Este año, inflación mayor a la de 1997
Roberto González Amador Ť Impulsada por el sostenido deterioro en el valor del peso y el incremento en productos básicos, la inflación de 1998 será de entre 17 y 18 por ciento, un repunte por arriba del 12 por ciento calculado por el gobierno y que provocará que se mantenga por cuarto año consecutivo el rezago en el ingreso de los asalariados, coincidieron los grupos financieros Serfin y Banorte.
Además de considerar un mayor repunte inflacionario, los grupos financieros reajustaron a la baja el pronóstico de crecimiento económico para 1998, que ubican en niveles de 4 por ciento. Una vez que el Banco de México estimó que el producto interno bruto (PIB) tendría un incremento de sólo 3 por ciento en 1999, la economía registrará un repunte de 2.5 por ciento en promedio anual durante cinco años de gobierno del presidente Ernesto Zedillo Ponce de León.
En 1995, el PIB se desplomó 6.9 por ciento, la mayor caída en 65 años. En 1996 la economía creció 5.1 por ciento, en 1997 lo hizo 7 por ciento, para 1998 se espera un repunte de 4.4 y de 3 por ciento para 1999, de acuerdo con el cálculo anunciado el viernes por el banco central.
Con ese resultado, el crecimiento promedio anual de la economía entre 1995 y 1999 será apenas superior en 6 décimas a la tasa de aumento de la población, que es de 1.9 por ciento al año.
Las expectativas de inflación se ajustaron ``drásticamente'' al alza de agosto a la fecha, derivado principalmente de la volatilidad en el tipo de cambio, indicó Serfin, el tercer grupo financiero del país. ``La mayor inflación implica que la perspectiva para 1999 no sea del todo favorable, y habrá que considerar que existen riesgos en el exterior y en el interior que pueden conducir a un escenario todavía más desfavorable'', agregó.
El incremento de inflación este año, será entonces superior al aumento de los salarios mínimos, que subieron 15 por ciento en enero. La disparidad entre uno y otro provocará que este año se mantenga el deterioro en el poder adquisitivo, que acumuló 26 por ciento entre diciembre de 1994 y el mismo mes de 1997.
En tanto, Banorte, el quinto grupo financiero más importante de México, coincidió en que conforme ha avanzado el año las condiciones de la economía nacional se han ido deteriorando consistentemente. ``Primero fue la caída de los precios del petróleo que provocó tres recortes al presupuesto federal; después vino la restricción monetaria impuesta por el Banco de México, que elevó las tasas de interés, lo que aunado a una devaluación del peso de 30 por ciento en el año, ha incrementado las expectativas de inflación para 1998'', comentó.
De acuerdo con Serfin, ``es altamente probable que la inflación en 1998 sea de 17 por ciento, lo que implica que se habrá superado el incremento observado en 1997, que fue de 15.72 por ciento''.
Un cálculo similar hizo Banorte. Este grupo financiero consideró que la inflación de 1998 se ubicará de 5 a 6 puntos por encima de la proyección oficial, que es de 12 por ciento para todo el año.
Sólo de enero a septiembre, la inflación tuvo un incremento de 12.6 por ciento, de acuerdo con el Banco de México.
Cambio de perspectivas
En un análisis que comenzará a circular el lunes, Serfin indicó que la persistencia de la volatilidad financiera internacional ha derivado en mayor debilitamiento y volatilidad del peso frente al dólar y por un lapso más prolongado del que se había anticipado.
Ello, indicó, ha ocurrido a pesar de que el precio del petróleo muestra una tendencia a la recuperación -el viernes pasado el precio promedio fue de 11.78 dólares por barril, frente a 13.42 dólares la semana previa- desde mediados de agosto pasado, así como de que las tasas de interés se han elevado en forma sustancial.
Serfin consideró que no obstante la incipiente recuperación, parece difícil que se alcance el precio promedio estimado por el gobierno, de 11.50 dólares por barril y en cambio pueda ubicarse en 11 dólares.
Otro de los factores que han deteriorado las expectativas sobre la economía de México es que la volatilidad cambiaria aumentó las presiones inflacionarias, las cuales, pese a la corrección monetaria y fiscal, siguen deteriorándose.
Además de los incrementos de precio esperados, como las colegiaturas en septiembre, los aumentos básicos como tortilla, leche y huevo, han provocado presiones adicionales. Hacia el final del año, se espera una revisión de precios del sector público, principalmente combustibles y electricidad, que tendrá un impacto inflacionario en los últimos días de diciembre, pero sobre todo en enero y febrero de 1999.
Serfin consideró que la meta oficial de inflación para el próximo año será de 14 por ciento, lo que implicará aumentos a los salarios mínimos de 15 a 16 por ciento y a los contractuales de 16 a 18 por ciento. Además, indicó, los precios y tarifas del sector público buscarán mantenerse en términos reales, por lo que el grupo financiero estimó que tendrán un incremento en los últimos días de diciembre de 6 por ciento, más un 0.7 por ciento mensual durante el próximo año. Ello daría un aumento de 15.8 por ciento en el precio de los combustibles, entre diciembre de 1998 y el mismo mes de 1999.
``La economía mexicana se enfrentará a un complicado panorama en 1999'', consideró a su vez el Grupo Financiero Banorte. La estimación de crecimiento del producto interno bruto (PIB) fue ajustada a la baja de niveles de 5 a 4.4 por ciento, pero el efecto del ajuste se dejará sentir con mayor amplitud el próximo año, apuntó.
``Para 1999, la economía mexicana se verá afectada por mayores tasas de interés, menores flujos de capital, menor inversión extranjera directa, condiciones crediticias internacionales negativas y una desaceleración de la economía de Estados Unidos, el principal socio comercial de México'', estimó Banorte.