La Hermandad existe en la SSP y me presiona, dice Gertz Manero

Raúl Llanos, Gabriela Romero y Ricardo Olayo Ť El secretario de Seguridad Pública, Alejandro Gertz Manero, reveló ayer que ha recibido presiones desde el interior de esta corporación con el objetivo de que se frenen las acciones de combate a la corrupción. ``Ya estoy sintiendo que la Hermandad sí existe. Se hablaba mucho de ella, pero ya está dando sus efectos y ya está mostrando que ahí está y que se va a defender''.

Al comparecer ante el pleno de la Asamblea Legislativa, el funcionario habló en tiempo pasado y sostuvo que la estructura de la corrupción en la secretaría fue tal que siempre quedaron al frente de ella ``burócratas con ambiciones o complicidad políticas, o policías más o menos corrompidos o militares que intentaron infructuosamente aplicar sus disciplinas a un mundo ajeno, carente de moral, disciplina y organización''.

Frente a esa situación, dijo, se impulsa desde enero pasado un proyecto alternativo de seguridad pública, en el cual se están abriendo paulatinamente los canales de participación, control y fiscalización de la ciudadanía en esas tareas y se establecen nuevas bases de eficiencia, productividad y honestidad en la corporación.

No había otra opción, pues ``desarmar de manera precipitada e irresponsable la estructura policiaca heredada de los últimos 50 años, con todas sus lacras e ineficiencias, implicaba el peligro de desatar una crisis peor que la que ya existía''.

Por lo pronto, indicó, con la participación ciudadana ``sabemos dónde están los policías que no cumplen, sabemos quiénes son los jefes policiacos de sector o de región que no están haciendo su trabajo''. Y advirtió: ``vamos a tener una presión realmente muy seria sobre quienes no están cumpliendo y creo que la respuesta va a tener que ser también muy eficiente en ese sentido, y esto va también por lo que hace al control de jefes''.

Tenemos un deber humano de rescatar a quienes lo merecen, y tenemos una responsabilidad jurídica de castigar a los que tanto nos han dañado. En esta tarea, sociedad y autoridades ``vamos a poder combatir la delincuencia, lo que no puedo hacer es hacerlo solo. El número de delincuentes es muy grande, pero el número de víctimas y de quienes estamos dispuestos a que eso no ocurra, es mucho más''.

Comparecencia de aplausos y reclamos

Durante cerca de tres horas, Alejandro Gertz Manero expuso las acciones que se realizan y las causas de la actual situación de inseguridad. De hecho, el panista Armando Salinas agradeció irónicamente la ``clase de historia policial''; no obstante, el secretario no dejó de señalar que la crisis de seguridad en esta capital tuvo sus orígenes en los hechos de 1968 y 1971, al enfrentar a la comunidad con la policía.

En 1976 y 1982, ``la policía fue puesta en manos de verdaderos maleantes que la desprestigiaron gravemente'' y dio paso a la ``inmensa rentabilidad de la corrupción policiaca y sus consecuencias en la pirámide del poder... Los grotescos partenones y las riquezas insultantes de los jefes policiacos nos indican lo acertado de esta aseveración. Quienes ahí los colocaron y los protegieron a ultranza no pueden quedar al margen de este juicio, ya que tendría que ser increíble su ceguera o su torpeza para no haber visto la corrupción que atestiguó y sufrió toda la sociedad''.

En la sesión de preguntas y respuestas, Gertz --quien recibió en tres ocasiones los aplausos de los priísta y que al término de su comparecencia salió del recinto sin manifestaciones de protesta-- recibió contados cuestionamientos.

A preguntas de las diputadas Esveida Bravo y Angélica Luna Parra acerca del caso Tláhuac, Gertz Manero expresó que es un hecho ``verdaderamente abominable. No hay razón ni justificación de ningún tipo frente a esos actos. Eso no significa falta de disciplina sino una inconciencia personal intolerable''. Y dijo que la corporación se ofreció como coadyuvante en el caso y puso a disposición sus abogados.

Del combate al crimen organizado, respondió al petista José Narro que es fundamental generar una red de apoyo e información con la ciudadanía para prevenir la comisión de delitos. ``Hasta donde podamos llegar en la prevención, y sin incumplir con la ley, lo vamos a hacer...También puedo asegurarles que no habremos de permitir razzias, cateos y aprehensiones ilegales y torturas con el pretexto de prevenir el delito''.

Irma Islas, del PAN, manifestó sus dudas del otorgamiento de estímulos económicos a los policías por detenciones realizadas. Pero Gertz dijo que se otorgarán cuando el Ministerio Público inicie la averiguación previa.

Finalmente, Antonio Padierna, del PRD, habló de la impunidad que por años imperó en la SSP y su indiferencia para atacarla, por lo que ahora con el nuevo gobierno salen a relucir los ``funcionarios delincuentes''. Citó, además, que en otras entidades gobernadas por panistas y priístas los resultados en materia de seguridad pública han sido lamentables.

Inadmisible, la justicia por propia mano: Rosario Robles

La participación de los ciudadanos en asuntos de seguridad pública no significa abrir la puerta a la población para que se haga justicia por su propia mano, aunque es explicable que la gente quiera tomar ese camino, pero no justificable, aseveró por otra parte la secretaria general de Gobierno del Distrito Federal, Rosario Robles, al participar en la UNAM en un foro sobre prevención del delito.

La voluntad de las autoridades es enfrentar a la delincuencia con severidad y eficacia, pues no se le puede enfrentar con una visión reduccionista ya que inciden también factores económicos y sociales. Una causa de la violencia es el deterioro de las condiciones de vida de miles de personas, aunque el gobierno ha respondido con medidas inéditas de trabajo, consistentes en la atención especial a los jóvenes, ya que no son viables las vías punitivas y represivas a las que se ha sido muy proclives, subrayó.

En el renglón de participación ciudadana deberán participar los vecinos organizados en comités en las 16 delegaciones, pero ello no significa evadir la responsabilidad y tampoco dejar de lado medidas ``simples'' como iluminar las calles y rescatar espacios públicos.