José Antonio Rojas Nieto
Petróleo: la recuperación estacional de precios

Los ministros de Energía de Arabia Saudita, Venezuela y México, los tres principales países proveedores de crudo a Estados Unidos, se reunieron este viernes en Cancún. A pesar de lo difícil que ha sido --y será-- estabilizar un mercado petrolero cada vez más complejo por las urgencias financieras y económicas de los productores, el control de los grandes consumidores y la débil demanda, ratificaron la necesidad de respaldar los contradictorios ánimos de racionalización de la producción. Con ello se refuerza el esperado ascenso estacional de precios, limitado pero importante, en este cuarto trimestre del difícil año de 1998.

En septiembre los precios del crudo registraron un ascenso de poco más de un dólar; en el caso de los crudos más ligeros el ascenso alcanzó casi dólar y medio. Los crudos pesados como el Maya, por ejemplo, sólo subieron un dólar. Así, luego de que en agosto la mezcla mexicana de exportación registró 9.76 dólares por barril, los datos preliminares de septiembre permiten pensar en un precio cercano a los 11 dólares.

Los especialistas internacionales aseguran que luego de seis meses, los acuerdos de productores empiezan a rendir frutos, merced a dos circunstancias complementarias importantes: el ascenso estacional de la demanda y el descenso de los inventarios en los grandes consumidores de la OCDE --Estados Unidos, países de Europa y Japón--, equivalente a 64 millones de barriles de crudo menos en septiembre respecto al máximo nivel registrado en mayo y con estabilidad en el caso de los petrolíferos.

De julio a septiembre, el nivel total de la demanda alcanzó 73.9 millones de barriles al día, inferior a los 75 estimados hace un año para este periodo, en virtud de la debacle financiera internacional que ha mermado severamente la dinámica productiva de todos los países y, con ello, la ampliación del consumo petrolero, que en el tercer trimestre de este año sólo se elevó 0.5 por ciento, en tanto que en 1996 y 1997 el ascenso trimestral fue superior a tres por ciento. Para el cuarto trimestre se espera una elevación no mayor a dos millones de barriles al día, equivalente a una tasa de crecimiento de entre uno y 1.3 por ciento de la demanda mundial de petróleo crudo, lo que sólo significaría un consumo de 76.2 millones de barriles al día.

Sin embargo, si como aconteció en el trimestre que acaba de terminar, se logra una oferta que no sólo impida acumular inventarios de crudo y de petrolíferos, sino que obligue a que éstos disminuyan un poco, podemos esperar una elevación estacional del precio de un dólar o un dólar y medio. Con ello, la mezcla mexicana de exportación podría alcanzar los 11 dólares en promedio en el trimestre de octubre a diciembre, y registraría un precio medio anual de casi 10.86 dólares. Este precio medio representaría recursos petroleros cercanos a los 6 mil 500 millones de dólares, sustancialmente inferiores a los 10 mil 704 y los 10 mil 341 millones captados en 1996 y 1997 respectivamente.

¿Qué esperar para 1999? En el mejor de los casos un crecimiento económico mundial cercano a tres por ciento, resultado de dos por ciento de crecimiento en los países desarrollados de la OCDE, cuatro por ciento en los países en desarrollo, y una ligera recuperación de Rusia y los demás países de la ex Unión Soviética. Con ello, un incremento en la demanda de crudo no mayor a 1.8 por ciento, es decir, apenas un millón 400 mil barriles al día. Y como resultado esperado, un crecimiento de los precios de un dólar, siempre y cuando los productores, como se ratificó en Cancún este viernes, sostengan la racionalización de los incrementos en la producción y ésta aumente por debajo de un millón de barriles al día en el año para estabilizar inventarios.

Esto, sin embargo, puede resultar muy difícil, por paradójico que parezca, si la crisis internacional se agudiza, justamente por los requerimientos financieros inmediatos de algunos o casi todos los productores. El caso de México puede ilustrarlo claramente. En 1998 se esperaban ingresos petroleros por exportaciones de casi 10 mil 500 millones, es decir, 4 mil millones de dólares más, para garantizar ingresos gubernamentales por este concepto similares a los de 1997 (23 mil millones de dólares de Derechos de Extracción, IEPS e IVA neto), que impidieran no sólo recortar el gasto sino modificar la estructura fiscal, asunto muy delicado para el partido en el gobierno, justamente en vísperas de elecciones.