipo, Prigione aplicó el lema de divide y vencerás'' indicó.

Apuntó que el caso de la petición de Justo Mullor será llevado a Roma por un canonista, en el que solicita se reconsidere la petición del nuncio y se inicie un proceso de investigación.